El país es una gran hoguera donde casas, negocios, autos, camiones, gente se consume. Una constante diaria con asesinatos impunes. Autoridades que agreden a ciudadanos y son agredidas por el pueblo bueno. Escenas Kafkianas de surrealismo incomprensible. Autoridades más preocupadas por proteger, cubrir a las fuerzas del orden y seguridad nacional que blindar a los contribuyentes. La mayoría de los políticos putrefactos abandonando sus deberes y compromisos de trabajo buscando desesperados un hueso para seguir medrando. En otro fuego abrazador de la politiquería nacional. Mientras la ciudadanía abandonada y desprotegida sucumbe ante la violencia, enfermedades y hambre. Pobre México, sometido por un gobierno corrupto, omiso e inepto. Un criminal como Gatell destapandose para la ciudad de México, es el mejor ejemplo del cinismo, engaño, podredumbre. Este hombre tiene que pagar primero sus crimenes del pésimo manejo del COVID. La soberbia es el sello del gobierno de hoy. El que al cielo escupe…a la cara le cae, determina el pueblo sabio.