¿A qué vino “Alito”?

“El egoísta encuentra un placer malsano en turbar la alegría de los demás.” – Dangenne.

 

Por increíble que parezca, cuando a pesar de la arrastrada electoral que la gobernadora electa Rocío Nahle García les impuso a los miembros de la oposición, en donde la diferencia entre su más cercano opositor Pepe Yunes es de casi un millón de votos, estos tienen la sorna y el descaro de impugnar la elección.

Sabedores que simplemente es dilatar la tragedia, los militantes del PRI, obsesionados por demostrar su hombría y su talante, buscan hacerla cardiaca ofendiendo al pueblo de Veracruz.

La sabia conseja del presidente Andrés Manuel López Obrador dictada desde la mañanera de este miércoles, convocándoles a la serenidad y paciencia fue desoída.

La presencia de Alejandro “Alito” Moreno, el dirigente -marrullero- del PRI viniendo alentar la conjura de insurrección tras la derrota confirma que la obsesión por el poder es más grande que la razón.

Los priistas no quieren entender que no entiende que el pueblo de Veracruz no quiere, no desea, no vota y menos avala su presunta defensa del voto por voto, casilla por casilla.

Esa misma demanda que en su momento el presidente López Obrador exigió junto a millones de mexicanos en 2006, y que fue suficiente para el escarnio nacional y la construcción de aquella malsana campaña de que era un peligro para México.

A donde han llegado en su reclamo que hasta sus mismos aliados los primos fifís de Boca del Río han dejado solo al pobre “Pepito de Los Cuentos” en su cruzada irreal de la realidad.

Los verdaderos ganadores y no ganando han sido los Yunes del Estero, que perdiendo ganaron al conseguir llegar al Senado en primera minoría, garantizando hasta la suplencia.

De igual manera sus legisladores federales y locales en el Distrito de Boca del Río, quienes habrán de pretender ser un dolor de huevos para la próxima administración estatal y federal.

La sociedad emitió un mandato claro y contundente el pasado 2 de junio, seguir rascándole los tenates al Tigre es un acto verdaderamente incendiario y hasta constitutivo de una absurda insurrección fundada en la falsa verdad de la defensa del voto de un segmento social que lo que ya quiere es paz y tranquilidad.

Pues donde quedo el vamos a defender al Instituto Nacional Electoral (INE) que hasta con una “marcha rosita” vendieron y defendieron.

Ahora vapuleados y exhibidos llaman a la dirigencia indigna del priista Alito “La Rata” Moreno a venir y sabotear la paz y tranquila de la capital de los veracruzanos, precisamente el día que surgieron bloqueos demandando abastecimiento de agua en la peor temporada de sequía de la que se tuviera registro reciente.

Los bloqueos y manifestaciones de las huestes antorchistas que han estado haciendo cosas buenas que parecen malas y malas que parecen buenas, ya están identificadas, al rato no salgan a decir que son santos e impolutos porque el pueblo de Veracruz ya los conoce e identifica, y sabe de qué piecito cojean.

Es cuánto.

 

Al tiempo.

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Twitter: @LuisBaqueiro_mx

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