Han sido tantos los yerros, tantos los desatinos y torpezas del gobernador saliente Cuitláhuac García que a los ocho millones de veracruzanos nos queda claro que lo último que haríamos seria votar por un continuismo que permitiera la asunción de la zacatecana Rocío Nahle.
Veracruz ha tenido malos, muy malos gobernadores, pero ninguno como este que deja una indeleble huella de dolor y muerte en una entidad que nunca gobernó.
Solo cumplió con entregar la plaza al crimen organizado al igual que prácticamente todos los recursos financieros públicos para una causa y proyecto fracasados en favor de quien hoy termina por ser considerado Narcopresidente.
¡Vaya pena!
En mala hora para Nahle recibe tamaña herencia que acaso es en justo pago a su nada limpia trayectoria plagada de corrupción.
Así que tal para cual.
Difícilmente la oriunda de Zacatecas podrá presumir el segundo piso de la Cuarta Transformación cuando el primero hace tiempo se cayó.
Imposible cacarear el nuevo Veracruz que prometió el Peje en nombre del bendito -como así calificó al Cuícaras- cuando en los hechos las dos terceras partes de Veracruz están bajo control de siete Cárteles.
Cuando estamos en primer lugar en asesinatos de periodistas, segundo en feminicidios, tercero en desaparecidos y penúltimo -el gobernador- en aceptación ciudadana a nivel nacional.
Cuando ha cambiado a mas de la mitad de sus colaboradores, unos por deserción otros por ineptos y los más por rateros.
Punto mas que imposible que la de zacatecas, ahora que asoma la campaña por la gubernatura, muestre orgullosa que Veracruz tiene un sistema de salud, no como el de Dinamarca sino como el de Ciudad Neza en el estado de México, primer lugar en morbilidad.
Lo que si es muy probable que ostente como logro de la administración que se va por la puerta de atrás -y Cuitláhuac tal vez a Pacho ahora que gane Pepe- es la generación de empleo.
Desde luego que debe ser muy cuidadosa cuando aborde el tema ya que, si bien aumentó al igual que la burocracia sólo fue en favor de los chairos, de toda la horda de cacalovers especialistas en la hueva, el acoso y el moche.
Debe reconocer la aspirante a gobernar Zacatecas -Up´s, perdón Veracruz- que, en efecto, aumentó el ingreso de la policía, pero fue producto de las mordidas, convenios con grueros y cuotas de extorsión a transportistas.
Y si, en materia de medicinas se registraron importantes logros fue por las medicinas caducas. Esas que fueron compradas por Ramos Alor, quien anda tras el fuero por si las moscas.
¿Qué otro logro?
Pues, más patrullas, aunque compradas a sobreprecio.
¿Y el 99% de la obra pública entregada sin licitación?
Ese si es récord. Más aún que puentes y carreteras solo se hicieron en el dibujo virtual porque 700 kilómetros de vías estatales están para llorar.
Pero no seamos tan delicados.
La Nahle si podrá salir a presumir que los presos en cárceles, la mayoría en proceso de juicio y sentencia y los presos políticos no votarán porque ¡Uyy, Dios! en manos de quienes estamos.
En materia educativa cuánta méndiga transa se cometió, pero esa no se puede presumir, pero sí prometer que ya nos chingaron, no nos volverán a chingar.
Eso sí, conviene ahora que esté en sus mítines con vallas que las “Empresas Fantasma” serán legalizadas -constitucionalmente- para que no tengan pretexto para atacarnos.
Y de Cuitláhuac, de preferencia mejor no mencionarlo en la campaña. Ni mencionar a sus padres, hermanos, medias, primos y toda la runfla de parásitos, todos adscritos a la nómina.
Todo será a la matalacallada.
Se trata de no hablar de todo este desmadre de Cuitláhuac y menos presumir, no sea que la gente se vaya a encorajinar y vote en contra.
Aunque pensándolo bien, aunque vote.
No será por Morena ni por Zacatecas porque… ¡este arroz la se coció!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo