“El que no piensa en sus deberes sino cuando se lo recuerdan, no es digno de estimación.” – Plauto.
La mañana del 20 de septiembre de 2011 quedó grabada en la conciencia colectiva de los ciudadanos veracruzanos. https://www.jornada.com.mx/2011/09/21/politica/005n1pol
Quienes transitaban de manera regular por el paso a desnivel que se caracterizaba por la escultura de los “Voladores de Papantla” en Boca del Río, jamás volvieron a ver la realidad de la misma forma.
Esa mañana mientras se desarrollaba a escasos 500 metros el 11° Encuentro Nacional de Presidentes de Tribunales Superiores y Procuradores Generales de Justicia en el World Trade Center (WTC) de Boca del Río, el abandono de 35 cadáveres transportados en dos camionetas, exponía el rostro de la brutalidad delincuencial que abiertamente azotaba ya a Veracruz.
La violencia, la inseguridad y el horror invadieron sin miramientos a una sociedad acostumbrada a conocer de esos hechos solo por los diarios y los espacios informativos que de manera cotidiana daban cuenta de ello en entidades del norte del país.
Desde ese día Veracruz nunca volvió hacer lo mismo.
El fenómeno de los desaparecidos, las ejecuciones por el cobro de piso, los secuestros y el asesinato de periodistas, se convirtieron en el común denominador de la administración del entonces mandatario Javier Duarte de Ochoa.
La inseguridad vivida durante todo el sexenio, fue el factor que a la postre costó la caída del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras cerca de 85 años de gobiernos.
La llegada del nuevo régimen transformador a Veracruz encabezado por Cuitláuhac García Jiménez, aproximadamente hace cinco años, venía cargado de esperanza e ilusión, pues una de las ofertas presentadas durante la campaña habría sido acabar con la inseguridad.
Por el contrario, la noche del 27 de agosto de 2019 esa esperanza se terminó, una masacre más se reportaba en el centro nocturno “Caballo Blanco” de Coatzacoalcos.
Un ataque armado y con bombas incendiarias dejaba como saldo 30 personas muertas (20 hombres y 10 mujeres) junto a 11 heridos por cuenta de miembros del Cartel de la Nueva Generación de Jalisco, acabó con la esperanza sembrada en la 4T.
A partir de ahí, señalamientos muy serios de colusión por parte de altos funcionarios del Gobierno del Estado con grupos criminales, se convirtieron en el común denominador de la presente administración, sin que al momento nada haya exonerado a los presuntamente implicados.
Así nombres de Eric Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno, Verónica Hernández Giandáns, fiscal General del Estado aparecen entre los señalados directamente con vínculos con grupos criminales. https://www.sinembargo.mx/09-12-2022/4296126
Casualmente cuando la promoción preelectoral a favor del mismo Cisneros Burgos lo condenaba a la separación del cargo, tras dos sendos señalamientos del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, la nueva oleada de criminalidad desbordada reaparece en Veracruz, como resultado de ese vacío institucional autoprovocado para hacerse el necesario en el encargo de la gobernabilidad.
Así, Poza Rica en el norte del Estado se ha convertido ahora nuevamente en el centro de la barbarie.
La aparición de al menos 17 cuerpos cercenados, empacados y refrigerados -y no los 13 que afirmaba la propia titular de la FGE-, exponen ese extraño complot.
Apenas este jueves 17 de agosto, la aparición de cuerpos mutilados y narcomantas con mensajes atribuyendo las acciones a grupos criminales a pesar de los 700 elementos que arribaron a Poza Rica a resguardar y garantizar la seguridad de la ciudadanía confirman que la guerra entre bandas criminales esta fuera de control. https://www.milenio.com/policia/poza-rica-hallan-narcomantas-cuerpo-desmembrado
Pero peor aún confirma que los grupos criminales cuentan con la protección de funcionarios de alto nivel, quienes abiertamente han quedado señalados, ahora corresponde ya a la Fiscalía General de la República (FGR) investigar y deslindar responsabilidades, porque de confirmarse lo señalado en las mantas, estaríamos ante la presencia de un narco estado.
Veracruz y su barbarie son tan solo el comienzo de una escalada delincuencial que puede marcar un hito en la historia de la entidad.
Al tiempo.
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