Roció es, en efecto, dos bocas, dos caras, dos personalidades, de dos entidades, Zacatecas y Veracruz, y dos versiones de su vida pública, la honesta y la de corrupta.
Va por la gubernatura -después del 20 se registrará como candidata única- previa renuncia a la Secretaría de Energía y con él, al proyecto de “Dos Bocas” que se disparó de 120 mil millones de pesos a 240 mil millones.
Con el singular orgullo del “¡Yo ya cumplí!” se va por la puerta trasera de la refinería.
No pocos percibieron como un hilillo de sangre corría por la comisura de sus labios cuando muy oronda declaró que “Mi compromiso fue construir y arrancar Dos Bocas y ahí está produciendo”.
Olvidó que su compromiso fue terminar “Dos Bocas” desde 2022, dejarla produciendo 370 mil litros de petróleo diarios ¡No, un litro! comprado en la gasolinera de la esquina y antes de irse aclarar las cuentas multimillonarias en dólares que le hereda al pueblo.
Abandona “Dos Bocas” y deja chillando la víbora al dejarle al sucesor un elefante Blanco ya que antes de que empiece a producir le tienen que invertir entre 8 mil y 12 mil millones más.
La muy orgullosa dama desoye asimismo el dictamen emitido simultaneo a su auto destape por la Agencia Internacional de Energía -IEA por sus siglas en inglés- que prevé que la Refinería Olmeca “Dos Bocas” empezará a operar al 100% de su capacidad hasta el 2025.
“El plazo contrasta, según IEA, con las proyecciones del gobierno de que a fines de año se estaría cerca de esa meta. La realidad es que hay retraso y la refinería está muy por encima del presupuesto federal”.
El análisis de la IEA también destaca que las perspectivas de México “se deterioran” en materia de producción de petróleo.
Esa es la brutal realidad del capricho presidencial aderezado con el llamado “Dinero Negro” que enloda a Nahle.
El 26 de octubre del 2022 el Departamento de Justicia de Washington, dio a conocer una colosal operación de lavado de dinero que tocaba al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y cómplices de México.
Para el “Departamento del Tesoro” norteamericano, existe una triangulación millonaria de al menos siete mil 500 millones de pesos conducida por operadores financieros de Maduro en complicidad con Nahle, una complicidad en donde se revelan movimientos de crudo en barcos de manera clandestina.
Pero eso no fue todo.
En vida el diputado Porfirio Muñoz Ledo reveló en 2022, que “los métodos de financiamiento de Mario Delgado desde su llegada a la dirigencia de Morena, salta a la vista la cabeza de la operación que recae en Ricardo Peralta, subsecretario de Gobernación en la época de Olga Sánchez Cordero; Rocío Nahle, secretaria de Energía, y Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz”.
“El esquema de financiamiento ilegal tuvo una matriz donde se entregaba y recolectaba el dinero” que provenía de las aduanas que dejaban “hasta cinco millones de dólares”.
Otra fuente procedía del huachicoleo.
Según el esquema, el operador de esta maniobra está identificado como “Alfredo Treviño, quien sería primo hermano de Ernesto Pérez Astorga, ex secretario de Economía en el gobierno de Cuitláhuac García y senador suplente que tomó el lugar de Ricardo Ahued, cuando este sustituyó a Peralta en las aduanas”.
¿De ello estaba enterado López Obrador? “¡Por supuesto!”, ratificó en aquel entonces Muñoz Ledo.
Esas son, en parte, las razones que llevaron a Nahle a que alcanzara la senaduría, la Secretaría de Energía y la candidatura al gobierno de Veracruz, en cinco años.
Rocío Nahle será empujada a la gubernatura al costo que sea ya que lo que está en juego es la tercera reserva electoral y, ya encaramada en el gobierno, una poderosa fuente de dinero del gobierno estatal que alcanzará los 140 mil millones de pesos anuales.
Ese es Morena y su flota.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo