Veracruz está terminando el 2023 más o menos como terminó el 2022… del asco. Es un estado más inseguro, más violento, más enfermo y más abandonado a su suerte que el año anterior.
De acuerdo con el Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres de la UV, este año se registraron 53 feminicidios y aunque el Sistema Nacional de Seguridad Pública asegura que fueron 44, como quiera que sea son un mundo para una entidad que hasta hace relativamente poco tiempo era una de las más seguras del país.
Pero hablar de muertos, desaparecidos, ejecutados, secuestrados y cercenados es redundar sobre lo mismo porque los hay todos los días y porque la autoridad poco hace por evitarlos.
Veracruz terminará el 2023 como primer lugar nacional en enfermos de dengue con más de 4 mil contagios, además creció de manera exponencial el número de enfermos de Influenza al grado que entre el 2022 y los primeros meses de este año se registraron 145 defunciones.
Este año quedó plenamente demostrado que Veracruz tiene una de las peores policías estatales, una de las peores fiscalías, uno de los peores congresos locales y uno de los peores gobernadores de su historia. Además, batió el récord de pobres con 5. 7 millones entre la pobreza y la pobreza extrema. Una barbaridad para un estado con 8 millones 500 mil habitantes.
Lo que comenzó como un rumor a mediados del 2020 se confirmó plenamente este 2023; que la actual administración estatal es una de las más corruptas del país. Y eso que tiene un gobernador honesto, honesto, honesto… muy honesto.
Y ya que estoy hablando de este individuo y a pesar de lo que diga en sus conferencias tarcederas, este año Veracruz creció en desempleo, desabasto de medicamentos y como consecuencia en desatención médica. Aumentó la deserción escolar y se multiplicó el alcoholismo y la drogadicción principalmente entre niños y adolescentes. Disminuyó la inversión privada y aumentó el rezago agrario.
Sobre esto, el pasado miércoles el legislador federal José Francisco Yunes Zorrilla, sostuvo una reunión con aproximadamente cuarenta líderes de organizaciones campesinas y sectores productivos y no hubo uno solo que al menos, para taparle el ojo al macho, se levantara para agradecer públicamente al actual gobierno algún tipo de apoyos. Y es que no les han dado nada.
“Parece mentira que mejor los gobiernos de la derecha como el de Fox y Calderón, hicieron más por el campo veracruzano que el gobernador Cuitláhuac García que prometió apoyarnos ‘como nunca’ y nos abandonó como nunca lo hizo otro gobierno” dijo uno de los asistentes.
¿Y qué con el crecimiento económico prometido? Pues que quedó en eso, en puras promesas.
En síntesis, el 2023 fue un año perdido en todos los aspectos. Otro más que echa por el caño la 4T en Veracruz, y ante ese panorama ya ni llorar es bueno.
Ok ok ok, pero ¿será que después de tantas desgracias ya habremos tocado fondo? Quién sabe lector. Pero si gustas, esa pregunta te la responderé en el 2024 por estas fechas.
Mientras eso sucede, te deseo un feliz y próspero Año Nuevo.
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