Veracruz el estado con más secuestros acumulados y mensuales. Eso no está en el informe de la novelista Waltraud Martínez
Con dotes de novelista, Waltraud Martínez Olvera, jefa de la Oficina de Programa de Gobierno, elaboró un documento en donde se destaca su capacidad para escribir ficción y lo presentó como el V Informe de Gobierno de Cuitláhuac García. La funcionaria novelista tuvo que inventar un Veracruz que en los hechos no existe. En el Veracruz de la realidad las cifras son otras. Por ejemplo, la organización Alto al Secuestro documentó que en el mes de octubre en Veracruz hubo 12 secuestros; de hecho, Veracruz es el estado de la República con más secuestros registrados en octubre. El siguiente estado con más secuestros fue el Estado de México con 10, le siguen Chihuahua con 9, Hidalgo con 6 y Chiapas con 5. Pero no sólo eso, Veracruz es el estado que más secuestros ha tenido en lo que va del sexenio. De diciembre de 2018 a octubre de 2023 Veracruz registra 997 secuestros. Por supuesto, eso no aparece en la novela escrita por Waltraud Martínez Olvera. Por cierto, en los cafés y en las oficinas de gobierno se comenta que, ahora que no está Eric Cisneros, conocido en los bajos mundos como el Bola 8, en la Secretaría de Gobierno de Veracruz, es posible que el índice de secuestros baje. Ya sabe usted, quien movía los hilos de la tenebra en Veracruz era el afrodescendiente.
Sobe muerte de le magistrade “que se diga la verdad” piden a gobernadora de Aguascalientes. ¿Y si esa verdad no le gusta a la familia?
Ya hay una verdad sobre el asesinato de le magistrade Jesús Ociel Baena. Una verdad basada en el escenario que se encontró en la casa del funcionario público, basada en las pruebas forenses y toxicológicas. A Ociel Baena lo asesinó su pareja Dorian Daniel con navajas de rasurar. Una vez cometido el crimen, el hombre de 37 años, afectado por las anfetaminas, se quitó la vida de un navajazo en la garganta. Nadie más entró a la casa, nadie salió de ella esa mañana, según los videos de vigilancia que tiene la Fiscalía de Aguascalientes. Esa es una verdad, pero esa verdad no le gusta a la familia ni a los activistas en pro de los derechos de la comunidad LGBT+. Es por ello que familiares y activistas exigen a la gobernadora de Aguascalientes, Teresa Jiménez, que se diga la verdad, y ella ha ofrecido eso. Claro, para ellos una verdad más adecuada al caso sería que gente del gobierno haya asesinado a le magistrade, eso sería ideal para hacerlo mártir. Una verdad en la que se encontrara a un funcionario transfóbico que hubiera armado todo el escenario para culpar a Dorian Daniel y sacrificar a Ociel Baena. Porque la familia asegura, y hay que creerles, que la pareja se amaba, que eran muy buenos y que iban a misa todos los domingos. Por supuesto, el factor de las drogas, elemento que se comprobó estaba en el organismo de Dorian Daniel es un factor determinante. Porque una persona, por muy buena que sea, bajo los efectos de la droga puede cometer cualquier tipo de crimen. Pero ya sabe usted que en este país se fabrican verdades a gusto del cliente.
“Cae más pronto un hablador que un cojo”. López Obrador dijo que no se iba a tomar la foto oficial con Dina Boluarte; y lo obligaron a tomársela
Como si fuera diva el presidente López Obrador se presentó en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) cargado de caprichos. Hace unos meses, cuando debería entregar la presidencia rotativa de la APEC a Perú, López Obrador, se sintió dueño de la pelota y dijo que él no la iba a entregar. Claro, él no es dueño de la pelota, por lo que se tuvo que entregar la presidencia a Perú, país con quien el gobierno de AMLO ha tenido varios desencuentros. Por ello, obligado a asistir al foro de la APEC el presidente anticipó: “Ojalá que no tenga yo que tomarme la foto, no lo deseo, se lo digo así con todo mi cariño, con mi buena fe, no quiero tomarme una foto con la presidenta del Perú, yo no voy a ir a buscarla para tomarme una foto”. Nos imaginamos al presidente de México en el foro que se llevó a cabo en San Francisco, California, negándose a tomar la foto oficial, todo porque no quería salir con una presidenta a la que considera espuria. Pero como él es sólo un invitado y no el anfitrión, seguramente el gobierno de Joe Biden le hizo manita de puerco. A lo mejor lo amagaron con dar a la luz pública las transas de su hijo en Houston con la petrolera Baker Hughes y a López Obrador no le quedó de otra que hacer puchero e ir a pararse en la fila de atrás para tomarse la foto oficial donde también sale Dina Boluarte, presidenta de Perú. No cabe duda, “cae más pronto un hablador que un cojo”.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra