Por Héctor Yunes Landa
Con el propósito de negar a la Universidad Veracruzana el presupuesto que le asigna la Constitución –el 4% del presupuesto total del estado-, el gobernador Cuitláhuac García ha abierto un falso debate que sólo muestra su ignorancia y mezquindad para la Universidad que lo educó y lo cobijó como académico.
La UV hoy debe enfrentar la injuria, la ingratitud y la mentira de un malagradecido integrante de su comunidad.
Cuitláhuac prefiere subejercer el presupuesto estatal antes que cumplirle a la UV. Tan sólo el año pasado, el gobierno tuvo un subejercicio de 2 mil 800 millones de pesos –más de 10 mil millones en cinco años-, suficientes para cumplir con el mandato constitucional y garantizar los 8,569 millones que corresponden a la Universidad.
El gobierno de Morena no ha entendido lo fundamental: la Universidad Veracruzana es el proyecto de desarrollo más importante del estado; en ella estudian 87 mil 34 alumnos en 357 programas educativos.
Además, como lo hemos corroborado quienes formamos parte de la comunidad universitaria, contribuye a la ciencia, la preservación de la identidad y a la cultura nacional y del estado a través de 26 institutos, 17 centros de investigación, 18 observatorios y un programa de estudios de cambio climático, entre otras dependencias.
Intentar reducir la importancia de nuestra Universidad a un asunto de presupuesto es un malintencionado disparate. Es evidente que el ingeniero no entiende de matemáticas, ni de leyes.
En la asignación presupuestal de la UV para el ejercicio fiscal 2024 no hay confusión posible. El razonamiento del hijo desagradecido de que el presupuesto de nuestra Universidad se determinará con base en los recursos de libre disposición que se tengan contraviene a la Constitución.
En noviembre de 2017, el Congreso local hizo una reforma constitucional en materia de presupuesto a la educación superior. En el penúltimo párrafo del artículo 10 de la Constitución local se establece que el presupuesto asignado a la Universidad Veracruzana no podrá ser menor al cuatro por ciento del total del presupuesto general del estado.
Tres años más tarde, en septiembre de 2020 el Congreso realizó nuevamente una reforma constitucional y estableció en la fracción II del artículo 72 que a los organismos autónomos a los que la Constitución del estado les asigna un porcentaje específico del presupuesto general del estado, la base será el total de los ingresos de libre disposición. Este ha sido el eje central del falaz argumento oficial.
Lo que el gobernador no dice deliberadamente es que el artículo tercero transitorio de esta reforma estableció que, tratándose de la Universidad Veracruzana, continuará en vigor lo dispuesto en el artículo 10 penúltimo párrafo de la Constitución. Por tanto, el presupuesto será del 4% del presupuesto general y no de los ingresos de libre disposición.
Nuestra Máxima Casa de Estudios enfrenta hoy la incapacidad y la falta de voluntad política para garantizar los recursos necesarios para su desarrollo y la ampliación de su matrícula.
Regatear recursos a la Universidad Veracruzana, es un acto de ignorancia y mezquindad.
La puntita
¡Es temporada de buitres! Morena ha gastado cientos de millones de pesos para realizar las encuestas que determinarán a sus candidatos a cargos de elección popular. El problema es que sólo vale una opinión: la del tlatoani. Lo demás, es dinero e ilusiones tirados a la basura.