“La verdad os hará libres.” – Sócrates.

 

Cuando los fundadores de las Naciones Unidas tuvieron la idea de elaborar y emitir la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la humanidad venía saliendo de los peores horrores inimaginables producto de la II Guerra Mundial.

En la misma Declaración Universal su artículo 19 señala: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.”

En pocas palabras, garantiza la libertad de prensa, como ejercicio máximo de divulgación de la realidad, con base en hechos reales, verídicos y comprobables, que permitan documentar y dejar evidencia de las realidades que la humanidad sufre y vive.

Quizá por ello, el anuncio por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) respecto a la detención de la propietaria del Diario Vanguardia de Poza Rica, Patricia “N” acusada del presunto delito de secuestro, en su categoría de autora material, y a la par ejecutora del mismo, resultaría ser una evidencia más de cómo el actual régimen tergiversa la realidad a su antojo para beneficio propio.

Los señalamientos e infundios lanzados en su contra por cierto sector de la prensa anodina, la cual, por consigna y encargo, pretende vender la versión de que el medio se construyó a base de negocios ilícitos con el único fin de desacreditar y obligar a sus propietarios a venderlo a precio de remate, es el acto más ruin del que hasta hoy, se le ha documentado al Gobierno emanado de la 4T.

Y es que quizá el mismo titular del Ejecutivo, Cuitláhuac García Jiménez no sepa, pues su secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos y su cómplice la fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giandáns no le informan, es que se pretendían hacer del control del medio, para convertirlo en una más de las empresas que al amparo del poder se habrían podido agenciar.

Se sabe que el otrora defensor de la tercera raíz poblacional del estado, habría ofrecido comprar el medio y habría mantenido negociaciones con la propietaria, sin que se logrará generar compromiso alguno por la posible compra-venta del Diario.

Es claro que la línea editorial crítica del medio llegó a incomodar al actual régimen, pero lo que más mortificaba a los señalados, es que no aplaudieran el papel desempeñado por ellos al frente de la pseudo gobernabilidad del Estado y la presunta procuración e impartición de justicia, la cual acumula serios señalamientos por presuntas violaciones graves a los derechos humanos de los detenidos.

La versión difundida por el mismo Diario Vanguardia sobre la grave situación física de su propietaria y directora General, Patricia Herrera es real, agravada por la muerte de su esposo como consecuencia de la pandemia por COVID-19 ha convertido en insostenible su estadía en Poza Rica para atender la empresa periodística.

Avecindada desde hace un par de años en el vecino estado de Puebla, la hoy imputada debió centrar todos sus esfuerzos para atender su delicado estado de salud –ante el penoso cáncer de tiroides que enfrenta- pero que hubiese sido empleado como instrumento para pretender doblarla y vender el Diario a precio de risa.

Recientemente este reportero tuvo la oportunidad de convivir y estar en el Decano de la Prensa Nacional, El Dictamen, en el marco de sus 125 años de fundación, y pude constatar algo que es cierto y contundente, mientras más se ataquen a la prensa, más miembros del gremio y de la sociedad habrán de cerrar filas, pues es imprescindible el papel que la prensa realiza en la difusión y divulgación de los hechos y realidades que enfrenta la sociedad.

Pero, sobre todo, debemos recordar, que mientras los políticos ocupan cargos efímeros y de paso, los medios de comunicación y periodistas continuaremos aquí, al frente de la trinchera informativa, con el único objetivo de plasmar los hechos y las acciones que los gobernantes ejecutan casi siempre en contra de la sociedad.

Nuestro abrazo solidario a Paty Herrera y a su importante medio el Diario Vanguardia.

 

Al tiempo.

 

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