Es sabido que el agua y el aceite no se mezclan. Si se intenta hacerlo, el aceite se queda en la superficie del agua.
Con el permiso de los químicos y con información de la Fundación Aquae, apunto la siguiente información, que explica por qué el fenómeno.
El aceite es un líquido que se compone de moléculas no-polares, o sea de cargas negativas, electrones, que rodean a la molécula, en palabras sencillas diría que la blindan, mientras que el agua se compone de moléculas polares, de ahí que sea imposible la unión de ambos tipos de molécula.
Pero eso es en la química, porque parece que en política, en Veracruz, se ha empezado a dar el prodigio de que la fusión se logre, lo que podría atraer la atención de los estudiosos de todo el mundo.
Sucede que el ahora flamante “Coordinador de la Defensa del Federalismo” en el estado, Manuel Huerta, anunció que en campaña electoral recorrerá los 212 municipios al lado de Rocío Nahle, o sea una especie de melcocha color guinda, agridulce, de un chairo con una fifí conservadora.
No me pasa todavía cómo un luchador social que hace menos de un mes enderezaba severas críticas contra la señora Nahle, ahora se va a pasear con ella y, peor, va a tratar de convencer a sus simpatizantes, en su mayoría militantes de Morena, y a los veracruzanos en general, para que la eleven al más alto cargo político del estado.
El 19 de octubre pasado, en una declaración de prensa en Xalapa, el exfuncionario federal afirmó que la exsecretaría de Energía no representaba el espíritu de la 4T y que su participación en el Quinto Congreso Nacional de Energía, que había tenido lugar un día antes en Boca del Río, había sido un pretexto para hacer campaña con recursos públicos.
Incluso descartó que fuera a presentar alguna denuncia, porque manifestó que el pueblo era el que se daba cuenta.
Todavía más. Dos días después la invitó a que se retirara de la encuesta interna que definiría al candidato, “porque va a perder”.
Entrevistado en el municipio de Xico, acusó la utilización “de viejas prácticas” como el acarreo y el pago de 300 pesos a los asistentes al inicio de la campaña interna de Nahle en el municipio de Tatahuicapan.
“Me enteré que estaban pagando 300 pesos. Tampoco se van a disfrazar de veracruzanos poniéndose un sombrero y un paliacate diciendo que son la Bamba”, soltó, en abierta y clara alusión al origen zacatecano de su ahora aliada y al hecho de que la exsecretaría de Energía había dicho que era más veracruzana que la Bamba y además había aparecido en el acto con sombrero y paliacate, propio de los veracruzanos.
Expresó entonces que ser veracruzano implicaba conocer Veracruz, el estado, y “querer al pueblo de Veracruz”, esto porque señaló que evitaba al pueblo.
“Ponen tarimas y se sienten dioses cuando el pueblo no los puede saludar ni tocar. Así no son las cosas. Son compañeros y Rocío es una compañera muy valiosa pero que no se equivoque con hacer más de lo mismo, porque le irá muy mal, porque la gente repudia lo que está pasando”.
Y se fue a fondo: “Es tiempo de que diga que no es de aquí y se haga a un lado porque va a perder la encuesta. Andan desesperados y vamos a ganar”.
Durante el proceso interno de Morena para designar a su candidato, que finalmente resultó candidata, comenté en este espacio y me hizo eco de la crítica y autocrítica que ejerció, con el pleno convencimiento de que una ciudadanía crítica es la base de toda democracia.
Me pareció bien que dentro de su partido denunciara y señalara los abusos y excesos del gobierno del estado y sus aspirantes a la gubernatura y que les recordara a los cuitlahuistas los tres principios que según Andrés Manuel López Obrador lo guían: no mentir, no robar, no traicionar al pueblo.
Encontré en él la voz crítica que tanta falta hace en Veracruz y me pareció admirable que llenara incluso el vacío que dejó la oposición. Creo que inclusive nunca antes en la historia política del estado un exdirigente estatal del partido en el poder había ejercido crítica severa, cierta, responsable contra un gobierno de su misma filiación política, como la hizo él.
Pero, que recuerde, tampoco un aspirante a la gubernatura había ejercido crítica, había hecho señalamientos, había denunciado en forma pública irregularidades constitutivas incluso de delitos de sus contrincantes del mismo partido, también como los hizo él. Todavía apenas en fechas recientes había demandado que explicaran de dónde habían sacado tanto dinero para la pinta de bardas, la colocación de espectaculares y lonas, y todo el dispendio que hicieron.
En este espacio incluso me atreví a comentar que posiblemente estábamos ante el surgimiento de un líder social como el que no ha tenido Veracruz en mucho tiempo. Ahora completo aquella idea: lo veía como el posible líder que encabezaría la lucha por las causas sociales de los veracruzanos, ganara o no la candidatura al gobierno del estado.
Parece, o creo, que yo estaba equivocado. Su aceptación, en forma callada, de una derrota que le fabricaron para favorecer a la señora Nahle, pero sobre todo su aceptación para ser el promotor principal de la candidatura de una exservidora pública que deja mucho que desear, indica que ha terminado por convalidarla. Ya no le ve su origen zacatecano, ya no ve el acarreo que le hicieron a inicios de semana, de “más de 10 mil maestros”, a un acto en Boca del Río, en día laboral, lo que constituye un delito, ya no ve el alejamiento del pueblo, estando ellos, la cúpula, desde una tarima, como las que criticaba.
Da pena que alguien que despertó muchas esperanzas entre los veracruzanos ha claudicado tan pronto, que ya no se acuerde que la señora Nahle dejó la refinería de Dos Bocas sin concluir; que la fábrica no ha producido un solo litro de gasolina para combustión interna no obstante que la obra se inauguró en julio de 2022; que el costo ya casi se triplicó; y que hay una denuncia por el otorgamiento de contratos por 5 mil millones de pesos sin licitar a presuntos allegados a ella, además a una empresa que no cumplía con los requisitos de ley porque se acaba de constituir apenas días antes.
Ahora, pienso que o Manuel levanta y saca adelante a la zacatecana o que ella lo va a hundir; esto es, creo que los veracruzanos que pensaban ejercer un voto diferenciado en 2024, votando a favor de él para que sea senador, pero en contra de ella para que no llegue a la gubernatura, le pueden pasar el costo. Creo que, en pocos días, Huerta dilapidó un capital político que había venido acumulando desde 2018 cuando como dirigente estatal de Morena ganó la histórica elección de 2018, y que había consolidado con su trabajo en “territorio” repartiendo los programas sociales.
Pero así es la política, en la que todo se puede esperar.
Lector, lectora. Estaré unos días ausentes, aprovechando el día feriado del próximo lunes 20 de noviembre. Estaré de regreso aquí el miércoles próximo.