Esta administración, además de ocurrencias nada y tonterías, también se ha etiquetado a la ciudadanía, unos son el pueblo, otros los ha llamado sus mascotas, a otros los fifís, los de cuello blanco, los adversarios, los fresas, los neoliberales, etc.
Debiendo recordar que a Fox le mencionó “chachalaca”; a Calderón “el comandante borolas”; a Ricardo Anaya le dijo “riqui riquín canallín; a Meade lo llamó señoritingo y pelele. Vemos como habla despectivamente de Xóchitl Gálvez y de quien él así lo considere, pero no debemos olvidar que el día 20 de octubre del año 2020, públicamente ofreció disculpas a Joaquín Guzmán Loera, por llamarle “El Chapo”, de quien textualmente indicó: – “No me gusta decirle así (El Chapo), Guzmán Loera, ni tampoco estaba entre los más ricos del mundo”
Ya vemos que a las ´personas que son del crimen organizado, las deben tratar con mucho respeto, porque él dio la orden así: – “porque se trata de seres humanos”. Pero a quien le contradiga, quien pretenda corregirle algo, será su adversario, su enemigo, y le podrá los miles de apodos que acostumbra, pero él se sintió molesto por haberle llamado “Chapo” a Guzmán Loera.
Hemos vivido un sexenio de etiquetas, pues pocas personas y más de los de sus mascotas desconocen que es un neoliberal, pero empezaron a divulgarse que había personas de derecha, de izquierda, los progresistas, los neoliberales, el populismo, etc.
Recientemente, se divulgó por las redes sociales una entrevista que realizó el recientemente fallecido Ricardo Rocha a Maquío, desconozco su fecha, pero en contestación a la pregunta que le hace el periodista sobre si él, Maquío, era de ultraderecha, y respondió: “Yo creo que ahorita en México hay 2 tipos de mexicanos no más. Aquellos que luchamos y que ponemos todo nuestro empeño y nos preocupamos y nos ocupamos en sacar al país adelante y aquellos que se van a donde les dan tortibonos. Esos son los dos, no hay derecha y no hay izquierda según yo. No tratemos de encasillar a las gentes, la vida no es un casillero de hotel donde ponen llaves, así los hombres, los hombres no somos todos buenos ni todos malos. Los hombres tenemos algo de bueno y algo de malo yo tengo 1000 defectos 1,000,000 si quieren, pero tengo ganas de hacer las cosas. Los milagros sí existen, pero solamente se hace cuando uno pone su parte; El de arriba siempre pone la suya. El problema es que nosotros no hemos querido poner la nuestra…”
Siempre es menester recordar el proverbio chino: “Dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.
Así como para Mquío, no se podría tener más de dos clases de ciudadanos, los que desean superarse quitarse la ceguera y aceptar la realidad que se está viviendo por dura que sea y levantarse a lucha por el país, así habrá otros que continúan a lo que les señale su mesías, viviendo de las dádivas, aunque nunca en la vida se enseñen a producir la mínima cosa. Y como dice Maquío, seguir viviendo de los tortibonos.
Se reflejaría también, quienes viven del impuesto que pagamos, algunos sí compensan, pero la gran mayoría no.
Solo hay dos clases de ciudadanos en nuestro país, los que se preparan para servir y de verdad sirven, y los que viven del servicio de quienes lo dan y producen beneficios para el país.