Las comunidades como puente de esperanza

Hoy podríamos hablar de la explotación exagerada de recursos en las comunidades indígenas, de los nombramientos del próximo gabinete presidencial o de los números crecientes de asesinatos en nuestro país, pero ya hay demasiada información al respecto, tanta que nos llena de desesperanza, haciéndonos creer de manera errónea que la única forma posible de vida es esa, la costumbre a la violencia, la normalización del daño al planeta, la rivalidad constante entre seres humanos.

Erróneamente nos hemos acostumbrado a los daños que nos olvidamos de lo básico, de la posibilidad de construir nuevos lazos y ser una luz de esperanza en medio del caos. Estos atisbos se pueden encontrar cuando nos atrevemos a vivir en comunidad. ¿Qué implica una comunidad? Son personas con elementos en común, que comparten ciertos rasgos, pero si lo llevamos a la profundidad son personas que bajo los mismos objetivos se apoyan entre sí.

¿Vivir en comunidad es posible aún en las grandes urbes? Quiero pensar que sí, que, aunque en medio de un mundo globalizado con un sistema económico como el capitalismo al frente, puede parecer casi imposible por un creciente individualismo, en medio de este tiempo es urgente volver a las comunidades para sobrevivir, solo así podemos verdaderamente avanzar y es que la idea de una comunidad no tiene oposición al progreso, por el contrario, comunidades con un mayor desarrollo económico y tecnológico pueden poner su saber a favor de un entorno.

Quizás esto lo hemos visto retratado en la pantalla grande, cuando llegamos a escenarios apocalípticos donde el mundo se detuvo por nuestro exceso de ambición como humanidad, sin embargo estas historias son reflejo de vivencias personales donde los directores han vivido en carne propia los estragos de la humanidad cuando se polariza en sus propios intereses, de ahí la necesidad de recordar a través del arte que una comunidad esperanzadora es posible, aunque al verla reflejada en pantalla pueda parecernos algo utópico.

En la realidad hay algunas prácticas que nos acercan a estos lazos humanos, mismas que salen a flote en medio de la tragedia, está la solidaridad de quienes aún en la distancia brindan su apoyo a Palestina, porque entienden que ningún conflicto armado debería desplazar a familias enteras de su hogar o peor aún acabar con la vida de millones de personas inocentes.

También encontramos esperanza cuando artistas como Coldplay ponen su fama y recursos a disposición de causas como la limpieza de agua de desechos plásticos y con ello crean algo nuevo como su música. Las comunidades hacen eso, ponen sus talentos al servicio de los demás, no necesariamente de forma desinteresada, pero sí vislumbrando que cuidándonos los unos a los otros nos cuidamos todas las personas. Solo en comunidad entendemos que es más fácil aminorar las cargas, de ahí la necesidad de formar tribus que dieron origen a lo que ahora se han convertido en grandes ciudades.

¿Por qué considero necesario recalcar la importancia de las comunidades? Porque en medio de guerras, violencia e incertidumbre ya hay demasiadas personas señalando lo que está mal, hoy es indispensable que tengamos presente cómo podemos mejorar, esto último no implica desprenderme de todo para que alguien más pueda desarrollarse, pero sí entender que mi conocimiento puede ser fundamental para que cada persona pueda progresar. Hoy te invito a analizar desde donde están tus puntos fuertes y cómo piensas aportar al progreso de tu comunidad más cercana. Así se han desarrollado las grandes civilizaciones, bajo el apoyo mutuo, cumpliendo metas conjuntas y sueños colectivos. Así es como realmente podemos cambiar al mundo.

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