Las redes sociales, originalmente diseñadas para conectar a familiares y amigos, se están convirtiendo en un importante escenario en el que se desarrollan las campañas electorales. Permiten a los usuarios crear contenidos y difundirlos de forma rápida, barata y precisa a grandes grupos. Las redes sociales están transformando la dinámica del compromiso político. Estas nuevas reglas de juego presentan tanto ventajas como riesgos. Aprovechar las ventajas y minimizar los riesgos es una tarea difícil. Los Gobiernos, la sociedad civil y las propias empresas de redes sociales tienen que asumir una responsabilidad en este desafío.
Mientras que los medios de comunicación tradicionales están regulados, las redes sociales se manejan con amplia libertad. Se han presentado interesantes discusiones acerca de si se regulan o siguen como están. Las opiniones más neutrales apoyan la idea que la regulación solo sea para evitar la publicación de información falsa y ofensiva, que dañe la reputación de las personas.
Sin embargo, lo más conveniente para los usuarios de las plataformas de las redes sociales deba ser la autorregulación de los contenidos pero que se mantenga la libre expresión de las ideas.
Las redes sociales se han convertido en un elemento central de las campañas electorales a nivel mundial. Son un espacio para el intercambio de información entre la ciudadanía y los candidatos, partidos políticos y los políticos en general.
Son herramientas baratas para los candidatos, ya que con estas se comunican directamente con los votantes. También son efectivas para la publicidad micro segmentada y geolocalizada, ya que permiten monitorear el sentimiento del electorado. Hay que puntualizar que el sentimiento de la gente es fundamental para la decisión del voto.
La masificación de las redes sociales ha significado cambios sociales y culturales en la forma como se diseñan las campañas electorales.
La campaña presidencial de 2008 en Estados Unidos, fue la primera en adoptar las redes sociales como herramienta electoral. La campaña de Barack Obama utilizó el nuevo medio para movilizar a los jóvenes partidarios.
Según una encuesta telefónica en México, el 77% de los ciudadanos considera que las redes sociales son una herramienta efectiva para los candidatos.
Las redes sociales como Facebook y WhatsApp, se están convirtiendo en los principales canales de participación política. La gran mayoría de adultos afirman que reciben o comparten información política a través de las redes sociales. Hace diez años, solo una décima parte lo hacía. Es oportuno hacer hincapié en el notorio incremento del uso de las redes sociales en la política. Su penetración se extiende ahora mucho más allá de los vínculos sociales informales, llegando a lo más profundo de la esfera pública para conectar digitalmente a votantes con políticos.
Las redes sociales nivelan el juego político permitiendo que un mayor número de candidatos tenga voz, recaude fondos y movilice el apoyo político. Definitivamente, las redes sociales están cambiando las reglas de la participación electoral.
Es una gran ventaja que cualquier persona, desde ciudadanos comunes hasta personajes públicos, puede abrir una cuenta y empezar a compartir mensajes, fotos y videos con otras personas.
Las redes sociales, por su bajo costo, son muy valiosas para los políticos menos conocidos e independientes.
En los últimos cinco años en México, varios candidatos independientes, con sólidas estrategias en las redes sociales, fueron elegidos gobernadores estatales. Esta herramienta permite que votantes afines puedan organizarse rápidamente para apoyar a un candidato.
Las redes permiten personalizar los mensajes políticos a diferentes segmentos del electorado.
Los bots, el spam, los trolls y los ciborgs, son especialmente comunes en época de elecciones. Producen noticias falsas, publicaciones virales, lenguaje provocativo y rudo. Lo lamentable es que no hay manera de controlar este tipo de publicaciones. Pero hay un dato interesante: si todos los candidatos utilizan estos procedimientos negativos, se neutralizan unos a otros.