“El que no piensa en sus deberes sino cuando se lo recuerdan, no es digno de estimación.” – Plauto.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, muchos de los daños provocados por los gobiernos neoliberales encontraron al menos una mano amiga.
Dos casos aparentemente olvidados de la mano de la autoridad podrían ser el de Mexicana de Aviación, la cual está a punto de alzar nuevamente el vuelo con la ayuda, financiamiento público y manejo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El otro es el caso del Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano de Veracruz (SAS), convertido por los caprichos y negocios turbulentos de Javier Duarte y sus secuaces en el famoso Grupo MAS.
Y es que las quejas respecto a la calidad del servicio en la prestación del suministro, distribución del agua potable en la zona conurbada de Veracruz-Medellín ha alcanzado su clímax con la intervención directa del Ejecutivo, quien ha anunciado desde el pulpito presidencial su conocimiento e inmediata intervención.
El reclamo de mil 500 trabajadores del Sindicato José Azueta, que prestaba sus servicios al extinto SAS Metropolitano, es un reclamó que pocos atendieron, por un lado, el legislador José Magdaleno “Maleno” Rosales Torres, quien respaldó al referido grupo de trabajadores quienes en plantón permanente reclaman al alcalde de Medellín, Marcos Isleño su inmediata intervención para hacer que el saldo social fuera subsanado, a pesar de sus intenciones por privatizarlo.
Apenas este martes el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue cuestionado por reporteros respecto a la situación que enfrentan los habitantes de Veracruz y Medellín por el pésimo servicio y la baja calidad del vital líquido.
El Ejecutivo federal ha referido que el tema será abordado y atendido por la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, quien asumirá un papel en la solución del prolongado conflicto laboral que ha afectado a la conurbación de Veracruz desde la creación del Grupo MAS.
Y el caso no es menor, la falta de atención que han recibido los trabajadores, quienes aún están esperando el pago de sus liquidaciones por parte de las autoridades laborales se asemeja por mucho a lo que han pasado las y los trabajadores de Mexicana de Aviación.
Misma que ahora solo espera las horas para volver a emprender el vuelo, con el auxilio de la Sedena quien será la responsable de su operación.
Este conflicto laboral ha perdurado, dejando en un estado de incertidumbre a los trabajadores que se vieron afectados por la transición del SAS al Grupo MAS. A pesar de sus expectativas de una resolución pronta, las autoridades laborales no han abordado adecuadamente las preocupaciones y demandas de estos trabajadores.
Sabemos que al menos el diputado local Maleno Rosales tiene solicitada ya una audiencia con la secretaría de Gobernación, Luisa María Alcalde a quien habrá de plantearle todos y cada uno de los inconvenientes que han sufrido los trabajadores.
Especialmente por las perversiones del secretario de Gobierno de Veracruz, Eric Patrocinio Cisneros Burgos quien de la mano de su aliado el alcalde de Medellín, Marcos Isleño han pretendido hacerse del negocio de la operación y distribución del servicio de agua potable al menos en Medellín, el cual se les ha caído desde el momento mismo que se enteró al presidente López Obrador de la crisis que esto ya representaba.
Al tiempo.
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