Las patrañas del gobierno y sus continuos engaños dan pie a la especulación por un lado y por otro la realidad que surge de las voces de los afectados con el Huracán Otis que devastó a Acapulco y sus alrededores. No hay cifras oficiales, pero tampoco importan porque mientras se habla de 27 muertos talvez puedan ser un millón. No parecería exagerado cuando en el terremoto del 85 también se ocultó las reales y en el COVID llegamos a esa cantidad. La sinvergüenzada se mide con las declaraciones de Gatell que debiera darle vergüenza. Las voces de los sobrevivientes y afectados hablan de otra historia. La tragedia que están viviendo y que es manifiesta en sus gritos desgarradores de auxilio y desesperación. ***Escuchémoslos pues lo oficial no es confiable. El 95% los comercios y casa habitación están derruidos y no será cuestión de meses la rehabilitación sino de años. La tragedia mostró la ineptitud y omisión de las autoridades correspondientes y el nulo conocimiento del ejecutivo en control de daños. Se vieron patéticos los dueños del país- su fructífero negocio- militares y marinos varados en el lodo. Cientos de miles de millones de pesos se han destinado a estos parásitos que se han convertido en empresarios sin dar resultados en sus obligaciones. El terrorismo de los cárteles del narcotráfico aliados que violan, secuestra, matan- 170 mil asesinados más de los que han cobrado el conflicto de Oriente- desaparecen, lastiman a la población. ***Ignaros que creen el poder dura para siempre. El Peje mostró su verdadero talante: ante la desgracia revelar que su popularidad va al alza en sus encuestas pagadas con el erario. Cínico e inhumado. Falta de oficio político y gran soberbia. La nación se lo demandará tarde que temprano. MORENA enlodada y apesta. El repudio está. *** Y para las agruras del mole…