El PRD de Pepe y la fórmula al Senado

““Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos.” – William Shakespeare.

 

Érase una vez en un estado del Golfo de México, donde está historia se desarrolla, corrían las elecciones por la sucesión gubernamental del 2018.

Cuentan los libros de historia, que, en la boleta electoral, aparecen cuatro nombres: Miguel Ángel Yunes Márquez, por la coalición PAN-PRD-MC; José Francisco Yunes Zorrilla, por la coalición PRI-PVEM; Cuitláhuac García Jiménez por Morena – PT; y July Sheridan –la única mujer- por Nueva Alianza.

El escenario estaba más que cantado afirman los conocedores para que se diera continuidad al Gobierno Bianual del PAN-PRD –el mismo que había acabado con el poder hegemónico del priismo-, que en ese momento encabezaba el padre de uno de los candidatos al Gobierno de Veracruz.

Nadie contempló, que el fenómeno López Obradorista y su Morena habrían de ser suficientes para arrasar en la elección y dar un vuelco total a la geografía política nacional y estatal.

De la noche a la mañana, un ingeniero mecánico eléctrico, catedrático de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana (UV) se convierte en mandatario estatal.

Los expertos afirman que al menos los candidatos con información estadística de primera mano pudieron prevenir el escenario. Fue ahí que se construyó la siguiente historia.

Dicen que habría sido tal la presión ejercida por el régimen yunista en contra del priismo corrupto y corruptor de Javier Duarte de Ochoa, que estiraron la liga de más, provocando que los priistas aún en libertad con capacidad económica inclinarán la balanza a favor de Morena, en su afán de salvarse de caer en la cárcel producto de la encarnizada persecución emprendida por el gobierno bianual.

De esta manera, con esa información en su poder, uno de esos políticos sagazmente construyó un puente que le permitiera en la derrota construirse una red de salvación, que lo ayudará a asegurarse un futuro promisorio en la siguiente oportunidad.

Así es como advierten algunos que el priismo –más selecto de Enrique Peña Nieto- pudo transitar y construir una tabla de salvación en el devenir transformador del Morenismo de Andrés Manuel López Obrador.

No se sabe, con claridad, si lo que después sucedió se construyó por recomendación directa del presidente saliente con el entrante, pero lo que sí es evidente, fue que para Pepe Yunes Zorrilla, el futuro político en las aguas turbulentas de la 4T, le permitió cruzar cual Moisés el Mar Rojo en su huida del Faraón.

Pepe Yunes perdió la elección a gobernador en 2018, pero garantizó y afianzó su poder político en la región de Perote. Fue así como en el proceso electoral intermedio del 2021, llegó y mantuvo para el PRI el distrito electoral federal, a pesar de la apabullante y barredora elección que casi exterminó a la oposición en la entidad.

Fue precisamente en ese año, que los ex miembros del Gobierno Yunista comenzaron a caer en desgracia, cuales fichas de dominó, acomodadas unas tras otras.

A la cárcel enviaron a Rogelio Franco Castán, líder moral del PRD, -pieza fundamental para la victoria que sacará al PRI del Gobierno de Veracruz- junto con él, la lista de actores de oposición fue engrosando, personajes como Tito Delfín Cano, líder electo del PAN, líderes del PRD, ex diputadas federales, y hasta el mismo ex fiscal General, Jorge Winckler pagaron las reacciones beligerantes e incendiarias del Yunismo.

De ese modo, un plan mefistofélico, se construyó y consumó. Era tal el desconocimiento de la cosa pública de los miembros de Morena en el poder, que previó a la toma de posesión, alguien extrañamente los comenzó a asesorar, era urgente que aprendieran lo más elemental dentro de la función pública, personajes ligados al mismo Pepe Yunes se fueron incrustando en áreas de gobierno.

El más claro ejemplo de ello, lo encarnaba el mismo primo del gobernador electo, Eleazar Guerrero, quien por años colaboró como cercano operador de Pepe Yunes en la región de Jilotepec, donde habría sido candidato a la alcaldía.

