Rocío Nahle, “la bandida”, dice Xóchitl; “la traidora”, acusa Pepe

Rocío Nahle es como Duarte. O es peor que Javier Duarte. O, dicho por Xóchitl Gálvez, “esa salió más bandida; salió más ratera”.

Y Pepe Yunes, que es bonachón y cordial, pero que cuando aprieta tiene mano de hierro, reclama a “la candidata de Zacatecas” que nada haya hecho por Coatzacoalcos, su pueblo prestado.

Y le llama traidora:

“La candidata de Morena, que nació en Zacatecas, que fue cobijada en este cielo y en esta tierra, traicionó su confianza al no resolver, al no hacerse presente, al no caminar en la solución de los problemas que a ustedes les duelen”.

Y Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato del PRIANRD al Senado, al que el lenguaje rijoso le corre por la sangre, atiza:

“Nos quieren ver la cara a los veracruzanos mandándonos a una zacatecana para gobernarnos. Esa señora no es de Coatzacoalcos y no ha hecho más que robar y hacer las cosas mal”.

Bajo el sol que hierve la tierra, casi 50 grados de sensación térmica, el PRIANRD lanza su resto en Veracruz. Es domingo 26 de mayo. Son las 3 en punto.

La oposición concita las voces de los que repudian a Morena y se proyectan en la candidata presidencial; los que aclaman a Xóchitl y los que ven en Pepe Yunes al que ha de revertir el daño de Cuitláhuac García Jiménez, el desgobernador, y los que se prenden con la voz crítica y el estilo irreverente y echado pa´ lante de Miguel Ángel Yunes Márquez.

Suenan ahí los tambores de guerra, en la carpa instalada a un costado del Centro de Convenciones, en terreno prestado porque el corruptísimo ayuntamiento morenista de Coatzacoalcos negó permiso para usar espacios públicos, como si el suelo de todos fuera propiedad de estos ladrones vulgares. Y desde ahí hacen añicos, pedazos, a la patética zacatecana Norma Rocío Nahle García que un día soñó con gobernar Veracruz, sin ser elegible, violando la Constitución local.

Una carpa monumental. Un contingente que rebasó el espacio. 15 mil asistentes, una buena parte llegando por sus propios medios. Un mitin de cierre regional que congregó a más, mucho más de lo que Rocío Nahle lograría juntar en dos eventos en el parque Independencia de Coatzacoalcos con todo y la titina Claudia Sheinbaum, candidata del Supremo Porro López Obrador a la Presidencia de México.

Detonan los adjetivos. Que si la bandida, que si la ratera, que si la traidora, que si la que miente, que si la que hace todo mal. Y la gente se prende, aplaude, grita, agita las banderas, los emblemas.

Así, a puyazos políticos, Xóchitl y Pepe y Chiquiyunes van exhibiendo, encuerando, mostrando que Rocío Nahle es un mito barato, un cuento, un embuste que usó a Coatzacoalcos, a su broza, a sus fanáticos, a los ilusos y a los incautos, a los jodidos de mente y a los miserables que se venden por un programa social, sobre los que se montó para colmar su ambición.

Xóchitl Gálvez Ruiz, que de pobreza sí sabe, que de marginación sí sabe, que de superación le da a Rocío Nahle una lección, porque tiene raíces indígenas y desafió al mundo y a su suerte para estudiar y triunfar, le lanza un misil, y luego otro, y uno más.

“Esa señora salió una bandida. Y se quejaban de Javier Duarte y ésta salió más ratera. El yerno acaba de terminar la carrera, hace cuatro o cinco años, hoy, gracias a las gestiones de la suegra, más de 100 millones de pesos facturados”.

Y ataca:

“Son unos bandidos. Ustedes no se la vuelvan a creer. Ahí están las casas; ahí están los negocios. ¿Y qué hicieron por Coatzacoalcos? Nada”.

