***Violencia imparable orquestada por grupos de élite dirigidos por políticos en el gobierno de MORENA en Veracruz.
Los abrazos ya se mancharon de sangre en el gobierno de MORENA en Veracruz. La tolerancia hacia grupos criminales ha permitido que agrupaciones delictivas transiten a su antojo por todo el Estado, mientras el gobernador se esconde en Casa Veracruz para no dar la cara a los ciudadanos. Presumir que esta entidad federativa es el segundo estado más seguro del país, muestra a un mandatario mitómano que quiere ocultar la ingobernabilidad impuesta por un partido político que prometió el cambio. Y sí hubo dicho cambio, para poner a Veracruz en los titulares internacionales por sus constantes masacres y asesinatos violentos.
Lo ocurrido en Poza Rica esta semana causó indignación, pues el gobernador de Veracruz, quien sólo declara mentiras, presumió haber pasado más de 20 días sin asesinatos en el Estado. Otra ocurrencia de Cuitláhuac García, pues la nota roja informa todos los días de asesinatos, masacres y ejecuciones en importantes municipios de Veracruz y el más reciente, cuando grupos criminales descuartizan, pican la carne y la embalan, para guardarla en congeladores nuevos, en casas de seguridad en la zona petrolera.
Las preguntas obligadas: ¿Por qué tomarse el tiempo y esfuerzo para hacer macabros paquetes de plástico? ¿Quiénes son las víctimas, para ser guardadas en congeladores? Deben ser personas importantes para tenerles el cuidado de guardarlas. Además, en la rueda de prensa, Cuitláhuac García se mostraba desencajado, nervioso, más titubeante que antes y ahora sí permitió que su incompetente fiscal general Verónica Hernández Giadans no calentara la silla en las conferencias de prensa y hablara, sin dar nuevos datos de la investigación, al contrario, advirtió ser 13 víctimas y no 34, como lo dieron a conocer medios nacionales y estatales.
Como si la cifra de 13 o 34 víctimas minimizara el terrible y macabro hallazgo, comprobándose que los grupos criminales hacen lo que quieren en el estado, en una ingobernabilidad impuesta por un incompetente gobernador, a quien se le paga un sueldo y nos queda a deber a los veracruzanos.
Poza Rica ha sido el epicentro de una interminable violencia reportando asesinatos, ataques a bares, cobros de piso, extorsiones y hasta lanzar granadas en principales calles de este municipio.
Lo interesante es que el alcalde de Poza Rica, Fernando Luis “Pulpo” Remes Garza, exjugador de béisbol, nacido en Montemorelos, Nuevo León y quien tuvo fama en los años 70 como jugador profesional, hoy enfrenta el descrédito de su gobierno municipal, un pleito entre el presidente municipal de Poza Rica y el gobernador de Veracruz, así como se condicionan los acuerdos con su amigo y aliado, el presidente de México, López Obrador.
No es un secreto la animadversión que tiene Cuitláhuac García Jiménez con Fernando “Pulpo” Remes. El mismo alcalde ha mandado literalmente a la “chingada” al gobierno estatal de MORENA y Cuitláhuac ha manifestado su molestia, al no invitar al alcalde de Poza Rica a eventos en la zona y hasta en su toma de protesta como presidente municipal no se envió a un funcionario en representación del Gobierno del Estado.
Dicen que la violencia en Poza Rica es extrañamente intensa y algunos confirman que se opera desde Palacio de Gobierno para que fuese violenta y sanguinaria, con el fin de presionar al “Pulpo” Remes a que obedezca las órdenes del gobernador y el alcalde de este municipio petrolero asegura que Cuitláhuac García es un “pendejo” y no permitirá la injerencia del gobernador en su municipio.
Extraña, la localización de cuerpos embalados. Desmembrados y picados, listo para próximas entregas o ser tirados en puntos estratégicos. Y sigue el plan malévolo al asegurar que estas casas de seguridad pertenecen a grupos del narcotráfico.
No debemos perder de vista, a grupos de élite comandados por el secretario de Gobierno Eric Patrocinio Cisneros Burgos para hacer el trabajo sucio en Veracruz. También otros grupos delincuenciales comandados en el sur por el diputado Juan Javier Gómez Cazarín y sus operadores José Manuel Gómez Limón y Enrique Navarro Padilla alias “El Tortas”, quienes pagan miles de pesos a mercenarios para atacar a periodistas en Veracruz, bajo la asesoría de un presunto traidor y asesor en recuperación de impuestos fiscales.
Los dos, Eric Cisneros Burgos y Juan Javier Gómez Cazarín tienen su interés por Poza Rica. Y mientras el presidente ordena no molestar al “Pulpo” Remes Garza, ellos operan en las cañerías, con grupos delincuenciales para desestabilizar a este municipio e importante en el mapa político de Veracruz.
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