Elecciones presidenciales, “y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas”

Elecciones presidenciales, “y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas”

En México, país de grandes desigualdades, el domingo 2 de junio, por al menos un día, el mexicano se olvidó “que cada uno es cada cual”. Por un solo día todos fuimos demócratas y el que quiso fue a ejercer su derecho al voto. Fue, así lo llaman, “una fiesta democrática”. Al final, ya con los resultados en la mano, el “pueblo sabio” decidió que el régimen que nos ha gobernado en los últimos 5 años continue. No les importó la ineficacia del gobierno, no les importó la corrupción, no les importó el saqueo, ni la manipulación. Millones de mexicanos que reciben apoyos por parte del gobierno acudieron a las urnas para agradecer a su benefactor por esos apoyos. Millones de pobres salieron de sus casas para refrendar su compromiso de seguir siendo pobres. Después de todo, ya lo dijo la candidata ganadora, “se puede vivir bien sin trabajar”. Por su parte, la clase media, los conservadores y aspiracioncitas, los que viven bien por trabajar, regresaron a sus hogares decepcionados, confundidos, algunos apaleados. Esa clase no entiende cómo es posible que las personas prefieran las limosnas institucionales que otorga el estado, a cambio de mejores condiciones de vida y mejores oportunidades de trabajo. Por más que le dan la vuelta a la ecuación no lo entiende. Al final, como dice la canción “La Fiesta” de Joan Manuel Serrat, después de esta jornada electoral embriagante “con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas”. Ah, porque estas elecciones no cambiaron las condiciones de vida para la gente rica y tampoco para la gente pobre. El rico seguirá siendo rico, o más rico, y el pobre, seguirá siendo pobre, o más pobre, pero eso sí, con sus apoyos sociales entregados de manera puntual.

¿Y la burla, cómo para qué? La burla es una forma de violencia que envilece al que la lanza y lastima al que la recibe

México es un país dividido. Como diría el cantante Pablo Milanés, “realizaron la labor de desunir nuestras manos. Y a pesar de ser hermanos nos miramos con temor”. Un fenómeno inesperado se está dando en las redes sociales, claro, para algunos, demasiado asiduos a las redes, ni tan inesperado. Muchos, que se sienten vencedores en las elecciones porque su partido político ganó, porque su candidata ganó, se han lanzado con muestras de burla cruel en contra de los que consideran perdedores. “La burla -dice Alejandro Jodorowsky- es el medio que emplea el ignorante acomplejado para sentirse sabio”, para sentirse vencedor. La burla es una forma de violencia que evidencia la baja calidad moral y ética de quien la lanza. La burla es una forma de agresión que lesiona la autoestima del burlado; ese es el fin. Lastima ver que hay personas que suben memes a manera de burla en contra de la candidata Xóchitl Gálvez, como si la senadora los hubiera agraviado tan sólo por competir en una elección presidencial. Xóchitl Gálvez nunca insultó, nunca descalificó, nunca se puso por encima de los demás. Pero los burlones, debido a su escasa humanidad, no necesitan excusas para burlarse. Curiosamente la burla no es patrimonio de los ignorantes, de los insensibles. Alarma que poetas (mujeres poetas), inclúyase a intelectuales, académicos y algunos pensantes, hagan eco de esas burlas denigrantes. Acaso no entienden que la burla, por más mordaz que sea, no podrá sustituir a las ideas. Se burlan como el fanático del futbol que en realidad cree que algo gana cuando su equipo se queda con el campeonato. Al final de la burla sólo queda la miseria; el burlón es más cretino y el burlado, en el peor de los casos, queda resentido. Entonces, ¿qué caso tiene burlarse?

Rizándose las pestañas Mariana Rodríguez reconoce que los números no le favorecen en la elección a la alcaldía de Monterrey

Como si la elección en la que participó como candidata a la alcaldía de Monterrey fuera una futilidad, Mariana Rodríguez, esposa del gobernador de Nuevo León, subió un video para reconocer que los números en la elección no la estaban favoreciendo. En el video Mariana Rodríguez empieza rizándose las pestañas con rímel, como si fuera un comercial de “Cover Girl”. Entonces expresa: “Con los resultados que van ahorita, la capturas que va como el 80, 82 por ciento de actas capturadas, pues el resultado indica que no nos está favoreciendo la elección; sin embargo, habría que esperar a que se capturen todas las actas, esperar el miércoles el resultado definitivo”. En la elección para la alcaldía de Monterrey el candidato por el PAN-PRI-PRD, Adrián de la Garza, aventajaba por 8 puntos a Mariana Rodríguez hasta este lunes 3 de junio, una tendencia que hasta el momento parece irreversible. Vale mencionar que en algún momento se pensó que Mariana Rodríguez podía ser la candidata presidencial de Movimiento Ciudadano en sustitución de Jorge Álvarez Máynez. Con estos resultados se advierte que la señora pudo haber sido un peor desastre que Álvarez Máynez.

Armando Ortiz                                    Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra

 

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