A la candidata de Morena a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, no le fue bien en su visita a Veracruz este miércoles. Apenas aterrizó en el aeropuerto Heriberto Jara, la recibió un calorón de 47 grados, tuvo que soportar que le gritaran ¡fuera, fuera! en la Sala de Equipajes y le dieron la noticia de que el esposo de la señora Rocío tiene en Monterrey otro terrenito de apenas 119 metros cuadrados que no aparece en su declaración patrimonial.
¿Otra propiedad, Chío?
No hagas caso, manita; son infundios de los conservadores.
En Orizaba le tocó ver el cariño que los orizabeños le tienen a los candidatos de su partido a la diputación federal y local, Igor Rojí López y Corina Villegas, a los que les pegaron una sonora rechifla acompañada de los consabidos ¡fuera, fuera!
Por fallas en la logística llegó retrasada casi dos horas a Zongolica donde tuvo una fría recepción. Y es que a nadie le gusta esperar tanto tiempo a las visitas.
Fue ahí donde dijo: “Sé que (Rocío y yo) llegamos un poco retrasadas, pero veníamos de Veracruz y ya me di cuenta cómo están los caminos…”. Casi a renglón seguido prometió mejorar la infraestructura vial que quedó del asco debido al atraco de gobiernos anteriores.
Y esa no la dejó pasar el legislador local Marlon Ramírez Marín que escribió en sus redes: Candidata @Claudiashein llegó tarde a #Zongolica porque en el @GobiernoVer se robaron el dinero de @SIOPVeracruz constituyendo 32 empresas nuevas para adjudicarse al menos 63 contratos por $623,963,518.39 y hacer obras de mala calidad o peor aún, (obras que) no se hicieron. ¿Esa es la continuidad que usted ofrece?
Y para que nadie pensara que lo que dijo fue un chisme, anexó el listado de las 32 empresas.
Esta sería una más de las denuncias que el legislador del PRI ha presentado sobre la corrupción imperante en el gobierno de Cuitláhuac García, que nos vendieron como un gobierno donde no se permitirían actos de corrupción ni desvío de recursos.
En septiembre anterior Marlon denunció un presunto atraco por 1,593 millones de pesos en los Servicios de Salud de Veracruz (SESVER), donde estarían involucradas 18 dependencias estatales y sujetos como el primo hermano del gobernador, Eleazar Guerrero Pérez, en ese entonces subsecretario de Administración y Finanzas de Sefiplan.
La bronca lector, es que es la hora en que ninguno de los involucrados a sido al menos invitado a tomarse un cafecito con un juez para que aclare el multimillonario robo, a pesar de las pruebas documentales que presentó el legislador tricolor.
Pero hay más.
Hay presuntos desfalcos, empresas fantasma y aviadores en la SEV; presunto desvío de recursos en las secretarías de Turismo, Seguridad Pública, Salud y en la Procuraduría del Medio Ambiente. Y si tantito le rascan las autoridades, verán que hay millonarios o multimillonarios chanchuyos en prácticamente todas las dependencias.
Esto sin contar con lo que se han robado los alcaldes de Morena despachándose con el cucharón del mole, principalmente en los municipios más fregados.
¿Sabrá esto la señora Sheinbaum? ¿Sabrá que en las más de 25 visitas que ha hecho su jefe Andrés Manuel a Veracruz como presidente, no ha entregado ni siquiera un aula en una escuela rural? ¿Sabrá que a pesar de lo mucho que dice querer a sus “paisanos” veracruzanos, Veracruz es uno de los estados más abandonados por la administración federal?
De seguro no, si así fuera no se atrevería a decir que apoyará a los veracruzanos como lo ha hecho el presidente López Obrador.
Quizá porque ya la engañan desde ahora, Claudia Sheinbaum ignora que el Veracruz que visitó es una entidad violenta y devastada por un gobernador inepto, inculto y arbitrario que ha tomado la ley en sus manos para violarla a su antojo. Un estado donde hay más presos políticos que en ninguna otra entidad del país.
Un estado con más de 6 mil homicidios dolosos que incluyen feminicidios impunes, además de secuestros y desapariciones forzadas que ya forman parte de lo cotidiano; un estado que carece de buenos hospitales y padece un desabasto crónico de medicinas.
Un estado que puede ser gobernado por una mujer que se ha convertido en símbolo nacional de la corrupción; un estado donde los que prometieron que serían diferentes, están robando más que los de antes y un estado cuarteado por la pobreza en la que viven cinco de sus ocho y medio millones de habitantes.
Ese es el estado que visitó la señora Sheinbaum pero que no le dejaron ver con sus ¡vivas! y ¡bravos!, los hastiados y agotados acarreados que Rocío Nahle trae a muy mal traer por los municipios que ha visitado.
Y como la candidata presidencial llegó invitando a votar para que siga la Cuarta Transformación, que no se llame sorprendida si en el aeropuerto le pidieron a gritos que se fuera.