A 47 días de las elecciones el mundo se le vino encima a la zacatecana.
Prácticamente perdió el control del sur de la entidad donde se mueve el 37% de la votación luego del manifiesto respaldo a Pepe Yunes de los más importantes sectores productivos y empresariales empezando por Coatzacoalcos en donde Carlos Vasconcelos mantiene un férreo dominio político.
Ganaderos -caciques incluidos-, petroleros sin su líder que se abrazó a Morena, enclaves como el de Isla y feudos como el de los Vásquez en Cosoleacaque y el territorio que aun controla el expresidente municipal de Minatitlán, Luis Reyes Luna, así como grupos de autodefensa, le entregaron la plaza.
Lo mismo sucedió en Puente Nacional, Úrsulo Galván, Paso de Ovejas, La Antigua, Soledad de Doblado -enclave de Yunes Linares-, Manlio Fabio Altamirano y Cotaxtla.
El corredor Veracruz, Boca del Río, Medellín y Alvarado que nunca han estado bajo el control de Morena ya se declararon listos para inclinar la balanza en favor de Pepe.
En el centro, la zona de las Altas Montañas, prácticamente se amarraron las más importantes plazas, salvo Córdoba, enclave Morena, pero Orizaba, Fortín, Ciudad Mendoza, Ixtaczoquitlán y Río Blanco, este último que controla David Velázquez Ruano, quien ya fue alcalde, decidió aceptar la coordinación de los trabajos de la Coalición Fuerza y Corazón por México por el PRD y estará a cargo de la promoción del voto y no precisamente por Morena partido al que desertó.
En el norte ni modo que Joaquín Guzmán, el Chapito, cacique de la región ni modo que no entregue buenas cuentas.
Hasta en Pánuco los García Guzmán no tuvieron mas que arrodillarse ante la avasalladora presencia de Pepe Yunes a quien la ciudadanía se le entregó.
Y Xalapa y municipios conurbados hasta Perote, Las Vigas, Altotonga y de este lado Coatepec y Estanzuela y Emiliano Zapata no tienen problema de definición.
En la capital es donde se registra la mayor desesperación de Nahle ante la ola opositora que activa Américo Zúñiga.
A estas alturas la única esperanza de la zacatecana está en la burocracia y un pretendido control de la votación en su favor misma que le encargaron ¡imagínese usted! al pillo de siete suelas Eleazar Guerrero.
El exsubsecretario de Finanzas quien está en la lista de los “Panamá Papers” por la exportación de dinero público a Paraísos Fiscales fue responsabilizado por Nahle de que, a como diera lugar, se obligara a la burocracia no solo a votar, sino a trabajar en la promoción del voto.
Pero todo le ha salido mal.
La infidencia de una empleada de SEDARPA -cuyo anonimato nos reservamos por razones obvias- dibuja de cuerpo completo a este patán:
“Le quiero escribir lo que nos hicieron hoy el llamado equipo político de Unidos Todos que lidera Eleazar Guerrero Pérez. Nos mandaron a la 1 pm a una reunión secreta; nos quitaron el celular para entrar, en un salón donde hacen las fiestas de UT (está en La Progreso, me parece que es propiedad de Ulises Rodríguez Landa y es dónde hace sus borracheras Eleazar, Evaristo y llevan a empleadas para que les hagan compañía y otras cosas)”.
“Estuvimos ahí para lavarnos el cerebro una vez mas de parte del señor Eleazar con sus discursos de que el sigue en la lista pluri y será diputado y que todos tendremos trabajo”.
Y concluye:
“Ya nos dijeron que nos va a traer en chinga de aquí al 29 de mayo pintando bardas y asistiendo a eventos y que si no lo hacemos nos corre”.
Es así como la desesperación ha invadido a Morena.
En la Secretaria de Educación de Veracruz, la SEV, obligan a los maestros de “Educación Indígena” del norte centro y sur de la entidad a acudir a mítines políticos que disfrazan como una actividad educativa denominada “Jefe Akun” (Todos Somos, en Tutunaku).
La invitación obligatoria se extiende a maestros, directores y supervisores quienes deberán llevar lonche -desayuno y comida- ya que habrá “un dialogo con aspirantes a diputados de Morena”, nos escribe Lucía Tepole.
Es así como rumbo al 2 de junio, la chairiza da patadas de ahogado obligando a la burocracia a cerrar filas -familiares incluidos- en favor de la zacatecana.
Es la crónica de una muerte anunciada.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo