Tal como lo había anunciado, el INE, en los primeros minutos de este lunes, dio a conocer el conteo rápido de la votación presidencial: Claudia Sheinbaum, 58 a 60%; Xóchitl Gálvez, 26 a 28%; Jorge Álvarez Máynez, 9 a 10%. El conteo rápido, pues, le da el triunfo a la candidata oficial.
Con el 24% de las actas capturadas, a la media noche cuando redacté estas líneas, en el PREP del INE, Claudia Sheinbaum sacaba una ventaja del doble sobre Xóchitl Gálvez. Habrá que esperar el final para dar el resultado por definitivo.
Pero la cruda realidad, los datos duros de la elección de Estado, a temprana hora de la noche habían apagado el entusiasmo y la esperanza de millones de mexicanos que deseaban la alternancia en el gobierno.
Si bien casi al parejo tanto Xóchitl Gálvez como Mario Delgado proclamaron que habían ganado, en el caso de él su candidata, los datos que empezaron a fluir fueron confirmando la enorme ventaja que obtiene la candidata oficial.
Si bien la información que se tiene es preliminar, a reserva de la confirmación oficial, la victoria de Sheinbaum parecía irreversible. Prácticamente doblaba a Xóchitl en el número de votos. El porcentaje que le daba anoche el PREP del INE era contundente.
Si se confirma el triunfo, habrá ganado el presidente Andrés Manuel López Obrador. Le habrá resultado su estrategia de apostarle a los programas sociales, lo que garantiza la continuidad de la 4T, la construcción del llamado segundo piso.
Como muchos mexicanos, voté por Xóchitl Gálvez y me deja satisfecho haberlo hecho. Cuando se oficialice el triunfo de Sheinbaum, si se confirma, lo reconoceré sin ninguna objeción. En la democracia, en una elección, se pierde y se gana. Con Xóchitl dimos la pelea, buscábamos un nuevo modelo, el que creíamos que era el mejor para el país.
Optimista, esperaría un cambio con Claudia, respecto a Andrés Manuel, un cambio que ayude a la reconciliación y a un nuevo rumbo para corregir todo lo que está mal, según mi juicio y el de muchos.
Aunque desde antes de las votaciones, ya sabíamos que habrá cosas que estando mal o siendo muy malas no se van a tocar y se van a dejar intactas, como la falta de transparencia, la impunidad y los presuntos actos de corrupción.
Por ejemplo, no se ve que van a investigar los señalamientos contra Rocío Nahle, ni a transparentar el manejo de la refinería de Dos Bocas. Se le va a proteger y se le va a dejar en la impunidad. Sheinbaum la defendió como candidata y lo habrá de hacer como presidenta.
Nahle afirma que ganó
A diferencia de Claudia Sheinbaum, quien hasta la media noche no había acudido al Zócalo a celebrar su probable triunfo, Rocío Nahle lo hizo desde temprano en la Plaza Lerdo de Xalapa.
Sin tener resultados oficiales del OPLE, afirmó que le había sacado una ventaja a Pepe Yunes de 24 puntos.
A la media noche, con el 24% de actas computadas, también le sacaba una ventaja casi del doble.
Se tenía estimado que en la madrugada de este lunes ya se tendrán las tendencias irreversibles.
Un detalle que se observó es que estaba muy lento el conteo, no se sabe por qué razón.
Desde hace 36 años, el columnista no había visto una elección tan concurrida como la de este domingo.
En 1988 Cuauhtémoc Cárdenas ganó la elección a Carlos Salinas de Gortari. Entonces, a Manuel Bartlett, secretario de Gobernación, quien manejaba el proceso electoral se le “cayó el sistema”. El fraude fue monumental.
Habrá que esperar la confirmación de las cifras oficiales para saber los porcentajes de votos que obtuvieron el PRI, el PAN y el PRD para saber cuál será su futuro.
Por lo que hace a Movimiento Ciudadano, tanto en el caso del candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez como del candidato a la gubernatura Polo Deschamps, los porcentajes obtenidos de 10 y 7 por ciento, respectivamente, estaban dentro de lo que se esperaban en el partido naranja.
Esto es, no tendrían problema para conservar su registro.
Queda pendiente también saber el resultado de las votaciones para los candidatos al Senado y a las diputaciones federales y locales.