Rocío Nahle le tomó el pelo a López Obrador * La candidatura por Veracruz se apesta * Amado, tirando línea a favor de Ebrard * Y Nahle en la línea de Sheinbaum No disminuye la extorsión * Y Cuitláhuac García no se inmuta * Tino Bolaños acusa a Amado de nepotismo * El secretario del ayuntamiento es su primo
MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO
Publicada en mussiocardenas.com
6 de julio de 2023
Para las ínfulas de Rocío Nahle, el fracaso es letal. Ni una gota de gasolina, ni un litro de diesel, ni un galón de combustóleo. Sólo el vacío de Andrés Manuel. Y la ausencia. Y el sueño cada vez más lejano de gobernar Veracruz.
Llegó el 1 de julio. Llegó la derrota. Llegó la vergüenza. Agotó el año de gracia que le dio el presidente y Nahle seguía ahí, en Dos Bocas, Tabasco, entrampada, simulando, engañando, sin poder arrancar la refinería Olmeca, que alardeaba podría hacer en tiempo récord.
Y mientras el mesiánico se daba baños de ego, cosechando el aplauso de la secta —Pejetustra en el zócalo—, allá perdida entre los fangos y los fierros de Dos Bocas la secretaría de Energía informaba a la nación, vía Instagram, que a la refinería nada más le falta… refinar.
Rocío Nahle tiene buen olfato. Huele el fracaso. Huele cuando la candidatura al gobierno de Veracruz comienza a apestar.
Rocío Nahle tiene sensibilidad. Siente el desprecio de López Obrador, la lejanía, el frío. Sabe que sin Dos Bocas no hay Veracruz.
Y entre las ruinas de un proyecto que no concluyó ni en tiempo ni en costo, apeló al show. Difundió un video para simular que la refinación ya comenzó.
El video es una pantomima. Norma Rocío hace énfasis en que se graba el 29 de junio, dos días antes del plazo en que debía iniciar el proceso de refinación. Da la instrucción. El ingeniero Morales abre una válvula. Nahle explica que así comienza el llenado del ducto.
Y luego más escenas chuscas. Trabajadoras petroleras sirviendo de actrices que llenan un frasco con producto y se lo entregan a la secretaria de Energía. Y Nahle actuando. Luego explica la importancia del centro de control, aunque quienes saben del tema la corrijan y la cuestionen.
Ese 30 de junio nada más se informó. El 1 de julio igual. La fecha fatal llegó y la refinería Olmeca sigue en construcción, ensamblando partes, interconectando, empatando las piezas para que el rompecabezas quede armado. Algún día producirá los 340 mil barriles de gasolinas al día que prometió Andrés Manuel.
Disfrazada de petrolera, la zacatecana a la que Forbes definió como “el cerebro energético” de Andrés Manuel, optó por aventarse un video en la refinería justificando que la obra magna de doña Rocío no queda y quizá nunca quedará.
Lo catastrófico no es mentir sino el impacto de la mentira. El presidente ofreció en campaña que construiría cinco refinerías. Falso.
Rectificó y prometió que serían dos refinerías. Falso.
Llegó la hora crucial y anunció que se construiría una refinería en Dos Bocas a la que a la postre llamaron Olmeca. Tendría un costo de 8 mil millones de dólares y se realizaría en tres años. Requetefalso.
Rocío Nahle se empeñó en imponer ese costo y ese tiempo de construcción. Las cuatro principales compañías dedicadas a la construcción de refinerías externaron que sería imposible, que los costos se tendrían que ir ajustando mientras se realizaba el proyecto. Y el costo sería mayor. Nahle los bateó.
Y fue más allá. Metió en “cabecita de algodón” el chip de que esas firmas eran parte de la corrupción, incrementando costos de manera superlativa y rebasando los tiempos de ejecución.
