En la traición de los cuatro diputados morenistas, en el Congreso de Veracruz, puede estar mano del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. El control, que mantuvo sobre el Congreso lo hizo a través de Cecilia Guevara, durante su gestión como presidenta de la mesa directiva del Congreso local y de su hijo, Fernando E. Guevara, subsecretario de Infraestructura y Obras Públicas, premio de consolación al no alcanzar ni siquiera la votación suficiente para ser diputado local plurinominal.
Cuitláhuac lo designó en esa dependencia, no sólo como compensación sino para tenerlo cerca y tener una relación directa con los dineros de esa dependencia. Las renuncias no fueron bajas para Morena, aunque algunos medios así lo hayan interpretado, más bien se trató de arrojar un lastre al basurero.
La renuncia de Morena de la representante del Distrito V de Poza Rica, Cecilia Josefina Guevara Guembe, nacida en Chihuahua, en realidad fue un alivio para el partido en el poder. En meses pasados, fue rechazada por los pozaricenses al tratar de ser candidata a la presidencia municipal, porque en esa ciudad nadie la quiere ni en el resto del país. La conocen desde que era priista y saben que sólo quiere su beneficio personal, al igual que su hijo, quien ya recibió instrucciones al oído de alejarse de la política del gobierno actual.
Otros de los desertores es el diputado del Distrito XXVII de Acayucan, Marco Antonio Martínez Amador; quien ha tenido una carrera política previa como alcalde. En 2020, se reportó un ataque en su casa, debido a supuestas deudas cuando era administrador municipal.
También traicionó a sus electores y la confianza de su partido Fernando Arteaga Aponte, quien fue inhabilitado siete años, por la Contraloría General del Estado por desvío de fondos y actos de corrupción. También se salió de Morena, el representante del Distrito VI Papantla, Bonifacio Castillo Cruz, ex panista renunció porque se había encaprichado en un cargo de elección popular que no le dieron.
Al renunciar a la bancada dijeron que seguirían en Morena, luego dijeron que conformarían un Grupo Mixto, y se saldrían de Morena y finalmente se retrataron son el candidato de la alianza opositora Pepe Yunes, sumándose a su campaña.
Los legisladores argumentaron que la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Veracruz en el artículo 27 detalla que el Grupo legislativo es la asociación de Diputados que se constituye para funcionar durante una Legislatura, con el propósito de garantizar la libre expresión de las corrientes políticas representadas en el Congreso.
Las ratas empiezan a abandonar el barco, porque Cuitláhuac García nunca estuvo de acuerdo con la postulación de Rocío Nahle para sucederlo. Su gallo era el secretario de gobierno Eric Cisneros, a quien le permitió confundir a los veracruzanos mediante una profusa y desproporcionada publicidad de su libro “La negritud en Veracruz”, a lo largo y ancho del estado.
Desde el inicio del sexenio se sabía que la candidata de Morena sería Rocío Nahle, más aún en los niveles en que se movía el gobernador, pero se resistía a creerlo y aunque estuviera convencido de ello, le hizo la guerra hasta que pudo desgastarla en realidad, porque, además, permitió, a través de periodistas muy cercanos a Palacio de Gobierno, que se le denostara diariamente, haciendo una guerra sucia que fue evidente para todos, incluso para Rocío Nahle y por eso se van para no estar al alcance el próximo gobernador o gobernadora de Veracruz.
Ahora que el sexenio se termina, con una clara visión de quién ganará, las ratas abandonan el barco por el peligro de morir ahogadas o sancionadas, porque no fue poco lo que hizo Cecilia Guevara ni su hijo. Porque en el afán de convertirse, cualquiera de los dos, en presidente municipal de Poza Rica, y para intentarlo hicieron guerra sucia desgastando también al actual alcalde que, si bien no ha sido ni muy honesto ni muy leal, no esperaba el fuego amigo de Fernandito y su madre, quienes no lo han dejado gobernar.
Cuando un legislador renuncia a su partido, aunque haya llegado por la vía plurinominal, traiciona a su partido, a la población, al país y a la política que es su manera de sobrevivir. Estos ejemplos son sólo algunos de los que existen en todo el país. Por capricho, por protagonismo, por alcanzar la impunidad a través del fuero, por pensar que perdería el partido al que pertenece, etc.
El oportunismo de los chapulines ha debilitado la democracia en México. Su práctica cotidiana busca reflectores porque de nada le sirve a ningún partido cuatro votos, pero como se trata de seres que renuncian a su militancia, y, por lo tanto, los medios tienen material para escribir ríos de tinta.
La traición es una mancha que no se quita un con el poder ni se olvida con el tiempo. Los traidores se manchan solos en su deambular extravío por la historia y cambiar de abandera por caprichos no sólo demuestra inestabilidad ideológica y metal sino algo que debería ser considerado un delito.
PEGA Y CORRE.- La candidata del PRD a la gubernatura de Yucatán, Jazmín López declinó la noche del domingo 26 de mayo a favor de Morena y su candidato Joaquín Huacho Díaz…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.