Le vino a jalar las orejas

Con la “autoridad moral” que los caracteriza, Andrés Manuel López Obrador afirmó el viernes que lo que sabe y le “consta” es que Rocío Nahle es honesta.

 

Fue todo lo que dijo. Pero incluso, de entrada, cuando se le preguntó sobre el tema de la mansión en El Dorado trató de evadirlo: “Ah, no podemos meternos en eso”.

 

Por lo que se reflejó en las redes sociales, salvo los defensores y aplaudidores de la zacatecana, nadie más le creyó.

 

Menos, luego de que antes el gobernador Cuitláhuac García Jiménez expresó que en Veracruz la “estrategia de abrazos, no balazos”, funciona.

 

Pareció, más bien, que AMLO vino a jalarle las orejas, a hacerle un llamado de atención, a lanzarle una advertencia por el daño que le está causando a su partido.

 

“Sí ayuda mucho la austeridad republicana… lo que decía el poeta veracruzano Díaz Mirón: ‘Nadie tiene derecho a lo superfluo mientras exista quienes carecen hasta de lo más indispensable’. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.

 

“Y si hablamos de casas, vayan por allá por Veracruz, por el puerto, para que vean lo que son mansiones, allá por Boca del Río…”. Podría interpretarse que lo dijo por los Yunes azules, pero ¿también fue un se los digo Yunes para que lo entiendas, Rocío?

 

¿Hacia quién más podía haber estado dirigido el mensaje si no es que a ella por el lujo y la ostentación que hace a diario con la mansión en la que vive, con el vistoso y costoso convoy con el que se moviliza?

 

El pasado 6 de febrero, el mismo Andrés Manuel presentó una batería de reformas constitucionales, una de las cuales, entre 20, propone convertir en política de Estado la austeridad republicana. Con hechos, Rocío se pitorrea de él, lo deja en ridículo ante los suyos.

 

Mientras la candidata de Morena vive en una ostentosa mansión valuada en entre 40 y 50 millones de pesos, el 1 de febrero pasado, el propio Gobierno de México, en su Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2024, presentó un panorama desolador sobre la pobreza en el estado, en el que calificó de “alto” el grado de marginación y de “muy alto” el grado de rezago social.

 

De una población de 8 millones 131 mil 584 personas, 4 millones, 244 mil 700, el 51.7 por ciento, vive en pobreza, de los cuales 3 millones 166 mil 400 viven en pobreza moderada, 1 millón 078 mil 200 en pobreza extrema, y solo 1 millón 278 mil 200 de la población es no pobre y no vulnerable.

 

¿Con qué autoridad, pues, pueden hablar Morena y sus candidatos de austeridad cuando su candidata a gobernadora vive entre el lujo y la ostentación? ¿Con qué autoridad puede hablar ella de transparencia y combate a la corrupción cuando no comprueba con documentos que en efecto la renta y cuánto paga mensual, o la presunta dueña del terreno no aclara de dónde sacó el dinero para pagarlo en efectivo y además para construir el costoso inmueble?

 

Para AMLO, es “honesta”, solo eso. Sin probarlo. Solo porque él lo dice. Pero, ¿cómo puede tener credibilidad un hombre que menosprecia el Estado de derecho: “no me vengan con que la ley es la ley”, o que proclama que por encima de la ley está su “autoridad moral”?

 

Cuando, por ejemplo, Guerrero está en poder de la delincuencia organizada, qué casualidad que vino a Coatzacoalcos solo a encabezar una reunión de seguridad.

Fue obvio que vino a tratar de contener el tsunami de críticas y señalamientos que despertó la revelación de que su candidata vive en una mansión que valúan en entre 40 y 50 millones de pesos, aparte su mansión en Coatzacoalcos.

 

En su conferencia de prensa mañanera estaba obligado, una vez más, a meterle el hombro al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, a apuntalarlo, pero también a tratar de salvar a su candidata del descrédito público. Ni modo que la exhibiera públicamente. Pero no tenía ni tiene con qué defenderla, por eso se limitó a decir que es honesta.

 

Conociéndolo como es, acostumbrado a descalificar a todo mundo, como los caballos mordió el freno. Por ejemplo, no mencionó por su nombre ni a los Yunes ni a Arturo Castagné Couturier, quien detonó el escándalo (de adentro me han dicho que el único que tuvo acceso a toda la información privilegiada y comprometedora fue Eric Cisneros).

