Mientras los partidos político nacionales reciben más de 10 mil millones de pesos para las próximas campañas, el sector salud se desmorona. Desabasto, falta de médicos, instalaciones seguras , buena atención, higiene se necesitan regular y el erario se gasta en politiquerías.
Cientos de derechohabientes sucumben a las enfermedades pues están dando citas hasta tres meses a partir de hoy. Cardiólogos, dentistas, traumatólogos y demás especialidades se concentran mejor en sus consultas particulares. No alcanza a los de la tercera edad- los más necesitados- los apoyos sociales que el gobierno presume. Las corcholatas hace más de un año andan en campaña- aunque lo digan con otro termino- inundando el país con desmedida y costosa publicidad tambien proveniente del erario y eso es punible. Hasta el mismo Ebrard, con valentía, lo denuncia como un delito grave electoral pues han usado el patrimonio público y debe haber sanción. De que sirven las promesas presidenciales de una mejoría futura en los servicios si para ese entonces muchos estarán muertos. Otra promesa incumplida de una salud como la de Dinamarca.