Desollada, despellejada, Rocío Nahle recibe metralla y una paliza verbal. Pepe Yunes –José Francisco Yunes Zorrilla– hunde a daga. Y enfatiza los estragos de Morena y el olvido de Rocío Nahle a la tierra que no la vio nacer.

“Coatzacoalcos hoy vive su peor etapa. Los que venimos aquí vemos un Coatzacoalcos detenido en el tiempo. Vemos un Coatzacoalcos secuestrado por la pobreza y la desigualdad. Hoy vemos un sur que no es digno de la grandeza, de la altura, de la calidad de las veracruzanas y los veracruzanos que pueblan esta tierra.

“Coatzacoalcos –agrega Pepe Yunes– respira tristeza. Coatzacoalcos añora los tiempos idos. Coatzacoalcos es el referente de industria, de empresa, de empleo”.

Y pide el voto para Xóchitl Gálvez. Urge la movilización el 2 de junio. Insta a dejar la casa y salir a votar.

“Ustedes –precisa el de Perote– ya ganaron la precampaña y la campaña. Ahora hay que salir a ganar la elección”.

Chiquiyunes no se queda atrás:

“Esta Cuarta Transformación no ha sido más que mentiras y promesas incumplidas a la gente del sur. Qué triste ver a un Coatzacoalcos perdido y olvidado, sumido en la violencia y la falta de empleo”.

Y para no dejar, le llama “inútil” a Cuitláhuac García y “corrupta” a Rocío Nahle.

El bastión de Morena en Veracruz está horadado. A la cueva política de Nahle se metió Xóchitl y la increpó. En el reducto ficticio de Rocío Nahle, el Coatzacoalcos prestado, Pepe Yunes la llama traidora. En el drenaje de Nahle en el sur, Chiquiyunes la retrata: “corrupta”.

El mitin de cierre regional es sólo una estampa. La movilización es reflejo de operación política olvidada. Se activaron los grupos priistas y panistas que permanecían al margen, agazapados, arrumbados desde que Morena llegó al poder.

Hay un factor clave: la clase media. Hay síntomas de acción política entre los clasemedieros, los apáticos que ahora navegan en las redes sociales y lo mismo dicen que van a votar que invitan a votar.

Hay otro factor clave: el marcelismo que pactó con Nahle, con el ex alcalde Víctor Carranza, con el alcalde Amado Cruz Malpica, y que ya volvió al redil, que rompió lanzas, que le advirtió que fueron aliados, desde el Partido Verde, desde el Partido del Trabajo y operando en colonias aras de piso, pero ya no.

Xóchitl se fue. Pepe Yunes se fue. Chiquiyunes se fue. pero dejaron los epítetos, los adjetivos, las condenas.

Nahle, la bandida.

Nahle, la ratera.

Nahle, la traidora.

Nahle, la corrupta.

Tal cual.

 

POSDATA

 

Alguien debiera decirle a Pepe Yunes, a su war room, que hay genios –genios locos– en Coatzacoalcos que traen en mente aplicar marrullerías al estilo del fraude electoral de los días de gloria del priismo, el 2 de junio. Alguien debiera decirle al candidato de Fuerza y Corazón por Veracruz que uno de sus operadores sueña con el “taqueteo” de urnas con boletas electorales dice tener de sobra. Y, seguro, alguien habrá de aquilatar que con cualquier vestigio de fraude el triunfo lo judicializará Morena y en los tribunales Rocío Nahle le dará la vuelta… El alcalde Pitoloco está feliz. El ave picuda le trae un bebé guinda. El alcalde Pitoloco, un vetarro sesentón, no era así, tan descarado. Probó el poder y se trastornó. Lo Pitoloco ya lo traía pero se cuidaba del qué dirán. Hoy no. Perdió el pudor. Y está feliz. Y la novia, a la que le dobla la edad, más. Un Pitoloquito viene en camino. Sólo que no se le vaya a ocurrir pagar el alumbramiento guinda metiendo la mano al erario porque se le va a armar…

 

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