“Cuál es tu actitud ante los problemas, afrontarlos o esquivarlos.?” – Felipe García.
Cierto es que el actual régimen de gobierno autodenominado la Cuarta Transformación cambió el paradigma de la atención a la seguridad, instaurando una presunta visión humanista del problema que pretendía atacar supuestamente desde la raíz el origen de un problema estructural, afirmando que con el uso de la fuerza no se resolvería nada.
Para ello, implementó la denominada política de abrazos y no balazos que hasta el día de hoy ha dejado un saldo que ubica al menos las cifras dadas a conocer desde septiembre de 2023, como la quinta entidad con mayor percepción de inseguridad en 2023 con un 81.4% el estado de Veracruz, esto de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023.
Cabe mencionar que el estado de Zacatecas obtuvo el porcentaje más alto con 91.9 %; seguido del estado de México, con 88.0 % y Morelos, con 87.0 por ciento. Entretanto, las entidades que resultaron con los porcentajes más bajos fueron: Baja California Sur, con 33.4 %; Yucatán, con 37.8 % y Coahuila, con 44.1 por ciento.
Pero la circunstancias para este año 2024 es clave para México en materia política, pues estarán en disputa 20 mil 263 cargos de elección popular, entre ellos la Presidencia de la República. Sin embargo, estas elecciones se llevarán a cabo en medio de un clima de violencia que tan sólo en los primeros 10 días de 2024 ha dejado un saldo preliminar de más de 650 homicidios.
El asesinato de un joven en Lerdo de Tejada, Veracruz evidencia que la política de seguridad en México ha sido fallida y sobre todo atentatoria de los derechos humanos más elementales para la población.
La indiferencia de las autoridades veracruzanas, que con un simple comunicado de prensa salieron a tocar el tema, demuestra que la inacción y los bajos resultados en la materia también son y serán tema para la sociedad, que expectante, espera cobrarle esa afrenta al actual régimen llegado el proceso electoral del domingo 2 de junio.
Urge que el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez se baje de sus ínfulas de haberse sacado el zodíaco porque se le olvida que está a poco menos de 11 meses de separarse de su encargo, y en una de esas, quedará su suerte en manos de un gobierno opositor, que no le habrá de brindar protección alguna, por el contrario, buscará culpables para castigar la inacción y la farsa que aparenta representar.
Esperemos que ahora sí el mandatario veracruzano se dé cuenta del daño tan grande que le ha resultado el haber mantenido a un sujeto como su ex secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, hoy borrado del ambiente político por su cerrazón al proyecto que el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador dictó desde 2018.
La inseguridad es y será el principal factor decisión en el proceso electoral, misma que habrá seguramente de inclinar la balanza a favor del vencedor, por ello, urge que los precandidatos comiencen a prepararse a fondo en el tema, y que la propuesta de solución sea clara y explícita para los ciudadanos, porque queda claro que los abrazos y no balazos, simplemente no convence a nadie.
Al tiempo.
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