El momento de emanciparse del imperio britanico

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra “emancipar” como: liberar de la patria potestad, de la tutela o de la servidumbre.

El imperio inglés ya no existe, las tierras que dominaban en el mundo en particular en tierras del continente americanos, se han reducido a propiedades cada vez más pequeñas, incluyendo islas, fruto de robo a otras naciones victimas de su saqueo brutal, ejemplo de estas son Belice, islas Malvinas y el territorio de la Guyana.

 

Hoy en día se presentan las condiciones ideales para recuperar estos territorios para anexarlos a sus perspectivos países

Por ejemplo: La situación de la Armada británica, antiguo orgullo del Reino Unido, se encuentra en situación extremadamente “débil”, con menos efectivos y crisis de reclutamiento

Célebre por su férreo control de los mares durante siglos, la Armada británica ya no es lo que era. El otrora orgullo de Gran Bretaña hoy día no ha sido siquiera capaz de garantizar la seguridad de sus petroleros en el estrecho de Ormuz, acosados por la Guardia Revolucionaria iraní, y las protestas por el “vergonzoso” estado de la ‘Royal Navy” han llegado a las oficinas del primer ministro inglés en Downing Street.

Un alto mando, un comandante de la Royal Navy, ha lamentado que “la flota se halle “vergonzosamente escasa de barcos”, a causa de los recortes de los sucesivos gobiernos. “Debería haber cuatro buques de la Marina escoltando a los barcos británicos en el Golfo”, Pero la situación real de la Armada impide cumplir con semejantes medidas (si no pueden con esto, menos controlar los territorios del otro lado del océano Atlántico y menos del océano pacífico). El Ministerio de Defensa se ha visto obligado a admitir este pasado agosto de 2023, la considerable reducción de la flota británica, exacerbada en los últimos años. De los más de 60 destructores y fragatas que contaba en 1982 -en la época de la guerra de las Malvinas- ahora sólo cuentan con 19 barcos escolta. Pero apenas nueve de ellos están actualmente en activo para cubrir todo el mundo, ya que los 10 restantes están en reparaciones (y estos pueden llevar en algunos casos años). Agregue usted la falta de misiles, para equipar los navíos, para cumplir su misión, debido a lo anterior, el pasado 19 de julio, la Guardia Revolucionaria de Irán se apoderó del ‘Stena Impero’, y la fragata HMS Montrose, el único buque de la Royal Navy en el golfo Pérsico, se encontraba en esos momentos a una hora de distancia y no pudo hacer nada por evitar la captura (se quedaron como dicen los chinitos “milando). Por lo que se refiere al combate en el territorio de la Guyana por parte de Venezuela se encuentra en una situación única para pelear por esta región, La selva vietnamita, donde pelearon los boinas verdes y Rangers americanos en los años 60s y 70s, es un patio de jardín de niños comparado con la selva venezolana, por lo que sus fuerzas especiales sucumbirían con gran facilidad en primer lugar por las escasez de hombres y un entrenamiento limitado a unos cuantos militares.

La reducción de las fragatas en los últimos años (en 2005 eran 31) “ha tenido un impacto en la capacidad de proteger los intereses ingleses alrededor del mundo”. Hoy en día, la Royal Navy apenas cuenta con 9 fragatas de escolta, lo que impide cumplir adecuadamente con esto.

A la falta de barcos escolta se añade que la Royal Navy ha llegado a estar durante un tiempo sin ningún portaviones. El actual, HMS Queen Elizabeth, tan sólo está en servicio desde 2017. El Gobierno ha aprobado botar otro en 2020, con un coste entre ambos de 6.200 millones de libras.

 

En cualquier caso, la Royal Navy no es la única que atraviesa dificultades. Desde 2010, el presupuesto militar ha disminuido un 18% y tanto el Ejército como la Real Fuerza Aérea (RAF) se han visto afectados.

La crisis ha llegado también al personal: el tamaño total de las Fuerzas Armadas ha disminuido por catorceavo año consecutivo. Según los últimos datos del ministerio de Defensa, en julio, el Ejército contaba con 74.440 tropas a tiempo completo y entrenadas, frente a las 76.880 del año pasado. Por su parte, el total de la RAF se situó en 29.930 de los 31.840 requeridos, mientras que los de la Royal Navy cayeron a 29.090 de 30.600.

En tierra, hay unidades de combate de primera línea que operan hasta un 40% por debajo de su fuerza humana. Existen hasta 16 regimientos que se encuentran en déficit de personal. Otro gasto es el empleo de Gurkhas (soldados reclutados en Nepal), muy utilizados en conflictos bélicos por los ingleses, pero que tiene un elevado costo.

La escasez de personal es tal, que en el 2016, se abrió la puerta a todos aquellos ciudadanos de la Commonwealth que hubieran residido previamente en el país un mínimo de cinco años. Pero no fue suficiente. A finales del año pasado, el Gobierno se vio obligado a cambiar la ley para permitir a los ciudadanos de la Commonwealth -como Australia, India, Canadá, Kenia y Fiji- que ni siquiera habían puesto antes un pie en el Reino Unido, unirse a las Fuerzas Armadas, en un intento de paliar una crisis de reclutamiento cada vez más preocupante, por no decir patético.

Hay que agregar el problema ausencia de apoyo a la industria nacional de defensa, ya que de no promover la industria británica militar, la adquisición de aviones f-35 de manufactura americana hará que a la larga se debilitará la autosuficiencia militar de las fuerzas británicas.

Sin duda este es un mal año para defender los intereses británicos y una oportunidad para países como Guatemala, Argentina y Venezuela.

La reflexión es suya, hasta la próxima.

julalonso@uv.mx

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