“Jóvenes, defiendan la democracia”. Mensaje a los jóvenes mexicanos de Cayetana Álvarez Toledo, diputada del Partido Popular de España

“Jóvenes, defiendan la democracia”. Mensaje a los jóvenes mexicanos de Cayetana Álvarez Toledo, diputada del Partido Popular de España

Invitada al Foro de las Ideas que se realiza en Puebla, la diputada del Partido Popular de España, Cayetana Álvarez Toledo, vino a despertar las mentes de los jóvenes, esos “hijos de la larga paz liberal” que dan por sentada la democracia que nos heredaron nuestros padres y que hoy está en peligro. Transcribimos parte de su discurso ante los jóvenes que asistieron a este Foro de las Ideas: “Jóvenes defiendan la democracia. Bueno hagan algo más que eso conviértanse en auténticos militantes de la democracia mexicana. Las encuestas en todo el mundo son preocupantes, también en América Latina. Muchos jóvenes empiezan a desvincularse afectivamente de la democracia y sus instituciones. Hijos de la larga paz liberal, o la dan por sentada o apenas la valoran. No han sufrido en carne propia su alternativa, el régimen de partido único, la falta de libertad, la censura, la dictadura, yo tampoco. Y sin embargo los veo venir, ahí están, los “burros de Troya” de la democracia. Cabalgan al lomo de la ignorancia y la polarización, se disfrazan de demócratas para reventar la democracia desde el interior. Convocan a elecciones, sí, pero luego las amañan por detrás, compran votos y esas cosas. Aceptan que exista algo llamado oposición, algo llamado Poder Legislativo y algo llamado Poder Judicial, pero luego los maniatan, los someten y los sofocan. Por cierto, qué emocionantes las marchas mexicanas en defensa del Instituto Nacional Electoral. Ese es el camino de la militancia democrática, el de la movilización, el del coraje y la capacidad de desafío. Voy a hablarles con claridad por respeto a la verdad a todos ustedes y porque las circunstancias, creo que lo exigen. México este país formidable, esta nación admirable, esta potencia económica y cultural impresionante, está siendo tomado por el crimen organizado con la complacencia de quienes debieran defenderlo. “Abrazos, no balazos”, o más bien abrazos a los que dan balazos. El eslogan es bonito pero el resultado es catastrófico, catastrófico para la democracia y sobre todo para los jóvenes. Miles de jóvenes mexicanos están matando y muriendo, miles de jóvenes mexicanos están viendo truncadas sus vidas en los cementerios y el los sórdidos pliegues del hampa. Y esto no es responsabilidad sólo de los criminales. También lo es y principalmente de quien diseñan y aplican las políticas de seguridad. Cuando un gobierno no aprecia o menosprecia la ley, cuando un gobierno decide acunar amablemente la delincuencia, cuando un gobierno traslada la falacia de que las cárceles son bastiones de una cultura autoritaria y represiva, cuando un gobierno permite a los criminales quedar impunes, o en algunos casos, incluso peor, pacta con ellos, el crimen avanza, prospera, se adueña de las instituciones, atrae nuevas vocaciones, se convierte en un atajo para jóvenes extraviados, en un atajo hacia el abismo. Llaman política de abrazos a lo que no es más que una mezcla letal de incapacidad o de connivencia. Y además dicen que no hay alternativa. Y yo quiero decir que sí la hay. México no está condenado a sufrir más de 30 mil asesinatos al año, México no está condenado a ser cortijo de los cárteles, México no está condenado a mutar a un narcoestado o algo parecido. El crimen organizado sí puede ser derrotado, sólo hacen fata dos cosas: Políticos valientes y jóvenes rebeldes. Rebeldes, sí. Jóvenes mexicanos, rebélense, rebélense frente a la violencia y la resignación, exijan a sus gobiernos instituciones limpias y calles seguras. Reclamen la máxima contundencia con las mafias y los cárteles. No permitan que nadie, por incompetencia o interés, destruya la democracia que sus padres con tanto esfuerzo les legaron. Les va la vida en ello y lo digo literalmente, sin seguridad no hay libertad, ni bienestar ni prosperidad ni presente ni futuro ni nada”.

Mario Chama, exalcalde de Teocelo, coloca a sus hijas, Mara y Nitzia, como relleno en las listas plurinominales de MC y el Verde. Hasta parece que las anda mercando

Buen marchante resultó Mario Chama, el amigo de Reynaldo Escobar, quien se hiciera rico vendiendo tortillas a los penales del estado de Veracruz, que en algún momento se encadenó a las rejas de Finanzas para que le pagaran los kilos de tortilla que le quedaron a deber. Pues resulta que el exalcalde de Teocelo, logro colocar a dos de sus hijas en las listas para diputados federales por la vía plurinominal. A Mara Yamileth Chama Villa la colocó en la posición 6 del Verde Ecologista, con muy pocas posibilidades de obtener una curul. A la otra hija, Nitzia Anahí Chama Villa la colocó en la posición 6 de los plurinominales del partido Movimiento Ciudadano; también con muy pocas posibilidades de alcanzar una curul. ¿Cómo le hizo Mario Chama? Pues a nadie le cabe duda de que el señor, quien en algún tiempo se hizo pasar por periodista, es un buen marchante. Las dos jóvenes, por supuesto, no tienen arrastre político, son hijas de la comodidad que les ha brindado el padre. En Teocelo no las quieren. Y como mejor ejemplo está el caso de Mara Yamileth, quien quiso se alcaldesa de Teocelo, heredar el cargo del padre. Pero los teocelanos le dijeron que no; y eso que la guapa señorita contó con todo el apoyo de su amigo “muy cercano”, el Bola 8, Éric Cisneros Burgos, quien entonces estaba en la “plenitud del pinche poder”.

Alejandro Murat, cuando la decencia no es algo de familia. Se presenta a evento de Sheinbaum con gorra de Morena

Cuando Javier Duarte era gobernador de Veracruz salió a la luz un audio en donde se escuchaba como el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y el de Oaxaca, José Murat, se ponían de acuerdo para robarse 30 millones de dólares del Seguro Popular. José Murat es de esos políticos corruptos que salieron impunes y que en la “plenitud del pinche poder” pudo dejar a su hijo, Alejandro Murat en el poder. Alejandro Murat, ante las circunstancias del gobierno de López Obrador, al final de su gobierno, entregó el estado a Morena. Hoy, gracias a Murat, en Oaxaca gobierna Morena. Pues a pesar de ello, Alejandro Murat todavía quiso ser candidato presidencial por la alianza entre PRI, PAN y PRD. Tuvo ese descaro Murat. Cuando se le cerraron las puertas a Murat, fue que buscó a su amigo el presidente López Obrador, a los de Morena. Después de muchos jaloneos lo pusieron en la lista para un lugar en Senado por la vía plurinominal. Ahora, con su gorra de Morena, como cualquier militante, asiste a los mítines de Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena. Por supuesto, nos queda claro que la indecencia es el sello de los Murat. Y si el día de mañana el gobierno cambia y gana la oposición, Alejandro Murat buscará algo de valor, para mercar con el poder, porque así son los indecentes, nunca dejan de vivir batidos en el estiércol.

Armando Ortiz                        Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra

 

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