Pero el puente de plata construido con el morenismo estaba en la oficina responsable de manejar la gobernabilidad política de la entidad, de esa manera, lastimosamente, fue desde ahí donde comenzaron a ejecutarse todas las acciones que a la postre lastimarían hasta la médula a la disminuida oposición.

Desde ahí se construyeron los delitos, las acusaciones, las intrigas y todas las acciones de intimidación que llegaron a cobrarle la vida algunas autoridades municipales, la presión ejercida llegó al punto de estrangular a la oposición.

Pero para poder garantizarse el futuro y el porvenir, era necesario, garantizarse el control de un instituto político, se necesitaba tomar control de un partido, que sirviera a la postre de trampolín para alcanzar la futura nominación al gobierno de Veracruz.

Fue así como se afirma, se construyó la toma del PRD, el partido más “ad hoc” para poder garantizar y ejecutar el plan.

¿Pero que se necesitaba?

Pues simplemente de la oportunidad y de contar con los personajes.

Casualmente en el PRD, había quedado de dirigente un personaje formado en el priismo, Sergio Cadena Martínez, que, junto con Nemesio Domínguez-hoy coordinador de la campaña de Pepe Yunes-, habría trabajado en el DIF de Veracruz en los tiempos de Patricio Chirinos Calero.

Fue así como la primera fase del plan estaba garantizada, pues se operaría, para entregar a Rogelio Franco a las fauces del tirano gobernante, humillado, encarcelado, el perredismo infiltrado por militantes cercanos a Pepe Yunes, tomaran el control de ese instituto político.

Basta recordar, que el primer partido político en pronunciarse por la postulación de Pepe Yunes a la gubernatura en este 2024, fue el PRD tripulado por el mismo Cadena Martínez, que entre sus filas tiene a un tesorero y operadores territoriales del mismo equipo de Yunes Zorrilla.

El priista sabía que la candidatura en su partido difícilmente podría ser operada en su favor, si no se construía para sí, el escenario propicio, de esta manera al contar con el respaldo irrestricto del PRD veracruzano, el camino se allanaba.

Era igualmente complicado, contar con el control total del PAN, pues tripulado por la familia Yunes del Estero, el escenario se debía de construir bajo el argumento de garantizar un pacto en el que se aseguran importantes cargos en el 2024 y la candidatura para la elección del 2030.

Nada en política se construye de la noche a la mañana, todo, se basa en planes previamente concertados y pactados, eso es regla de oro en la política.

Así y solo así, Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos Miguel y Fernando empujaron una coalición en favor de Pepe Yunes, con serias posibilidades de triunfo, pues la ruptura al interior de Morena por la designación de su candidata, habría generado que el pacto con quien aglutino el poder real durante los últimos cinco años, se inclinará a favor del mismo peroteño –de quienes se sabe, sostuvieron encuentros recurrentes en Coatepec-.

Hoy se sabe, que el verdadero perredismo –el que empuja desde las sombras Rogelio Franco Castán-, postulará en la fórmula senatorial a un verdadero trabuco, con la incorporación de Sara Ladrón de Guevara, ex rectora de la Universidad Veracruzana, como segunda en la fórmula que ya encabeza Miguel Ángel Yunes Márquez.

Teniendo como principal aliado al mismo gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, que, con sus graves errores, y con la ayuda del pésimo trabajo desde la Fiscalía General del Estado, infiltrado por la principal operadora del responsable del manejo de la política inquisidora ejercida por la 4T en los últimos años, se encargan de ir minando el campo de la hoy candidata al gobierno estatal, Rocío Nahle por Morena.

El plan mefistofélico está en marcha con altas probabilidades de consumarse, siempre y cuando, en Morena, no se tomen acciones inmediatas y contundentes, en contra de quienes pretenden abiertamente hacer fracasar el plan de Andrés Manuel López Obrador para Veracruz.

Ahora con todas estas extrañas coincidencias, saque usted sus propias conclusiones.

 

Al tiempo.

 

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