Dos historias, dos candidatos

Semanas atrás, en un largo café, estando fuera de Xalapa, en una reunión que no estaba programada, mi interlocutor me dejó la víbora chillando.

 

Le había platicado que en repetidas ocasiones había sido yo testigo presencial de la gran amistad entre Dante Delgado y José Yunes Suárez, Pepe Yunes padre.

 

Hilamos muchos comentarios sobre la circunstancia política actual. Le dije que sabía que Dante había visitado el año pasado a Pepe en su rancho.

 

Cercano a la cúpula de Movimiento Ciudadano (MC), me escuchaba con atención. Le pregunté por qué Dante retrasaba el nombramiento de su candidato a la gubernatura.

 

Me deslizó entonces, aunque no me quedó claro si era su opinión personal o si se lo había escuchado a Dante: el retraso era deliberado, para ayudar a que Pepe creciera y se posicionara.

 

El lunes, cuando por fin MC anunció su candidato, era más que obvio que Pepe había crecido ya y estaba muy posicionado.

 

Las razones de Polo Deschamps

 

Eran sus últimos días como alcalde de Medellín de Bravo y, hasta donde advertí y lo escuché, no pasaba por su cabeza la idea de ser candidato a gobernador.

 

Sentados a la mesa de un restaurante de Boca del Río, a Polo Deschamps (Hipólito Deschamps Espino Barros) le ocupaba terminar bien su gestión como presidente municipal.

 

Para entonces tenía encima al alcalde electo Marcos Isleño, quien lo estaba combatiendo. Le preocupaba también el encarcelamiento de su amigo Tito Delfín Cano, a quien el gobierno de Cuitláhuac García había puesto preso para evitar que llegara a la dirigencia estatal del PAN.

 

En la nueva dirigencia de su partido, entonces, había sido nombrado “Secretario de Acción Digital”, posición que en realidad nunca asumió pero desde la que tenía pensado vincularse con el medio periodístico.

 

Tenía yo la impresión de que podría ser candidato a la gubernatura del PAN (era 2021 entonces), porque tiene buena imagen, conecta bien con la gente, es un hombre preparado y un habilidoso ¿influencer?, como le llaman ahora.

 

Le sugerí que empezara a vender su imagen recorriendo el estado y mediáticamente. Pero lo que le ocupaba y preocupaba entonces era entregar las últimas obras de su administración.

 

El pasado 20 de septiembre, preguntó, se preguntó: “¿Por qué perdemos frente a Morena y por qué la mayoría del pueblo no nos vota?”. Había perdido ya una elección a diputado local. Envió entonces, a través de las redes sociales, un “Mensaje al Frente Amplio Opositor”, reflexión que luego amplió en un texto que tituló: “El frente, se está pasando de frente”. Fue una especie de confesión, de mea culpa.

 

“Perdí porque dejé de platicar con la gente”

 

“Me preocupa que el frente está por el camino equivocado, y te voy a decir por qué: hace algunos años me eligieron como alcalde de Medellín. Pavimenté con concreto hidráulico localidades que jamás se habían tocado.

 

“Llevé agua, a donde hace 30 años no había, hice más obras que nunca, más obras que todos los alcaldes anteriores, inclusive juntando a los tres últimos, y, aun así, Morena me derrotó (le ganó la diputación local), y no perdí por falta de resultados, de obras públicas, de transparencia.

 

“¿Por qué perdí? Durante varios meses me hice esa pregunta y en un proceso de inmadurez política le eché la culpa al presidente, a Morena, al pueblo por no haber votado por mí.

 

“He sido el alcalde que más obra pública ha hecho en la historia de Medellín, pero cometí un error: dejé de platicar con la gente, de ir a su casa, de ir a comer con ellos, dejé de escuchar al pueblo, dejé de enterarme de que hay gente que no tiene para comer tres veces al día, que no tiene para su medicina y que perdió la vida o la de su familia en un asalto; que hay tantas mujeres solas sacando adelante a familias enteras, que hay quien solo necesita ser escuchado.

