Pepe Yunes, a unas horas de la verdad

 Le puso el cascabel al Peje  * Hay deuda porque exprimieron los fideicomisos  * Número uno en las encuestas  * Anilú terminó votando como morenista  * Miguel Pintos, el del acta falsa de cabildo, quiere ser diputado  * Vasconcelos ataja a Sheyla   * No la pasa por ser seguidora de Héctor Yunes  * Diputada morenista discrimina

MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO

Publicada en mussiocardenas.com

8 de noviembre de 2023

A contrapelo del priismo morenista, Pepe Yunes trazó su ruta cuando le puso el cascabel al Peje, cuando reventó la contrarreforma eléctrica, el Plan B electoral y exhibió la venganza del porro contra el Poder Judicial.

Muy a pesar del priismo pro-Morena —Kuri, Anilú, Carvallo—, Pepe Yunes Zorrilla negó el voto a la militarización, a la extensión de la Guardia Nacional en las calles, al presupuesto de egresos que año con año olvida a los pobres, al campesino, al pescador.

Y alertó sobre el endeudamiento descomunal una vez que la uña de Andrés Manuel hizo añicos los fideicomisos y fondos —55 primero; 109 después— que halló cuando la Cuarta Destrucción arribó al poder, el de estabilización, el Fonden, el Fondo de Enfermedades Catastróficas, el de Pensiones, el de apoyo a la cinematografía, el de impulso a la ciencia y la tecnología, el de desarrollo social y decenas más.

Se endeudó al país al haber secado los fideicomisos, reveló Yunes Zorrilla.

Y trae jodido al presidente con el Presupuesto de Egresos 2024, con el abandono a los damnificados de Acapulco, Coyuca de Benítez y 45 municipios más, exhibiendo que los morenos y su patriarca son una lacra sin virtud, nada de ética y mucho menos moral con aquellos a los que Otis, el huracán del siglo, les pasó encima, les destruyó todo, los dejó sin casa, sin ropa, sin alimento, sin un peso y les destruyó la esperanza en un gobierno que sólo sabe robar.

Acusó que hay “bolsas ocultas en el presupuesto, bolsas de inversión que no están registradas en la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que pretenden utilizar con discrecionalidad”.

Y advirtió:

Ese recurso puede “ser para reconstruir Acapulco o puede ser para hacer una carretera con algún impacto regional en alguna parte del país, o pueden utilizarlo para uso electoral previo a una campaña presidencial. Eso es lo dramático”.

A Pepe Yunes le acompañaban el paso, camino a tribuna, sus pares en la Cámara de Diputados con el coro de “gobernador, gobernador”.

Y es porque tiene escenario nacional.

Y es porque el de Perote fue imponiendo su verdad.

Y porque no le concedió ni un centímetro de gracia López Obrador, ni se prestó a sus enjuagues, ni admitió reformas constitucionales que son inconstitucionales, ni le pasó por la mente que con un mesías tan orate se pudiera negociar.

Y cuando Pepe Yunes aduce que el endeudamiento de 2 billones para 2024 tiene explicación, es porque el robo ha sido brutal.

Léase así:

Más de 160 fideicomisos fueron saqueados. Más de 160 fideicomisos y fondos devorados por el insaciable Andrés Manuel. 164 fideicomisos de los que el porro de la 4T hurtó más de 135 mil millones de pesos en cinco años. Y no se sabe en qué los aplicó.

Pepe Yunes enfrentó primero al bloque priista proclive a negociar con Andrés Manuel. Entonces lo pagó. Sintió el frío y el silencio de su dirigencia.

Impidió que Morena se agandallara 14 votos priistas, los que requería para pasar la reforma eléctrica. Sólo uno se fue. Pepe Yunes encabezó esa oposición interna.

Luego remó sólo en la extensión del período en que la Guardia Nacional realizará tareas de seguridad, patrullaje en las calles, instalación de retenes, revisiones a civiles. Sólo él y la diputada priista del Estado de México, Sue Ellen Bernal, dijeron no. Y a Pepe se lo reconocieron las bancadas del PAN y PRD.

Mandó al diablo la reforma electoral obradorista, el PAN A y el Plan B, que luego fue desechado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Y defendió al Poder Judicial. Y acusó que la extinción de 13 fideicomisos, fraguada por López Obrador, le pega a los trabajador, no a los ministros. Arguyó que un poder de la Federación, el Ejecutivo, no puede entrometerse en la estructura financiera de otro poder.

Y evidenció que López Obrador no busca extinguir privilegios sino vengarse de los ministros que no se doblegaron ante el poder presidencial.

