Los responsables de la pérdida de identidad, moral, honestidad de los en el poder son los serviles, lacayunos de cada sexenio. “¿Qué hora es? La que usted ordene señor presidente” registra la anécdota. Les llenan la cabeza de fantasías engrandeciéndoles y adjudicándoles valores de los que carecen. La transformación es temprana y quien llegó “con una mano adelante y la otra atrás” se la creen. Lo primero hacerse de bienes materiales de manera ostentosa. Vida de lujos y comodidades que nunca tuvieron. Entran al círculo cerrado de los políticos más beneficiados con la corrupción- parte del erario y otra del narco- e inician los grandes negocios a la sombra del poder. La política para beneficio propio. Después se vuelven saltimbanquis que van de un partido a otro sin vergüenza a rodear a otros incautos y sacarles provecho. Política nuestra. ***Los de MORENA se distinguen por prepotentes, soberbios, ignaros. Las plumas que les sirven avergüenzan al periodismo nacional que ha tenido grandes hombres y mujeres. Hernán Gómez Bruera tiene unas ínfulas y se las da de periodista y es un porro vulgar, corriente, sin educación. Comparte mesa de análisis con Juan Ignacio Zavala y Luis Cárdenas. Con un ego enfermizo en vez de hacer una reflexión seria aprovecha para ponderar sus supuestas virtudes. Los periodistas debemos ser apartidistas. Sirve a la Sheinbaum y la daña pues su lisonja es tan falsa como él. Dijo que Claudia tiene la figura de Margaret Thatcher. No vale una línea más. *** Tuve el privilegio de convivir con algunos de los periodistas de la vieja guardia de Excelsior, el Universal, El Sol de México, el Heraldo, el Sol de México y otros más. Entrevisté a Juan de la Cabada, Monsiváis, Renato Leduc y sé el valor del conocimiento que me brindaron. Hoy cualquier estulto se dice periodista*** Y para las agruras…