EFICIENTIZACIÓN DE LOS AYUNTAMIENTOS

Uno de los problemas que padecen de manera recurrente los ayuntamientos, ha sido el que los principales puestos son ocupados por personas que no tienen el perfil requerido; y su trabajo deja mucho que desear.

Los alcaldes entrantes se inclinan por colocar en las principales carteras a sus amigos, más por su lealtad que por sus capacidades y experiencia probada en cargos anteriores.

Esta práctica se ha convertido en una costumbre que, con el tiempo, es vista con naturalidad. La gente ya se acostumbró a eso; no hay protestas.

Los ayuntamientos no deben estar sujetos bajo el método de ensayo y error; se pierde demasiado tiempo y el costo es alto.

Es momento de que alcaldes y legisladores vean este asunto con la mayor seriedad, y se afanen en reunirse para tomar acuerdos sobre estas prácticas que solo benefician a los funcionarios en turno.

Es conveniente que busquen el asesoramiento de expertos para encontrar un método más democrático y más eficaz, que garantice los mejores resultados para el bien ciudadano.

Una forma que puede garantizar efectividad y que entre la gente recobraría confianza, sería convocar públicamente, desde el inicio de las campañas, a las cámaras y colegios, a que realicen una suerte de selección interna para que el profesional que resulte favorecido, ocupe la cartera ofrecida.

Por ejemplo, del Colegio de contadore surgiría el tesorero; de la Cámara de la industria de la construcción, el director de Obras Públicas. De las asociaciones de abogados, el director Jurídico. Y así sucesivamente con todas las carteras, excepto, obvio, quienes integren el Staff del presidente municipal.

Con este nuevo método, el alcalde tendría mayor libertad de sustituir a cualquier funcionario que no se conduzca con probidad y eficacia; solicitando a la agrupación correspondiente el nuevo nombre.

Por otra parte, los partidos políticos deben pensar seriamente en un procedimiento más democrático para seleccionar candidatos.

El costo de las campañas electorales es demasiado alto porque el método de selección de candidatos está invertido. Es decir, son los partidos políticos los que designan a los candidatos, sin antes preguntarles abiertamente a los electores a quiénes quieren como candidatos.

Posicionar a un candidato en el ánimo ciudadano cuando la designación ha sido arbitraria, cuesta mucho dinero.

Además, cuando se logre convencer a los votantes de que la administración del candidato que adopte nuevas y democráticas formas de gobernar, las campañas serán bastante baratas. Alguien lo va a hacer. Al tiempo.

 

 

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