Ante la seria amenaza de derrota el 2 de junio, brigadistas y “Siervos de la Nación” con apoyo de la policía y el crimen organizado recrudecen la presión sobre la ciudadanía para que “no desvíen su voto” en favor de Pepe Yunes.
Son 12 mil 500 morenistas y simpatizantes que integran los “Comités de Defensa de la Cuarta Transformación” quienes recorren los 212 municipios para garantizar, a como dé lugar, el continuismo de ese movimiento.
Esteban Ramírez y Alex Porras dirigentes de Morena junto con el Verde y el PT, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública y los Cárteles delincuenciales ejecutan esa tarea redoblando la presión ante el creciente descontento ciudadano al que se suma la desangelada campaña de Rocío Nahle.
La instrucción es ganar a como del lugar vía compra del voto, amenazas de retiro de apoyos a jóvenes becarios y gente de la tercera edad, así como obligar a los ediles de los 212 municipios a inclinar el sufragio de las poblaciones que gobiernan en favor de Morena so pena de auditorías y cárcel.
Así, a152 días de la jornada cívica mas importante de la República por la renovación de la presidencia, ocho gubernaturas y el poder legislativo, entre ellos Veracruz, Morena mete el pie al acelerador.
Queda al descubierto la elección de Estado que ha venido denunciando la oposición partidaria.
Y si bien el estado ha desarrollado mecanismos sofisticados para la administración y supervisión electoral, compuesto por el INE, el TEPJF y la FISEL (antes FEPADE) y OPLE para el caso de las entidades de la república, sin embargo, el historial de fraudes electorales y la influencia criminal son un cáncer que solo la participación y vigilancia ciudadana podrán evitar.
En 2021 fueron 89 políticos asesinados en 22 estados y 79 municipios, siete eran mujeres y Veracruz ocupó el primer en ejecuciones, violencia y prisión para los opositores y enemigos del régimen.
Datos del proyecto de la investigación “Votar entre balas” revelan que desde 2018 hasta lo que va de 2024, en el país se registraron mil 546 ataques de violencia criminal dirigidos contra candidatos o personas relacionadas con sus aspiraciones, entre los que se enumeran amenazas, asesinatos, ataques armados, atentados, desapariciones y secuestros.
¿Por qué ahora sería la excepción?
Rumbo a las elecciones más grandes en la historia de México -se renovarán 19 mil 634 cargos de elección popular- la violencia criminal ya se percibe con visos a recrudecerse.
En Veracruz se advierte en los 212 municipios -no 200 ni 202 como dice la zacatecana- un persistente clima de tensión y alerta ciudadana.
Para nadie es un secreto que crimen organizado tiene vínculos con policías, autoridades municipales y federales que ejercen violencia directamente en complicidades políticas de narco y gobierno.
Para el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice en Estados Unidos el más importante aliado en estas elecciones será el crimen organizado.
Ello con un enfoque localizado en plazas importantes como Veracruz, tercera reserva electoral de la república.
“De cara al crimen organizado hay una estrategia, es una Pax Mafiosa, esto es un acuerdo gubernamental ante la acción de las actividades criminales”, lo cual se traduce en alianza, según la investigación de Baker.
En ese contexto alertan sobre “un sistema electoral debilitado y el riesgo de un conflicto post-electoral”.
Y sí en el extranjero eso se observa, quienes vivimos en las plazas en conflicto el riesgo e inseguridad como Veracruz son mayores.
Están buscando generar el voto del miedo para que la gente no acuda a las urnas, para que solo vayan los suyos y los pagados.
Y esa, ni más ni menos, se llama, elección de Estado.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo