Sin ser precandidato del Frente Amplio Opositor cuyo líder moral es Claudio X González, menos por Fuerza y Corazón por México que lidera Xóchitl Gálvez y sin aun pronunciarse el PAN en su favor y menos de manera formal el PRD, el grito de “¡Pepe gobernador!” recorre la espina dorsal de Veracruz.
Los últimos días estuvieron plagados de noticias y novedades que arrancaron con la solicitud de licencia de Pepe Yunes a la diputación federal para dar paso a su suplente Norma Treviño Badillo quien tras rendir protesta fue cercada por los morenos para que migrara a su causa cosa que no sucedió.
Todo en el marco de la visita a nuestra tierra de Claudio X González para acompañar a los mas señalados representantes de la sociedad civil y redes sociales integrantes del movimiento “Misión Rescate México” , evento que por su importancia detallaremos en la siguiente entrega, en donde se manifestó el abierto apoyo al peroteño… apoyo de todo tipo.
En lo que se llamó “Encuentro Ciudadano rumbo al 2024” en Veracruz puerto, Claudio X González en compañía de líderes de la sociedad civil entre los que destacaba Luis Carlos Ugalde, Ana Lucía Medina, Américo Zúñiga, Macario Schettino, Fernando Belauzarán y Leonardo García Camarena, sus integrantes se comprometieron a entregar en los hechos todo el apoyo a Pepe Yunes.
“Es la primera vez que veo a Pepe Yunes, pero lo he investigado por meses; he revisado al detalle su trayectoria legislativa y beneficios traídos a Veracruz y he constatado el respaldo ciudadano en su favor manifiesto en las cuatro encuestas internas por lo que no tengo duda de que no solo es el mejor posicionado, sino quien va a ganar la gubernatura”, dijo Claudio X. González.
El plato fuerte, sin embargo, lo brindó Perote.
Ante más de 10 mil personas reunidas en el Deportivo Revolución de la colonia Azteca de la tierra de los Yunes, Xóchitl Gálvez se sumó al entusiasmo ciudadano y el de la militancia PAN-PRI-PRD que arrancaron con el “¡Pepe gobernador!” “¡Pepe gobernador!”
De pronto cambió la gélida temperatura de 7 grados a la intemperie por un calor político que penetraba hasta los huesos.
“¡Los peroteños son unos chingones!” gritaba la Xóchitl con su típico traje, una especie de huipil rojo con negro, ligero maquillaje, zapatos de piso y por adornos en las muñecas con motivos indígenas.
Con esa simpatía que arrebata, su espontaneidad; esa tan extraña como singular forma de dirigirse a la gente en donde se le va directo a la yugular a López Obrador espetó: “nos ha entregado abrazos para el crimen organizado y balazos para la ciudadanía”.
Fue un evento donde las “orejas” de Cuitláhuac y los chismosos de Nahle que desde hace algunas semanas siguen los pasos de Pepe, tomaron nota de que no hubo “lonche”, ni acarreo; que llegaron familias completas a tan típico fin de semana de congeladora a la que están acostumbrados por culpa del Cofre de Perote.
Fue una fiesta popular donde acudieron los mismos aliados históricos que se han sumado a Pepe por 25 años, hoy sus hijos adultos están a la espera de que por fin se les haga justicia.
“Morena con su cuatro T va por el segundo piso de su proyecto, nosotros vamos por el segundo y tercer piso, pero de sus casas”, les dijo la Xóchitl a los asistentes que hicieron del evento político una verbena, una algarabía contagiosa, una bailadera de los chavos y una esperanza para todos.
Fuera de las canchas donde se llevaba a cabo el evento vendían atole de masa, ese de chocolate que está bien rico, a 20 pesos; también había tortas de frijoles con chorizo de 17 pesos que “¡Están muy ricas!”, según me insistía Antonio Trujillo “Trujyper” esa leyenda del periodismo autor de la “Verba Brava” que publica Notiver hace 35 años.
Al bat Pepe -pero no, no porque en Perote es el futbol el que prima y si no que le pregunten al Peje-… Bueno, en turno Pepe Yunes desde tan novedoso templete donde gigantescas pantallas dan luz, color y sonido, es quien llama a la unidad, es quien reconoce en Xóchitl “¡A nuestra próxima presidenta!”, es quien entrega reconocimiento al liderazgo priista de Alito Moreno ahí presente y es quien corre la cortesía a la senadora panista Indira Rosales, así como al aspirante perdedor Héctor Yunes.
Grita sumarse para terminar con el mal gobierno que no ha cumplido y solo ha traído una mayor pobreza.
A Pepe se le nota fuerza y así la trasmite.
En él hay empaque, experiencia, un valor no visto y una claridad meridiana de que hoy los veracruzanos están en su favor, de que es posible lograr la alternancia y construir un nuevo Veracruz.
Prueba contundente de ello se registró al iniciar la zacatecana Roció Nahle una guerra de encuestas donde se mostraba muy sobrada, pero resultó que dada abismal y poco creíble ventaja que mostraba en su favor dio como resultado el rebote en favor de Pepe.
Y es que si para unas encuestadoras Nahle iba 35 hasta 52 puntos arriba, otras que aparecieron al canto mostraron que no era así; que sin aun ser el candidato de la alianza, el Frente Amplio por México (PAN, PRI, PRD) la oposición sumaba 55.41% en la preferencia, mientras la Cuarta Transformación (MORENA, PV, PT ) solo alcanzaba el 42.17 %.
En tanto, Movimiento Ciudadano luego que Dante Delgado mostrara su verdadera cara de lo que es, un moreno disfrazado de demócrata, la aprobación veracruzana y su partiducho quedaron al final con un 02.42 %, es decir, si hoy fueran las elecciones perdería no solo la contienda, sino el registro cosa que estuvo a punto de sucederle en el 2018.
Pero regresando a lo relevante, Pepe Yunes y el llamado “Efecto Pepe” empieza a cundir por todo Veracruz.
Una sensible corriente de simpatía recorre por las arterias jarochas.
Hoy todos, absolutamente todos, son pepistas. Vaya hasta lo que aun hace unos días lo descalificaban y se reían de él a través de cierta prensa -esa que llaman chayotera- hoy son sus más fieles seguidores, seguidores reales que andan tras de él acomidiendo una silla, poniendo a sus órdenes sus ejércitos imaginarios de votantes y entregándole la varita mágica en donde a una orden suya Veracruz es mejor que Disney.
Sin el menor rubor los columnistas que decían que no había otra que Anilú porque le tocaba, porque el género, porque era la mejor terminaron, no bajando la testuz, sino levantando las banderas del pepismo “porque yo siempre dije que era el bueno”.
Y bueno, pues que chingaos; que lo digan y publiquen, aunque el excremento no sume.
Para Pepe Yunes, en medio de una tormenta ficticia -ahora le quieren enjaretar rémoras de la Fidelidad- está claro, sin embargo, según ha comentado que ha llegado el momento para Veracruz y para México de ir en busca de las nuevas generaciones que quieran trabajar para prestigiar a la política con nuevos rostros.
Antes de las “Noche Buena” habrá noticias sobre el equipo de trabajo que lo acompañará a su pre y campaña electoral.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo