Resulta por demás contradictorio el hecho de que en el Poder Legislativo las leyes se reformen, las iniciativas respecto a la aplicación de la justicia merecen debates en ambas Cámaras, el Ejecutivo empuja la reforma, sugiere cambios al respecto y en el Poder Judicial siguen sin actualizarse respecto al trabajo de los demás poderes que tienen que ver son sus tareas.
El Poder Judicial tiene 30 años sin mover una sola coma en sus responsabilidades, desde aquel diciembre de 1994, cuando los 26 ministros fueron despedidos y en su lugar llegaron 11, todos ellos proclives al poder de ese entonces.
Negar su renovación representa un crimen porque es el poder encargado de hacer justicia, que de por sí tiene un grave retraso, una carencia de jueces como nunca antes y una serie de críticas sobre su actuación.
Esta reforma al Poder Judicial llega en el momento menos propicio para la oposición, donde se dividen las opiniones sobre el tema, los dirigentes nacionales del PRI, PAN y MC, niegan que se apoye la reforma; sin embargo, líderes parlamentarios y legisladores aseguran que deben adaptarse a la realidad los trabajos cotidianos del Poder Judicial.
Cualquier legislador de la oposición que vote a favor de las reformas planteadas por Morena, seguramente será satanizado hasta el grado de obligarlo a salirse de su partido, mermando la ya de por sí famélica oposición en el Poder Legislativo, que podría significar el suicidio en cualquiera de los tres partidos.
En el PAN, la sucesión fue condicionada por dos de los aspirantes a ocupar el cargo de Marko Cortés, que cuenta con un grupo importante de panistas, a quien recriminaron perder 7 estados durante su gestión, que fueron cedidos electoralmente a Morena. Pero la derrota más significativa fue la del 2 de junio pasado donde compartió responsabilidad con otros dos partidos, pero que de no ser así hubiera perdido el registro, por lo pronto ya lo perdió en Tabasco, luego de estos comicios.
Así, la oposición con conflictos internos, no puede darse el lujo de dividirse por una reforma, cualquiera que ésta sea.
Uno de quienes quieren suceder a Marko Cortés en el PAN en la dirección nacional, Jorge Romero, señaló que la bancada del blanquiazul estaría dispuesta a votar a favor de la Reforma aunque destacó que para ello, debe haber una condición: que fuera de forma gradual. Por su parte, otro de los que quieren dirigir el PAN, Damián Zepeda, señala que debe analizarse la propuesta que sea producto de las actuales condiciones de los debates que ahora se realizan, entre especialistas, incluyendo a los ministros de la Suprema Corte de Justicia que voluntariamente participarán para impedir cualquier cambio en dichas discusiones.
Al respecto la ministra Loretta Ortiz asegura que Morena no tiene conciencia de la reforma al Poder Judicial, porque “No se hacen como en maceta”.
La reforma impulsada por el presidente López Obrador busca, principalmente que los magistrados sean electos por la población, por lo que el actual coordinador parlamentario de los diputados panistas señaló que no respaldará que se le dé el voto directo a los integrantes del Poder Legislativo y propuso que aquellos que aspiran a ser magistrados o jueces, tengan una experiencia basta en temas judiciales y no solo que sean egresados de la carrera de Derecho, es decir, que no sean sólo abogados litigantes, lo cual nunca ha sucedido en la historia pero algo debía colocar como pretexto para aparentar que sabe del tema.
En el caso de Movimiento Ciudadano el líder nacional Dante Delgado, anunció que nadie de su partido apoyará la propuesta de Morena; sin embargo, hay legisladores que pudieran ser convencidos, en lo particular por actualizar las tareas del Poder Judicial.
En el caso del PRI, tampoco puede darse el lujo de dividir al partido, que ya de por sí hay una gran escisión a causa de la reelección que impulsa su líder Alejandro Moreno, quien cuenta con un grupo muy reducido de priístas, y hay varios interesados en ocupar su lugar, porque puede producirse una histórica desbandada.
“La reforma al Poder Judicial en México no resolverá la falta de juzgados necesarios para una impartición de justicia pronta y expedita”, según afirmó el diputado federal por Coahuila, Rubén Moreira.
“Me da mucho gusto, celebro que estén participando los ministros de la Corte, los integrantes del Consejo de la Judicatura, también magistrados y que estén dialogando, debatiendo el tema”, dijo el presidente López Obrador.
Los debates acaban de empezar, seguramente se llevará todo julio y agosto, para que en las sesiones del Congreso se realicen las discusiones a partir de septiembre, donde en la Cámara de Diputados, Morena y sus aliados tienen mayoría absoluta y en el Senado, les faltarían dos senadores para obtenerla, que seguramente será producto de una negociación, ya sea con los líderes parlamentarios de la oposición o en lo personal con los legisladores. Además, existe la petición de algunos diputados y senadores de los tres partidos de cambiarse a Morena, por lo que en el INE les pidió que esperaran hasta el 29 de agosto, fecha en la que podrían hacer oficial su cambio de piel.
Con esto la reforma al Poder Judicial podría concretarse antes de que termine el año, ya que en los congresos locales del interior del país Morena cuenta con mayoría en 27 estados.
La oposición sabrá ser contrapeso, aunque sea una minoría que podría convertirse en ornato, dependerá de su capacidad política y su estrategia parlamentaria para convertirse en la oposición real y seria, que no supo ser en los años anteriores y que la democracia mexicana tanto necesita.
PEGA Y CORRE.- Una de las diputadas panistas más conflictivas María Elena Pérez-Jaén Zermeño denunció acuerdos de protección mutua entre Morena y el PRI para dejar en la impunidad las cuentas públicas de Enrique Peña Nieto y de Andrés Manuel López Obrador, con lo que deja atrás la alianza que alguna vez formó su partido con el tricolor para ganar elecciones…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.