 

No se quiso exponer, sin duda, porque no sabe qué más le van a sacar a la luz pública a su recomendada, además con pruebas, con documentos, como lo hizo el empresario citrícola de San Rafael.

 

López Obrador la impuso como candidata y la tiene que tratar de sacar adelante como pueda. No le será fácil ni por su origen zacatecano ni mientras no transparente sus bienes y el origen de los recursos con los que los adquirió. Una revisión a su declaración patrimonial no justifica de dónde saca para el tren de vida que lleva.

 

Incluso, el sábado, en Ramos Arizpe, Coahuila, la propia Claudia Sheinbaum proclamó que: “Nada que ganar más que el presidente o andar en camionetotas, los gobernantes somos del pueblo de México”. Rocío no solo anda en una, trae atrás de sí todo un convoy ostentoso de varias.

 

En seis días más iniciarán las campañas para la gubernatura y luego vendrán los debates. La oposición ya tiene bandera y material para mostrarle a los veracruzanos, con ejemplo vivo, que eso de que no son iguales es puro cuento, porque son peores.

 

La pobre y fallida defensa que han intentado de Nahle, los que la han intentado, ha demostrado que no saben cómo hacerlo porque no tienen con qué. Solo unos cuantos no quieren ver, o se tapan los ojos a propósito para no verlo, el elefante rosa que tienen en medio de la sala, y el problema para ellos es que, en cambio, lo visualizan, desde cualquier punto del estado, el resto de millones de veracruzanos.

 

En Morena tratan de descalificar a Pepe, a los Yunes Linares-Márquez, a Castagné Couturier, pero lo hacen chapaleando en un lodacero de descrédito en el que más se hunden entre más lo intentan y a la vez ayudan a impulsar a la oposición. Llegaron al grado de amenazar al empresario y lo único que provocaron fue que una masa de la población saliera en su apoyo y en su descalificación a Rocío, lo que, sin duda, tendrá un costo en las urnas.

 

Los percibo muy nerviosos, preocupados y hasta desesperados. Tienen motivos suficientes. La misma candidata les mató el discurso de campaña, aun antes de que empiece. No tiene ni tendrá credibilidad ni generará confianza entre el electorado mientras no predique con el ejemplo. Si ya con lo de su origen recibía el rechazo de miles de veracruzanos, mientras no aclare lo de su mansión el número se multiplicará.

 

¿Hará campaña durmiendo en una mansión calculada en entre 40 y 50 millones de pesos mientras más de la mitad de los veracruzanos viven en la pobreza?

 

Por cierto, en su galería de fotos de la conferencia de AMLO en Coatzacoalcos, el Gobierno de México no subió una sola donde se viera con él el gobernador.

 

Reconocimiento implícito a Manuel Huerta

 

En cambio, en su conferencia mañanera del viernes, el presidente hizo un reconocimiento implícito al candidato al Senado y exdelegado de Bienestar, Manuel Huerta.

 

Mencionó que en el país existen 35 millones de familias beneficiadas con al menos un programa social, y como parte de ellas, en el caso de Veracruz son 2 millones 391 las que cuentan con al menos uno de ellos.

 

O sea, en cada hogar hay cuando menos un adulto mayor recibiendo su pensión, un niño una beca Benito Juárez, una mamá trabajadora un apoyo del gobierno o un joven está capacitándose y recibiendo al mes un recurso económico.

 

Ese dato no es menor porque esa cifra representa potenciales votos que puede recibir Morena, y si se tiene ese padrón considerable se debe al trabajo que con su equipo realizó Huerta.

 

López Obrador aprovechó, no podía de ser de otra manera, para raspar a la oposición, al decir que antes quienes manejaban los recursos los desviaban y se quedaban con parte de ellos o con todo, lo que se evita ahora con más de 3 mil sucursales del Banco de Bienestar, con lo que los beneficiarios los cobran en forma directa.

 

Manuel hace campaña en “territorio”, sin acarreados, sin ostentación de ninguna especie, se mueve a bordo de una camioneta de modelo atrasado con solo un chofer y un auxiliar y la casa en la que vive ya se la ha mostrado a reporteros, a quienes ha invitado a desayunar ahí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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