“Tu peor pecado es que te has destruido y te has traicionado por nada.” – Fiodor Dostoievski.
Este fin de semana corrió la versión de que al personaje que más daño le ha hecho a Morena en Veracruz, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, lo habrán de premiar con una diputación federal pluri para alejarlo de la entidad y así evitar que se preste apoyar al candidato a la Gubernatura de Veracruz por la Coalición Fuerza y Corazón por Veracruz, en la persona de José Francisco Yunes Zorrilla.
La noticia difundida por el reportero Ricardo Chua Agama en sus redes sociales, señala que la autorización de dicha medida se habría dado por la intermediación del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ante la propia precandidata presidencial, Claudia Sheinbaum, sin contar con el aval de la coordinadora Estatal de los Comités de Defensa de la 4T en la entidad, Rocío Nahle García.
Menudo favor le hacen a la ex secretaría de Energía, con dicha medida, pues es evidente que el que traiciona una vez, traiciona dos y más veces.
Lamentable que, en Morena, algunos personajes no hayan sopesado el inmenso daño provocado por tan impresentable personaje, a quien, por el contrario, deberían estar procesando por la vía legal para castigarlo con todo el peso de la Ley por sus presuntos nexos con la delincuencia organizada, por su presunto enriquecimiento ilícito inexplicable, así como por su alta traición a los valores fundacionales de ese instituto político.
La permisividad y tolerancia del mandatario veracruzano a la persona directamente señalada de haber creado un caos en materia de seguridad, orden y paz social por parte de los mismos alcaldes de la entidad, que en muchos de los casos fueron literalmente amedrentados y amenazados a través de sus secuaces, quienes operaron desde la Fiscalía General del Estado (FGE), el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) y Tribunal Judicial del Estado de Veracruz para ponerlos de rodillas y practicar con ello el protocolo forzoso de genuflexiones del régimen.
Mucho cuidado deberá tener la propia Coordinadora Estatal de los Comités de Defensa de la 4T, Rocío Nahle porque como cuenta Dante Alighieri en la Divina Comedia, se debe castigar a los traidores de sus benefactores.
Dante en el canto trigésimo cuarto del Infierno se sitúa en la cuarta zona del noveno círculo, en el hielo del Cocito, donde son castigados los traidores de los benefactores. Estamos en la noche del 9 de abril de 1300 (Sábado Santo), o según otros comentadores del 26 de marzo de 1300.
Se trata del último canto del Infierno: Dante y Virgilio en donde ven a Lucifer, principio de todo mal, y bajan al centro de la tierra a través de su cuerpo, hasta salir por el otro hemisferio donde se encuentra el Purgatorio, objeto del próximo libro.
En los tres sumos traidores Dante quiso golpear a aquellos que atentaron contra los dos máximos poderes, ambos pre ordenados por Dios como guías de la humanidad para llegar a la felicidad terrena y a la del otro mundo.
Si Judas traicionó a Jesús del cual deriva la autoridad de los papas y Bruto y Casio traicionaron a Julio César, el “primer sumo príncipe”, fundador de la autoridad imperial querida por la providencia. El castigo infligido al primero es más grave porque el poder espiritual y el fin de la bendición celeste sobresalen sobre el poder temporal y el fin de la felicidad terrena.
Si Dante pretendió sentar el precedente de castigo por la alta traición de estos personajes, no es comprensible que a quien puso en riesgo el proceso continuador de la 4T en Veracruz ahora se le premie.
Urge que la máxima autoridad en Veracruz, abra los ojos a la realidad, porque con esta mala decisión pone en riesgo total la continuidad del proyecto Lópezobradorista en la entidad.
Aguas con los traidores, porque, recuerde el dicho de Tirso de Molina “Quien a ser traidor se inclina, tarde volverá en su acuerdo”, que en términos coloquiales sería, “quien traiciona una vez, traiciona dos y más veces”.
Aguas, aguas, aguas.
Al tiempo.
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