“El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia.” – Ricardo León.
Este fin de semana fue una oportunidad inigualable para poder comenzar a definir por quienes habremos de votar en la jornada comicial del 2 de junio.
Quedó claro que, en la disputa por la gubernatura de Veracruz, como por la presidencia de México, las y los candidatos intentaron presentar con gran objetividad sus mejores ofertas y propuestas.
Pero claro que el espacio se presta como el escenario irrenunciable para pretender desacreditar y descalificar al oponente.
En el caso del debate a la gubernatura de Veracruz, se vio a una candidata presentando propuestas en la persona de Rocío Nahle García, mientras el candidato opositor Pepe Yunes repitió más de 14 veces que la candidata era zacatecana.
Yunes Zorrilla investido en el traje de un muy mal boxeador callejero, repitió un discurso que ya evidencia la estrategia construida ex profeso para simplemente descalificar al oponente.
La misma la empleó también Xóchitl Galvéz en su debate, al abrir sus participaciones tanto ella como él, emplearon adjetivos para descalificar a sus oponentes, uno gritándole su origen, la otra diciéndole “la candidata de las mentiras”.
Que si el recibo de la luz de una propiedad era de 33 pesos –por cierto, una casa que ya no aparece en la declaración patrimonial- de la misma Nahle, fue una de las tantas faltas a la buena conducción de un diálogo que solo sirvió para denostar.
Quedó claro que ante la falta de oferta política la diatriba es la principal herramienta del discurso, un discurso basado en falsedades y en ofensas.
Tras la participación de todos los candidatos, al menos en Veracruz, la guerra se desató en redes sociales, en donde todos los compinches del candidato opositor salieron como merolicos a repetir que él había ganado el debate, grabaron vídeos, subieron mensajes construidos con la intención de pretender hacer cambiar la opinión de las y los veracruzanos.
Lo que no midieron es que la sociedad se da cuenta de ello y ya no compra estas malas versiones.
De Movimiento Ciudadano (MC) y la participación de sus dos candidatos, tanto Jorge Maynez como de Polo Deschamps, pretendió ser la vía alterna de propuestas y por supuesto de ariete para golpear a los candidatos opositores, al menos en Veracruz, ese fue el rol y papel que Deschamps Espino Barros.
Al final llama la atención de que Pepe Yunes no mencionó para nada a Xóchitl Galvéz evidenciando que su misión era concentrarse en golpear a la puntera, sabe que Gálvez Ruiz tiene perdida la elección y él también, pero al menos pretendió ver si le arrebataba algunos puntos.
Lamentablemente la oportunidad inigualable que representaba el debate terminó siendo el espacio para lanzar una hondonada de descalificaciones y mentiras, que en nada abonan a la democracia, pero ese es el nivel de los políticos mexicanos.
Y para usted, ¿Quién ganó el debate?
Al tiempo.
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