El gran logro financiero del gobierno de Cuitláhuac

Los pasados 5 y 8 de enero, respectivamente, los dos diarios de México especializados en economía y finanzas, El Financiero y El Economista, publicaron sendas notas sobre una de las áreas en la que mejor desempeño tiene el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez: la financiera.

 

Las notas informativas se dieron con toda la oportunidad tanto porque corren ya los últimos 11 meses del actual gobierno como porque se ha iniciado el proceso electoral que renovará el mandato, y la información apunta precisamente a un tema toral que tiene que ver con quien recibirá la administración.

 

Un poco de historia

 

Al asumir la gubernatura en 2016, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares declaró a Veracruz en “emergencia financiera”. Dijo que la crisis en que recibía el gobierno superaba “todo lo imaginable”. En diciembre de aquel año no había ni para pagar los sueldos y las prestaciones de fin de año de los trabajadores del gobierno del estado, incluido el aguinaldo.

 

En un mensaje que transmitió a través de la televisión local el 13 de diciembre de ese año, informó de la imposibilidad de cumplir con esos compromisos debido a lo colapsada que había dejado las finanzas estatales su antecesor Javier Duarte. Comentó entonces que requería de 10 mil millones de pesos para hacer frente a la situación.

 

Finalmente resolvió el problema en forma provisional solicitando un crédito de corto plazo (quirografario) por 4,300 millones de pesos, que pagó en el ejercicio fiscal siguiente. Y cuando Cuitláhuac García Jiménez lo sustituyó en diciembre de 2017 se encontró con la misma situación y se volvió a repetir el esquema con otro préstamo quirografario por la misma cantidad.

 

Nahle o Pepe no necesitarán préstamo de fin de año

 

La buena nueva, porque sin duda es una buena noticia, es que cuando asuman el gobierno Rocío Nahle o Pepe Yunes el 1 de diciembre próximo, se encontrarán con la novedad de que la administración cuitlahuista disminuyó progresivamente esa necesidad financiera de fin de año, por lo que ya no habrá necesidad de solicitar esos fondos extraordinarios, además porque les dejarán recursos disponibles.

 

De acuerdo a la información que se publicó en los medios citados, de 4,300 millones de pesos que se solicitaron en préstamo bancario en 2017, la cifra se redujo a 2,500 millones de pesos en 2018, bajó a 2,400 millones en 2019, se redujo a 1,800 millones de pesos en 2020, disminuyó a 1,600 millones en 2021, pasó a solo 1,000 millones en 2022, y en 2023, el año pasado, ya no hubo necesidad de pedir prestado más.

 

Creo que en solo dos años, en el que llegaba y en el que se iba, el gobernador Yunes Linares no podía hacer prácticamente nada más que lo que hizo: administrar el déficit, de ahí que el mérito de lo que se ha logrado es del gobierno de Cuitláhuac García, y tiene que reconocerse.

 

Duarte colapsó las finanzas estatales

 

Durante el gobierno de Duarte, los créditos a corto plazo fueron registrados como créditos simples, por lo que pasaron a engrosar la deuda general que se tenía y que se tiene ahora. Ese sobreendeudamiento llevó a que la Federación implementara mecanismos de control y evaluación, y a partir de 2016 la Ley de Disciplina Financiera obliga al registro de los créditos de corto plazo.

 

Un año previo a aquel año convulso de 2016, el entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, en una reunión en su casa con el entonces dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones; con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y con el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, José Francisco Yunes Zorrilla, les confesó en corto que ya le había dado muchas vueltas al asunto y que no le encontraba la “cuadratura al círculo”, a la enorme deuda que tenía ya el gobierno de Duarte, es decir, que no encontraba cómo enfrentarla.

 

(Aquí he publicado que desde entonces coincidían en que había que sacar del gobierno a Javier, que había que alertar e informar de la situación al presidente Peña Nieto, además advertirle que se veía venir una derrota del PRI en Veracruz, pero que nadie quería hacerlo, hasta que Osorio Chong aceptó la encomienda. Cuando la cumplió, Peña Nieto se negó a moverlo y su principal argumento fue que Duarte sabía ganar elecciones. El tiempo les dio la razón.)

 

En realidad, Duarte actuó con irresponsabilidad desde que al asumir al gobierno aceptó recibir la deuda que le dejaba Fidel Herrera Beltrán por 25 mil millones de pesos sin decir nada. Él casi la dobló después. Aunque en su primer año pudo haberla disminuido y poner en orden, pero no se apegó al esquema que le diseñó el entonces secretario de Finanzas, Tomás Ruiz, con quien terminó mal debido a ello.

 

Cuitláhuac ha respetado el esquema de Lima Franco

 

Aquí entra un pequeño gran detalle que tiene que reconocérsele a Cuitláhuac: a diferencia de Duarte, él sí ha respetado el esquema o los esquemas diseñados por el secretario de Finanzas de su administración, José Luis Lima Franco, y ahora se tienen los resultados.

 

Una sola vez, al inicio del gobierno, tuve un encuentro con Lima. Recuerdo que en el transcurso de un café me platicó su amistad con el gobernador, desde que estudiaban en Europa, uno en Inglaterra y el otro en Alemania, y mi gran sorpresa fue cuando me dijo que Cuitláhuac no daba un paso en materia económica si no se lo consultaba. Para mí, eso explica por qué este gobernador se va en medio de un ambiente menos agitado en materia económica y financiera en comparación con Duarte.

 

Qué duda cabe que la de Lima Franco ha sido una gestión financiera eficiente. En esta columna he comentado en diversas ocasiones que es uno de los puntales del gobierno de Cuitláhuac, que le ha dado buenos resultados.

 

Lo que me extrañó fue que en el gobierno nadie cacareara el huevo, la información que se publicó en los medios mencionados al inicio, que moviera en los medios locales, en declaraciones, uno de los pocos logros que verdaderamente cuentan, más cuando se está en año electoral y en cosecha de votos. Fidel Herrera Beltrán no hubiera soltado el logro en muchos días y hubiera hecho el mayor ruido posible presumiéndolo.

 

Nahle rehúye a la prensa del puerto

 

No parece precandidata en campaña. Parece más ya una gobernadora.

 

Compañeros reporteros del puerto, en medio del mal tiempo que prevalecía, esperaron ayer a Rocío Nahle afuera del edificio del Consejo Coordinador Empresarial para entrevistarla, pero cuando llegó los ignoró.

 

En un principio, la señora hablaba en su discurso de discriminación. Nadie la ha discriminado. Por el contrario, cuando los medios les ofrecen sus espacios sin costo alguno, para que hable, para que diga su mensaje, para que se luzca, si se quiere, los trata con indiferencia y hasta con desprecio. ¿Qué quiere entonces?

 

Una de dos: o se siente muy segura de que lleva y tiene ganada la elección y por lo mismo que ya es la futura gobernadora, o es demasiado su soberbia.

 

A la señora lo que más le pesa es su origen zacatecano, lo que provoca el rechazo de los veracruzanos, pero no hace nada por congraciarse con ellos, ni siquiera permite el acercamiento de la prensa, que le puede servir.

 

Si así se comporta como precandidata, ¿qué no irá a hacer cuando sea candidata y, eventualmente, gobernadora?

 

Con justa razón, los compañeros del puerto criticaron su actitud en las redes sociales y sus malquerientes aprovecharon para repercutir su mal comportamiento con la prensa veracruzana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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