“Dios os ha dado una cara y vosotros os hacéis otra.” – William Shakespeare.
Esta polémica surgió a principio de semana por la buena observancia de muy queridos colegas veracruzanos, que conocedores del pulso político que enfrenta Veracruz, logran visualizar escenarios que a veces la sociedad de a pie, no conoce, o jamás se entera, pero que finalmente incidirán en el comportamiento de quienes buscan gobernar Veracruz.
Si a la precandidata de Morena, PT, PVEM y Fuerza por México, Rocío Nahle García le han reprochado su falta de arraigo veracruzano, aunado a una presunta indiferencia con algunos medios de comunicación, la realidad es que el tema podría ser más atribuible a una estrategia de campaña, que a falta de sensibilidad política.
La ingeniera en petroquímica si sabe de algo es de hacer política, no podemos dejar de lado, que le ha dedicado al menos los últimos 25 años de su vida a luchar desde la izquierda por las causas sociales veracruzanas.
Así la ex secretaría de Energía, ha sido diputada federal por Coatzacoalcos, senadora con licencia, y actualmente precandidata al Gobierno de Veracruz, su capacidad negociadora, la han llevado a coordinar los trabajos legislativos de la primera bancada de Morena en San Lázaro, hasta el de consumar la construcción –en tiempo récord- de una refinería, que les guste o no, nadie del anterior régimen pudo realizar en tan corto tiempo y con dichos resultados.
Todo lo que circula en contra es simplemente parte de esa campaña negra que los miembros de la hoy oposición disparan en su afán de pretender desacreditar el logro de esta mujer políticamente valiosa para la 4T.
En ese señalar el comportamiento de los actores políticos veracruzanos, llamó fuertemente mi atención, lo que el periodista Antonio Reyes – hijo de mi muy querido maestro Arturo Reyes Isidoro- expresará en su red social en Facebook el pasado lunes 22 de enero, en donde refería una serie de experiencias personales con José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla, resultado de la lectura de una columna del compañero periodista Ricardo Chúa Gamma, al que de igual manera citaba. https://www.facebook.com/kunoreyes/posts/10161284368275336
Según señalaba Toño Reyes que en el mismo portal familiar www.referente.mx
“Pepe estaría cometiendo los mismos errores del pasado”
“Hay serias quejas de personajes con los cuales te has reunido. Y cuando hablan a tus jefes de campaña, tal como lo indicas, estos no les responden o les dejan esperando en teléfono, si bien les va, les responde un auxiliar de ese personaje sólo para decirles: “el licenciado luego se comunica con usted”. Y pasan los días y nada que los buscan. Y OJO porque Rocío Nahle anda al “acecho” de ellos. Y ya los anda “cazando” a todos. Después no sea que al que le nieguen contestar la llamada sea al candidato.”
“Eso pasa en la campaña a gobernador de la oposición. Con los operadores políticos que Pepe Yunes ha buscado de “segundo” o “tercer” nivel del PRI, PAN o PRD. Si se les quiere llamar así, no mueven miles de gente, pero son operadores conocen los distritos. Saben de los operadores de MORENA que no están contentos con Cuitláhuac y la gente que voto por MORENA y ahora ya no quiere hacerlo de nuevo. Pero si no los toman en cuenta. ¿DE QUÉ SIRVE? EL QUE AVISA, NO TRAICIONA. TAN AVISAOS. Refirió Ricardo Chua en su colaboración publicada regularmente en el Diario Notiver del Puerto de Veracruz. https://referentemx.com/nota.php?id=1016&fbclid=IwAR1tLQXIE9lWk_ZLXfC6MPQOj5mWm54NjzIzMXj2d8Q2STrdK1GJKAws6H0
Cual habría sido mi sorpresa que lo que Toño Reyes refería, era exactamente lo mismo que me habría ocurrido a mí con el propio Pepe Yunes, a quien, en los dos últimos encuentros sostenidos con él, habrían sido menos que intrascendentes, sin ningún tipo de acuerdo o mensaje, sin la atención de un político que busco los encuentros, para en teoría intercambiar puntos de vista respecto a sus claras aspiraciones políticas.
Pero no, triste realidad, el comportamiento del caballero de la política veracruzana, ha sido errático, por demás indiferente, lo mismo le hubiera dado el haberlo saludado, que el no haber acudido a la cita.
Para un servidor, estos dos últimos encuentros eran el reflejo y confirmación del hartazgo por la representación que ostentaba como legislador federal, cansando de tener que cubrir el rol de representante popular, con fuertes posibilidades de contender nuevamente por el Gobierno de Veracruz, pero con esa sensación de lo tengo que hacer a huevo, porque no tengo de otra.
Es evidente que los políticos también son humanos, se cansan y llegan al punto de la saturación mental y emocional, pero lo que no es comprensible resultaría ser, que quien convocó a esos encuentros fuera el mismo Pepe Yunes, por lo que me resultaba increíble dar crédito a su actitud.
Al leer, el comentario del compañero Toño Reyes, me hizo reflexionar que no es hartazgo, ni mucho menos saturación mental, es un claro comportamiento de alguien que sabedor de sus alcances políticos y de poder, no tiene, ni muestra interés por atender, mucho menos por intercambiar opiniones con quienes pudieran representar algún tipo de liderazgo de opinión, porque de ser así, nos habría convocado a otros encuentros, como lo ha hecho con otros compañeros claramente identificados.
Pero la pregunta aquí va más allá, ¿será que, con detalles tan elementales como estos, evidencian, el verdadero carácter de un personaje que pudiera llegar a Gobernar Veracruz? ¿puede ser que estás sean las pequeñas pruebas de un comportamiento selectivo y autoritario, al solo abrirse a escuchar y conocer lo que solo a él y sus oídos le conviene escuchar?
Tuve la oportunidad de ver claros destellos de comportamiento durante la campaña a Gobernador de un personaje como Javier Duarte, uno en especial quedó marcado en mi memoria.
Fue durante el cierre de su campaña en el Estadio Xalapeño, a la salida, ya trepado en la camioneta blindada que lo trasladó a Córdoba, Veracruz para el cierre final tuviera un altercado con una señora de los miles que se le aproximaron en la campaña, la cual a pie de camioneta se le acercó y le entregó un escrito para que se lo firmará, muy a la fiel costumbre impuesta por el mismo ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
La reacción del cordobés fue lacónica y premonitoria. A gritos Javier Duarte le reprochó a la ciudadana -convencida de que él sería el próximo mandatario- “todo quieren, no tienen llenadora”.
Mi reacción al presenciar la respuesta y los gritos del candidato no daban crédito, “si así reacciona ahora que no ha ganado nada, cómo actuará cuando sea gobernador”.
Con el paso de los años el verdadero Javier Duarte se hizo manifiesto, se confirmó su comportamiento, ambicioso, insensible, hasta criminal, aquella imagen de político bonachón quedó desnudada, evidenciando toda una mente criminal que ahora compurga una sentencia por delitos de enriquecimiento ilícito, asociación criminal, y hasta desaparición forzosa.
Espero que esta triste experiencia no se replique con Pepe Yunes, a quien pensábamos conocer tras 14 años de darle cobertura, espacio a sus propuestas, pero como dice el refrán popular “caras vemos, corazones no sabemos”.
Por cierto, otro extraordinario maestro del periodismo como lo es Don Manuel Rosete ha lanzado su espada en prenda por la persona de Pepe Yunes, ojalá el político peroteño no lo deje empeñado, porque en estos tiempos ya no se sabe.
Al tiempo.
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