Y en el tema financiero, nadie lo ha podido refutar. Año con año, desde que es diputado federal por Coatepec, Pepe Yunes analiza, desmenuza, desbarata las inconsistencias del presupuesto obradorista, demostrando que para El Peje lo primero no son los pobres sino la manipulación de las masas, vía el dinero público.

Y remató con la explicación de la deuda para 2024, porque la caterva obradorista exprimió los 164 fideicomisos que halló cuando llegó al poder.

“¿Por qué se endeudaron hoy con casi 2 billones de pesos? —se preguntó— Porque vaciaron los fideicomisos. No tenían por qué endeudarse cuando tomaron 300 mil millones de los fondos de estabilización.

“No tenían por qué endeudarse si tenían el Fondo de Enfermedades Catastróficas, ese que usaban las mujeres cuando enfrentan un cáncer de mama o un cáncer cervicouterno, o los varones un cáncer de próstata, o quien tiene insuficiencia renal. Tenían un fondo catastrófico que se bajaba a través del Seguro Popular, que era de 100 mil millones y lo bajaron a 20 mil millones. O lo que correspondía al Fonden. Claro que se iban a endeudar si fueron agarrando cajón por cajón hasta que lo vaciaron. Hoy quieren ir por el fideicomiso del Poder Judicial, que son otros 20 mil millones”.

Nadie lo pudo refutar.

El escenario nacional da imagen y proyecta. Nadie entre los priistas trae ese nivel. Nadie ha calado así al Congreso y más allá. La percepción ciudadana se inclina a favor de Pepe Yunes y es la propuesta del PRI para el Frente Amplio por Veracruz.

El escenario nacional da distancia frente a las figuras estatales, frente a los priistas pro Morena, los Fernando Kuri y Anilú Ingram, los seguidores de Jorge Carvallo, pepenadores políticos amantes de la ubre presupuestal, adictos al negocio que se gesta al amparo del poder.

El escenario nacional da reflectores y luz natural. Y sólo se logra cuando se domina el tema técnico, las cifras, los números, las prospecciones, y cuando se tiene el lenguaje claro, la frase aguda, el mensaje certero. Así como Pepe Yunes suele hablar.

Y se da cuando hay discurso que desmonta la farsa del gobierno de la austeridad y los dineros aplicados a la causa de los pobres siendo beneficiarios, vía las empresas fantasma, vía los contratos chuecos, los amigos de Andy López Beltrán y la banda depredadora del mesías de Tepetitán.

Y cuando se enfrentan las inercias, los acuerdos en las sombras.

A unas horas de la definición, Pepe Yunes sigue en la cumbre. Es el aspirante que puntea las encuestas. No es el candidato de los likes, ni el oportunista de los post. No es el ambicioso que habiendo hallado puertas cerradas en Morena se presenta como el salvador de Veracruz.

Puede desistir si la alianza se cerrara a la sociedad, si las corrientes panistas y perredistas se fracturan, si los Yunes azules regatean espacios, si Julen Rementería y su grupo panista no suman, si el perredismo exige en la mesa lo que no tiene en las calles y colonias.

O puede llegar al final y enfrentar a la maquinaria desvencijada de Morena, la candidatura ilegal de la zacatecana Rocío Nahle, la pandilla de Cuitláhuac García y los 40 bribones, los violadores de derechos humanos, los ladrones de cuello guinda que han saqueado a Veracruz.

A contrapelo del priismo morenista, a Pepe Yunes sólo le resta esperar.

