“En la adversa fortuna suele descubrirse el genio, en la prosperidad se oculta.” – Horacio.
Desde hace ya algunos meses la mirada de los diputados locales veracruzanos ha estado puesta en el extraño desempeño de la titular del Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz (Orfis) que encabeza Delia Cobos González, quien sin empacho ha venido señalando que existen diputados que en complicidad con supuestos despachos contables vendrían practicando presuntos actos de gestoría para resolver las insolvencias en sus cuentas públicas.
Vamos que literalmente les aseguran a los alcaldes observados por el propio Orfis, que por un porcentaje de lo observado, les blanquean las cuentas, a manera de una mega lavandería financiera, que los libre de posibles problemas que los lleven a enfrentar serios problemas con la justicia.
La respuesta de los legisladores veracruzanos, no se hizo esperar, fue el propio presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín quien refutó tajantemente el malsano comentario.
“Les recomiendo que se presenten denuncias contra legisladores que pudieran estar involucrados en actos de corrupción en la revisión de cuentas públicas municipales.” “Es momento de que tomen acciones legales si poseen pruebas de corrupción” afirmó.
Gómez Cazarín expresó su descontento con que González Cobos haga señalamientos públicos sin seguir procesos legales y resaltó la necesidad de presentar pruebas concretas en lugar de declaraciones.
“Yo le voy a hacer la recomendación a la maestra Delia que si tienen algún caso particular con algún diputado que hagan la denuncia correspondiente. Yo siempre he dicho que no vamos a tapar nada de acción de corrupción. Si ella tiene algún nombre de algún personaje, de algún diputado o diputada que se preste a un acto de corrupción con algún municipio o algún ente público que lo manifieste”, declaró.
De igual modo, el mismo Orfis en voz de la propia auditora General, Delia Cobos, en ese afán de pretender deslindarse de su padrino político y protector, arremetió en contra de uno de los aliados de su jefe.
Así los señalamientos vertidos por Cobos González en contra del alcalde de Medellín, Marcos Isleño confirman el contubernio que este ha sostenido con el actual secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, a quien abiertamente promueve y financia en su esquizofrénico sueño por pretender suceder al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, menoscabando, el respaldo y el apoyo que le brindará la actual secretaria de Energía del Gobierno Federal, Rocío Nahle García, al ponerlo como el segundo en el organigrama del Gobierno del Estado, pagando este, con la deslealtad de pelearle el cargó por el que ella ha trabajado los últimos 30 años de carrera política.
84 millones de pesos de faltante presentó el angelito –Marcos Isleño- tan solo en la revisión de la cuenta 2022 del primer año de ejercicio.
¿Imagínese si en tan solo un año se ha podido embolsar esta cantidad, que no podrá hacer en lo que le resta de mandato?
Bien dicen que por eso no hay que hablar de más, tanto criticó a su antecesor, Polo Deschamps, acusándolo de haber sido él, el responsable de un supuesto desvío de más de 100 millones de pesos, y este en el primer año, estuvo a punto de superarlo, lo verdaderamente grave, es que esas supuestas observaciones al panista se las hicieron por todo el ejercicio al frente del Ayuntamiento de Medellín, y este en solo 12 meses, se empeñó en superarlo.
No perdamos de vista a estos dos personajes, que seguramente pasarán a engrosar la lista de los personajes que habrán de caer tarde o temprano en las garras de la verdadera justicia, esa que llegará, solamente una vez que sean removidos del cargo la Fiscal General del Estado (FGE), Verónica Hernández Giandáns y el propio Eric Patrocinio Cisneros Burgos.
Mientras tanto, haga sus apuestas.
Al tiempo.
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