Y con el firme propósito de lograr la candidatura de MORENA a la gubernatura de Veracruz, olvidando sus orígenes.
Cuando políticos niegan su cuna o lugar de nacimiento con maquiavélicos fines personales, provoca desconfianza, mostrándose ser timadores y defraudadores de la confianza de los ciudadanos y votantes. Norma Rocío Nahle García ha declarado en medios de comunicación oficialistas ser “veracruzana”, por el simple hecho de tener a un esposo e hijas veracruzanas. Y esta adopción a fuerza, logra que Zacatecas pase a segundo nivel, cuando ella nace en ese estado, estudió en escuelas zacatecanas y hasta cursó la carrera en la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Nació en Río Grande, Zacatecas y toda su vida académica estudió en colegios públicos auspiciados por el gobierno de ese estado. Además estudió Ingeniería Química en la Universidad Autónoma de Zacatecas en el periodo de 1981 a 1986, con una especialidad en Petroquímica, también con cargo al gobierno de ese mismo estado.
Por cuestiones de la vida, Nahle García llega a Veracruz para trabajar en el área administrativa en la Petroquímica de La Cangrejera, en Coatzacoalcos y actualmente, este complejo está lleno de fierros viejos y con sistemáticos accidentes e incendios, por la falta de mantenimiento, sin que la misma Rocío Nahle, siendo ahora titular de la Secretaría de Energía, haya aplicado recursos para su rescate y permite la agonía de un proyecto costoso para PEMEX.
Norma Rocío Nahle García ha sido destacada protegida de López Obrador por la facilidad de la zacatecana para reunir millones de pesos entregados a la causa de MORENA y al propio presidente de México. Por eso la hizo diputada federal por el Distrito 11 de Coatzacoalcos, gracias a duartistas que apoyaron el proyecto de MORENA, desde el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, a quien lo engañaron con sacarlo del Reclusorio Norte, cuando López Obrador llegara a ser presidente y gobernador Cuitláhuac García, así como “planchar” acusaciones en contra de “Javi Du” hechas por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares. Hasta el cierre de esta columna, el exgobernador Duarte de Ochoa es el único que purga una condena por desvíos de recursos.
Por eso, la persecución y detención en contra del exfiscal Jorge Winckler Ortiz y colaboradores, para que los duartistas financiadores de MORENA estén tranquilos. Y acusarlo de delitos sin sustento, convirtiendo a Jorge Winckler en un preso político, violentado sus derechos constitucionales desde su ilegal destitución en el Congreso de Veracruz, así como su persecución, cacería y detención.
Norma Rocío Nahle García ha traicionado a muchos fundadores de MORENA, tergiversando la realidad, diseñando planes para expulsar a quienes le estorben, así como engañar al propio presidente hablando pestes de Cuitláhuac García, a quien lo acusa de no obedecer órdenes, pues ella cree que el gobernador de Veracruz es su “lacayo” y “sirviente”.
Como verdadera veracruzana y como mujer, no me inspira confianza una política que niega sus orígenes y se cuelga de una narrativa de ser “veracruzana”, cuando ella lo asume por una adopción personal para su aspiración política que se sostiene en la venganza, traiciones y falta de respeto, por arrodillarse a la corrupción y caprichos de empresarios con negros antecedentes.
El mismo Carlos Loret de Mola ha señalado a Rocío Nahle de ser una operadora de empresarios que le regalan viajes, préstamos de aviones, fiestas en playas paradisíacas y pagos de sobornos, como lo ha hecho Daniel Flores, empresario beneficiado con contratos por $20 mil millones de pesos otorgados por PEMEX y a cambio, este empresario pagará la campaña de Nahle García en Veracruz y será el proveedor estrella en Veracruz, arrebatando todo para la empresa Proyecta Industrial de México.
También el despedido Leonardo Cornejo Serrano, operador de Emilio Lozoya y quien lo rescata Rocío Nahle, por ser un excelente “triangulador” en los negocios que no dejan rastro, como son las aportaciones de “moches” y sobornos entregados por empresarios obligados a pagar entre el 20 y 30 por ciento y estos empresarios, que antes colaboraron con el expresidente Enrique Peña Nieto, ahora son beneficiados con los contratos con los números PEP-IR-S-GCSEYP-085-87002-20-1 y PTI-ID-S-006/2019, uno en el Campo Ixachi de PEMEX, en Veracruz y otro directamente en la refinería de Tabasco.
Y mientras Nahle García deja tirada la obra en la Refinería Olmeca, para llenar su ego de convertirse en veracruzana y buscar la gubernatura, ya que Norma Rocío opina que “se lo merece”, igual como Karime Macías Tubilla pensaba en su lema de “Sí merezco abundancia”, la zacatecana busca a operadores delincuentes, pero necesarios para sus fines, como el traidor Eric Cisneros; así como el líder de la JUCOPO, el pillo Juan Javier Gómez Cazarín; también su operador, Manuel Gómez Limón, quien está ligado a grupos delincuenciales en el sur de Veracruz y como el operador financiero del Congreso del Estado, Enrique Navarro Padilla, alias “El Tortas”, quien se ha dedicado a la campaña de Nahle en todo Veracruz.
Quien niega sus orígenes y cuna, es una persona despreciable y mentirosa. Y así se le considera a Rocío Nahle, engañando a todos, desde su campaña en el 2015, cuando López Obrador le dio la encomienda de negociar con duartistas, priistas y hasta con el diablo, con tal de ganar la gubernatura de Veracruz, lográndolo hasta el 2018, gracias a la transferencia de 300 mil votos del PRI y de José Francisco Yunes Zorrilla para no permitir la llegada del panista Miguel Ángel Yunes Márquez como gobernador de Veracruz.
Y gracias a estas negociaciones y venganzas personales, a Veracruz se lo llevó la “fregada”, permitiendo que Cuitláhuac García destruyera este hermoso estado y propiedad de los verdaderos veracruzanos, no de advenedizas que no han aportado nada a este estado secuestrado por ocurrentes mercenarios con hambre de poder y de dinero.
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