Archivo muerto

Anilú quiere al PRI a sus pies y vota como morenista. Chantajista de cepa, aprueba, junto con Morena, la Cuenta Pública 2022. Su voto es el aval a la corrupción de Cuitláhuac García, el gobernador obradorista; al Congreso jefaturado por Juan Javier Gómez Cazarín, y a municipios guindas donde las pillerías y atracos revelan que sólo llegaron a mentir, robar y traicionar. Anilú Ingram Vallines, diputada local priista, es toda una contradicción. Hace una profunda reflexión —ni que fuera Sócrates— para saber si se queda, o no, en el PRI, y minutos después suelta que está puesta para ser candidata del PRI al gobierno de Veracruz; despotrica porque a Fernando Kuri Kuri, su canchanchán político, no le dieron la presidencia estatal del tricolor y agita y amaga con una ruptura, y horas después aparece en encuestas para la Senaduría. Ha de suponer que sigue siendo la reina del Carnaval de Veracruz, que los borregos son comparsas, que Kuri es el Rey Feo y que por la vía del chantaje mantendrá su interminable beca política, atropellando el derecho de decenas de mujeres priistas que aspiran a un cargo de elección popular. Mientras, Anilú seguirá votando bajo la línea de Morena. Porque lo suyo, lo suyos es la traición… Miguel Pintos, el del acta falsa de cabildo, quiere ser diputado federal. Anuncia que se inscribió para el proceso interno en Morena y le llueve metralla. Se recuerda el despojo a Ember Vallinas, concesionario de las canchas de futbol rápido en el campo Miguel Hidalgo de Coatzacoalcos, las tretas ilegales, la negación y ocultamiento del acta de cabildo original con la que el ayuntamiento encabezado por Joaquín Caballero Rosiñol aprobó la concesión. De aquella acta hay historia. Y aquella acta fue la única que permanece alojada en los archivos del Congreso de Veracruz. La que presentó Miguel Pintos Guillén, entonces secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos, al cabildo encabezado por el morenista Víctor Manuel Carranza Rosaldo, era falsa. Y se la presentó a un juez federal, lo que implica delito. Aún así se perpetró el despojo. Y Ember se quedó sin las canchas. Pintos Guillén es un preclaro integrante del gang de Rocío Nahle García, contratista de Petróleos Mexicanos cuando Carranza y José Luis Peña Peña, esposo de la ex secretaria de Energía, partían el turrón en la zona industrial. Miguel Pintos es un bandolero político, sin carrera, con imagen de pillastre, agazapado en la enagua de la zacatecana Rocío Nahle. Fue aquel que por sus pistolas ordenó la cremación de una persona muerta a causa del Covid, sin respetar la decisión y la voluntad de los familiares. A eso, dijeron entonces quienes se mueven entre la abogacía, se le llama desaparición forzada. Nada quedó del cuerpo como no fueran cenizas. Y hoy pretende ser diputado federal por Coatzacoalcos. Lo anunció y le dijeron hasta de qué se va a morir… A su estilo, por la fuerza, Carlos Vasconcelos dejó a Sheyla Jara fuera de la cúpula del PRI en Coatzacoalcos. Su sobrino, el terrible José Luis “Güicho” Vasconcelos Ramos, le negó el acceso  a la sede tricolor, el domingo 5, y, engallado, increpó a los seguidores de Sheyla, un manotazo en la batea de la camioneta, la violencia verbal, retando a quien se le pusiera enfrente porque “Güicho” es así, el rufiancito que amedrenta sabiéndose rodeado de guaruras, el clon de su tío Carlos Vasconcelos, líder de la CTM, el obrero que nunca fue obrero. Así debió actuar “Güicho” con los malosos que le asestaron golpes y cachetadas, exigiendo la cuota por permitir trabajar en Villa Allende, saliendo despavorido, acobardado y manteniéndose agazapado fuera de Coatzacoalcos hasta que el adeudo quedó saldado. El pecado de Sheyla Jara es militar en la corriente de Héctor Yunes Landa, con el que Vasconcelos ni se traga ni se soporta. Ese domingo, Octavio Sen Ávila y Carmen Ortigoza asumieron la presidencia y secretaría general del PRI en Coatzacoalcos. Y ese día detonó la bomba de tiempo. Una manta colgaba desde el techo del edificio priista. “El partido de la imposición”, se leía en ella. Y luego el intento de Sheyla Jara de acceder a la sede oficial para reventar la función. Sheyla, quien tiene imagen y trabajo político incuestionable, no encaja por su tendencia hectorista. Carlos Vasconcelos, el nuevo dueño del PRI, el que soporta el gasto económico, no le iba a entregar la secretaría general al tóxico Héctor Yunes. Y así Sheyla Jara denuncie a Carlos Vasconcelos y al troglodita “Güicho” Vasconcelos por violencia política de género en la Fiscalía de Veracruz, no será secretaria general. No es por ella; es por Héctor… “Yo respeto su lengua, pero no la hablo, pero a mí, aquí, se me habla de frente y en español”. La frase es discriminatoria, soez, agraviante. La frase la suelta Margarita Corro Mendoza, diputada local de Morena por Cosamaloapan. La dice el 24 de octubre, siendo aún presidenta del Congreso de Veracruz. Y el tono altivo, exigente, con un manotazo en la mesa, reclamando a habitantes de Tierra Blanca, de origen indígena, por hablarle en su lengua y por acuerdos incumplidos. Sobre Margarita Corro ha llovido tupido, exigiendo una disculpa, exigiendo su renuncia, con grupos que se manifiestan a las puertas del Congreso estatal, en Xalapa, al arranque del nuevo período ordinario de sesiones. Protestan grupos morenistas, antagónicos a la diputada Corro Mendoza, que sacan raja del resbalón político. Y hasta diputados del partido guinda que ven necesaria la disculpa. Y Margarita Corro, ese día, en ese clinch, deslizaba que si Rocío Nahle se queda con la candidatura al gobierno de Veracruz, ella será diputada federal. O sea, las que discriminan a los indígenas por su lengua tienen la bendición de la zacatecana que se queja precisamente de ser objeto de discriminación política…

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