Sin bases se reciclan críticas

La historia se repite. Los malos augurios que hace seis años surgían como hongos de todos lados comenzaban a surgir de diferentes medios, tratando de infundir miedo y aberración contra los nuevos gobernantes, anunciando la derrota anticipada de las obras de la próxima administración.

El disfraz de las aves de mal agüero es el mismo: los expertos. Basta y sobra con tener socios del tema que se aborda para que algunos medios los consideren expertos; así, en relación a la construcción de los trenes de pasajeros, anunciada por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, ya tiene no sólo un contrapeso sino una advertencia pesimista y muy mal intencionada.

Ahora de las mazmorras de la oscura academia particular surgen voces que no están de acuerdo con el anuncio, porque fueron los mismos que aplaudieron la desaparición de los trenes por mandato de Ernesto Zedillo, que dejó sin empleo a cientos de trabajadores, pero con un líder sindical millonario que sigue presidiendo el gremio, aunque no haya trenes.

Inexplicable la existencia de un sindicato de ferrocarrileros y un líder vitalicio llamado Víctor Flores, quien vive como millonario.

Esta es sólo una muestra de las disposiciones del pasado que algunos aplaudieron como focas. Ahora, ante esta propuesta de la presidenta electa un “experto”, supuestamente de manera espontánea, señaló que la propuesta de construcción de trenes de pasajeros, que serán desarrollados por ingenieros militares y empresas privadas, corre el riesgo de tener debilidad financiera y opacidad.

Hace seis años la misma advertencia inundó algunos medios al decir que debido a que los ingenieros militares construían las obras públicas los ingenieros civiles y las grandes constructoras que se hicieron millonarias con las obras de sexenios anteriores estaban en quiebra, se olvidaron que sólo meses antes anunciaban la carencia de ingenieros civiles en todo el país, de tal manera que su supuesto desplazamiento era falso.

Ahora, una vez que ya todos se saben el cuento del sabotaje mediático a las obras públicas, la obsesión de algunos vuelve a alquilar espacios en los medios, asegurando que la corrupción puede adueñarse de la obra pública, a pesar de que los militares serían juzgados por leyes más severas que los civiles. Pero el asunto aquí es tratar de desgastar la imagen del gobierno.

El trayecto de las rutas entusiasmó a los habitantes de los puntos del recorrido México-Querétaro-Guadalajara, Ciudad de México-Nuevo Laredo, y AIFA-Pachuca.

Indicó que ya se analiza el derecho de vía con el objetivo de tener listo este rubro para antes de que comience su administración y llevar a cabo las licitaciones correspondientes, porque en el proyecto está incluida la iniciativa privada a pesar de lo que dicen los “expertos” en malos augurios de los críticos sistemáticos, cuyos pronósticos han fallado en su afán por parecer adivinos.

El mago añadió que los costos finales de la construcción de estos tres grandes proyectos, las actuales finanzas públicas y la participación de militares en las obras, que se podría traducir en opacidad, pero explica las causas sólo alarma a la población que continúa creyendo a los pesimistas que tienen como clientes a los ingenuos o a los descontentos irracionales y uno que otro mal informado.

Desde ahora se anuncian las obras estratégicas que llevará a cabo Claudia Sheinbaum el próximo sexenio, con el anuncio adicional de que la austeridad seguirá implementando en el gasto público.

El catedrático, oráculo improvisado, de la Ibero, no sólo duda de la honestidad del próximo gobierno sino de los militares, que no han dado motivo para dudar de su honestidad y llega al insulto al decir que es necesario considerar la confirmación de la participación de las Fuerzas Armadas en la construcción de los más de 3,500 kilómetros de vías férreas puede provocar opacidad y aumentos en los costos y generar información engañosa sobre el desarrollo de las obras, sólo porque a él se le imagina, y fue más allá al decir que “Todo lo que hace el Ejército es opaco, el Ejército no es transparente: todo lo manda a reservado, a seguridad nacional.

El supuesto catedrático afirma que la participación de la iniciativa privada, de la mano del Ejército, es una “moneda de dos caras”, debido a que el gobierno no puede operar en solitario proyectos de este calado.

Nostálgico de la intervención de los cómplices de los funcionarios públicos, nostálgico de un pasado que no puede regresar al país, que destrozó la economía mexicana, el profesor Gerardo Herrera, es uno más de los intentos por regresar al pasado.

Luego de que durante seis años fueron desenmascarados todos los malos augurios de los enemigos del régimen, todavía prevalecen quienes retan al sentido común y a la experiencia compartida por todos los mexicanos, pero ellos, desde un descarado conservadurismo, que quiere que de nuevo el país esté en manos privadas y que hasta la obra pública sea parte de las actividades de los empresarios.

En este proyecto no hay monopolio ni estatal ni privado, es un equilibrio, que no da lugar a críticas en este sentido, pero se vierten en los medios más conservadores que a causa de estas entrevistas con esas afirmaciones han perdido credibilidad.

La derecha no ha entendido que el cambio es inevitable e irreversible por mucho que haya quienes suspiran por el regreso al pasado. Las consignas de los candidatos opositores nunca fueron nuevas; al contrario, se habló de volver a implantar el Seguro Popular, de construir el aeropuerto de Texcoco que implicaba un enorme gasto de mantenimiento, de seguir con guarderías como la ABC de Hermosillo, la estrategia de choque frontal que impuso Calderón, y sobre todo, de dar rienda suelta a la evasión de impuestos para los grandes contribuyentes.

La historia no se repite, porque si bien este tipo de advertencia hace seis años generaban miedo, ahora sirven de muestra, como si se tratara de una pieza de museo de la historia política de un país que ya despertó.

PEGA Y CORRE.- Las elecciones en Estado Unidos se aproximan, sólo faltan cuatro meses y los mexicanos que viven allá están listos para votar pero, ante el reducido número de partidos poco es lo que pueden hacer, en realidad, por un cambio real en la política del vecino del norte…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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