Las tareas de los Diputados federales son cada día más trascendentes, la democracia exige compromisos cada día más profundos y no admite arrepentimientos. Lo primero que debe acordarse es blindar su lealtad al partido que lo lleve a su curul. Después tendrá un pacto de unidad con sus respectivos partidos, no votar por propuestas que no sean dirigidas por el coordinador parlamentario.
Es ahí donde empieza su trascendencia de la actividad parlamentaria, un reto para la tradición de la Cámara de Diputados acostumbrada, desde hace varios años a la uniformidad de criterios, criticada y llamada mayoriteo con desprecio, aunque también algunos le llamaron disciplina partidista.
El país cambia y la perspectiva de la política se queda atrás, insistir sobre la necesidad de los partidos políticos de crear cuadros no es algo intrascendente sino una necesidad urgente en cada uno de los institutos políticos existentes.
El PRI dejó en el olvido su instituto de capacitación política, el ICAP; el PAN redujo la capacitación política a concursos de oratoria, en el Instituto Rafael Preciado, que ha reducido sustancialmente sus actividades; el PRD hizo varios intentos por tener una escuela de cuadros sin consolidarlo. El resto de los partidos de oposición están en la misma situación.
El caso de Morena no es muy diferente porque durante el periodo de Yeidckol Polevnsky se detuvo no sólo el presupuesto del instituto sino cualquier intento de creación y debió esperarse a que ella saliera para iniciar los trabajos, los cuales se retomaron con una intensa labor y ahora hay formación por temas, cursos, conferencias, biblioteca, entre otras actividades.
Pero una escuela de cuadros cuando se hace desde el poder es muy diferente a la que debe hacer la oposición. Su visión de la política es diferente y si añadimos la carga ideológica encontramos que la urgente necesidad de que reactive este tipo de actividades en la mayoría de los partidos debe empezar, de otra manera habrá una desventaja de la oposición, porque tendrá cuadros frágiles, y en muchos casos, ni siquiera sabe dónde empiezan sus atribuciones y dónde termina, según el cargo que buscan. Ante esta realidad suelen irse de la lengua en la campaña y quedan en ridículo durante su gestión.
Las tareas en la Cámara de Diputados crecen considerablemente, todos y cada uno de ellos están a la vista de todos y son identificados no sólo por sus representados en el distrito correspondiente sino por el resto de la población.
Los Diputados y los Senadores deben aprender a convivir con respeto a sus iguales, sin agresiones ni descalificaciones gratuitas, sino con discusiones que fortalezcan el poder de sus representados y no el poder de los líderes de su partido o de sus líderes parlamentarios.
Los Diputados federales son, principalmente, el dique de contención de cualquier decisión autoritaria que provenga del Ejecutivo o de cualquier otro poder, aunque sean del mismo partido, el voto de conciencia no rompe lealtades ni inicia traiciones sino que otorga un equilibrio necesario cuando la injusticia impera.
Actualmente la deserción de Diputados federales y Senadores para competir por cargos de elección popular amenazó con una parálisis legislativa, porque fueron cambios de última hora, incluso de partido político, lo que complicó los trabajos de la Cámara. Esto no sólo debe evitarse sino tenerlo en la conciencia los legisladores que prometen estar en el cargo hasta el último día de su mandato y en realidad, sólo lo toman como trampolín.
Porque a pesar de la división de poderes debe haber legisladores justos, Ejecutivo democrático y jueces justos, democráticos y que sepan de leyes. Es decir, todos deben ser lo suficientemente civilizados y actualizados. Conocedores de lo que hacen y esto en la mayoría de los casos, requiere de capacitación, porque ninguna de las cámaras tiene capacitación para sus futuros legisladores, esto es también una pésima herencia del pasado. Ellos aprenden echando a perder como lo hemos visto en Diputados y Senadores.
Desde luego que existen en todos los partidos, jóvenes con una honestidad a toda prueba, quienes quieren cambiar el país desde adentro del poder, ya sea en la oposición o en el gobierno. Movimiento Ciudadano es un ejemplo de jóvenes que comienzan en un partido donde su trabajo sea notorio. Hay en los actuales candidatos de este joven partido, entre quienes destacan catedráticas, estudiantes, profesionales, conocedores de las leyes, de la política, de la democracia.
Uno de los trabajos de mayor responsabilidad de los Diputados federales es defender la democracia y en ese convencimiento legislar, hacer el debate un juego de ideas donde se describan y asienten las leyes de la mejor manera.
Los jóvenes saben que deben prepararse desde años antes para alcanzar sus sueños, y capacitarse dentro y fuera de sus partidos para transformar el país de acuerdo con el beneficio de la comunidad.
PEGA Y CORRE.- A pesar de que algunos insisten en afirmar que la inseguridad es el principal problema de México, sólo 12 candidatos han solicitado protección federal para los eventos masivos y recorridos que harán por el país y sus entidades, informó la consejera presidenta, Guadalupe Taddei Zavala…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.