 

“Y es que mi nivel de vida, de haber nacido en una familia de empresarios para luego ser gobernante no me permitió ver esa realidad; es más, habiendo sido el mejor alcalde de la historia de Medellín, me faltó la cercanía con la gente.

 

“Por eso, hoy cumplo dos años recorriendo mi estado, a donde me inviten a comer, si toca comer carne como carne, si toca comer frijoles como frijoles, voy a escucharlos, a ayudarlos en la medida de mis posibilidades, eso sí, nunca llego con las manos vacías, eso es lo que hay que hacer.

 

“Y ahora, nos enfrentamos a Morena, otra vez y veo al Frente cometiendo los mismos errores que yo cometí, alejados totalmente del pueblo, y no solo a nivel nacional, también a nivel estatal, y lo peor no es eso, no lo quieren entender: reuniones en hoteles, en cafés, asambleas de aire acondicionado, candidatos de oficina y escritorio, personas y perfiles hechos al vapor lejanos a la gente, proyectos políticos llenos de entrevistas, espectaculares y propaganda, pero vacíos de cercanía y de confianza con la gente.

 

“Es por eso que a mis compañeros del frente les mando un mensaje: el que se acerca y ayuda a la gente no se equivoca, el pueblo y yo se los vamos a demostrar y aquí en el estado, nos vemos pronto”.

 

Lo descalifican unos; otros lo ven como buena tercera opción

 

Su exposición la hizo antes de que los partidos de oposición acordaran formalizar un frente y antes de que el PAN, su ahora expartido, aceptara llevar también como candidato a Pepe junto con el PRI y el PRD.

 

El anuncio de su postulación motivó diversos comentarios, desde quienes lo descalifican hasta los que lo ven como una buena tercera opción, aunque no creen que le alcance para competirle a Rocío Nahle, como Pepe sí.

 

Si bien afirma que lleva dos años recorriendo el estado, no es lo mismo hacerlo en plan personal, a donde lo “inviten a comer”, que como aspirante o precandidato formal de un partido o de una coalición de partidos, con un plan y una estrategia ya definidos.

 

Él, como Pepe, puede proclamar que sí es veracruzano de verdad, auténtico, es también joven, de buenas maneras, empresario con recursos económicos y no empieza su carrera política ni es la primera vez que aspira a un cargo de elección popular.

 

Fue director de Desarrollo Económico en el ayuntamiento de Boca del Río, en el que también fue regidor, luego diputado local por Medellín y alcalde de ese mismo municipio, lo que le da experiencia de la que, por ejemplo, carece Rocío Nahle.

 

Cuando en septiembre pasado, en su mensaje, comentó “nos vemos pronto”, ¿estaba ya en pláticas con Dante o su enamoramiento ocurrió repentinamente, pues apenas tres días antes de su postulación había renunciado al PAN?

 

¿Esquirol o una buena tercera opción, la tercera vía? Algo ha de lograr. Dante siempre piensa que con sus candidatos se puede repetir el caso de Nuevo León donde Samuel García, que en todas las encuestas aparecía hasta muy abajo, en último lugar, le ganó la gubernatura a los candidatos del PRI-PRD, del PAN y de Morena.

 

Del actual proceso solo resta para buscar el voto la segunda quincena de febrero y los meses de marzo, abril y mayo. Morena tiene un voto duro asegurado, conformado en su mayor parte por los beneficiarios de los programas sociales, y la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz ha aglutinado a casi todos los opositores del PRI, PAN y PRD, así como a los miles de inconformes y decepcionados con el gobierno del partido en el poder.

 

Si Pepe Yunes afirma que no está fácil ganar la gubernatura porque se trata de una elección de Estado, para Polo el panorama se ve retedifícil. En los debates que vienen ya se verá si de veras va en serio como opositor o si es parte de una jugada política para restarle votos al frente opositor. Si se enfrenta en serio y cuestiona a Nahle lo sabremos, o si se le une para atacar a Pepe, también.

 

 

 

 

 

 

 

 

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