Una vez que se deshizo de ellas, convocó a empresas afines. Y entre ellas a la de Juan Carlos Fong Cortés, del clan de su compadre Arturo Quintanilla Hayek, un acaudalado proveedor de Petróleos Mexicanos en la zona de los complejos petroquímicos de Coatzacoalcos, donde el marido de Rocío Nahle, José Luis Peña Peña, era funcionario del área de mantenimiento y partícipe en los concursos de obra y proveeduría para Pemex.
A Fong Cortés, junto con el consorcio, Huerta Madre, constituido unos días antes de la licitación, le cayeron 5 mil millones de pesos por el acondicionamiento del terreno lodoso en que se erigió la inacabada refinería Olmeca.
El negocio tuvo prioridad. Las empresas amigas, los contratistas afines, como el ex secretario de Obras Públicas del ayuntamiento de Coatzacoalcos, Leopoldo Suárez Fernández, se llevaron parte del pastel.
Pero el tiempo corrió. Y el 1 de julio de 2022 llegó. Ese día, el alma farandulera de Andrés Manuel se vio colmada con la inauguración de la refinería Olmeca, valiéndole un pito que estuviera inconclusa.
Dos Bocas ha sido un fracaso continuado. López Obrador sabía que la refinería era como un cuerpo desmembrado, como un edificio sin escaleras ni elevadores, como un automóvil sin cables eléctricos, sin mangueras del sistema hidráulico, sin líneas que conduzcan el líquido de frenos.
Pero como al presidente le gusta el cuento, el rollo, el teatro y la mentira, inauguró un cascarón y le puso plazo a la farsa. Rocío Nahle debía entregar la refinería el 1 de julio de 2023. Y Rocío volvió a fallar.
El costo se duplicó a 17 mil 200 millones de dólares y contando.
El tiempo de ejecución rebasa ya los cuatro años, uno más de lo que la “gloria de la ingeniería”, como le llama Andrés Manuel a Rocío Nahle García, había pronosticado.
Por eso la ausencia, el desaire, el silencio, la ira contenida de López Obrador.
Por eso a Rocío Nahle no se le ve mas que en Dos Bocas. Ahí se queda hasta terminar su invento. Y que la Secretaría de Energía se conduzca a control remoto.
La derrota de Nahle es estrepitosa. Nahle le tomó el pelo a Andrés Manuel. Lo embaucó. Le dio de comer de su mano. Le hizo creer que una refinería se construye en tres años y se le invierte un máximo de 8 mil millones de dólares. Y el ignorante le creyó.
Así hasta que la mentira dio paso a la verdad. Y el “cerebro energético” de López Obrador descendió a los infiernos.
Y si no pudo con Dos Bocas, se desvanece el sueño de ser candidata de Morena al gobierno de Veracruz.
Denostada, acribillada por falsaria, mañosa, tramposa, Rocío Nahle no sólo empantanó el sueño de la autosuficiencia energética de Andrés Manuel. En Veracruz, su pandilla siembra terror, viola leyes, persigue inocentes, pacta con cárteles, encarcela enemigos políticos, persigue jueces y los lleva a prisión, amedrenta periodistas, roba a manos llenas, desgobierna a placer.
Si Cuitláhuac García es gobernador, es por culpa de Rocío Nahle.
Si Eric Cisneros es secretario de Gobierno, es por culpa de Rocío Nahle.
Si Juan Javier Gómez Cazarín es líder del Congreso de Veracruz, es por culpa de Rocío Nahle.
Es su banda. Es su pandilla. Son sus ladrones. Son sus delincuentes. Son sus criminales.
Son los pillos a los que Rocío Nahle llegaría a encubrir.
Por lo pronto, la lección de Dos Bocas ilustra.
Si no pudo con la refinería, menos podrá con Veracruz.
Archivo muerto
Comenzó el viraje. Claudia ya no es Claudia. Ni Adán es Adán. La corte de Rocío Nahle se comienza a decantar hacia el ex canciller Marcelo Ebrard. Recibe línea del alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, alentándolos de que las estructuras morenitas —o lo poco que tienen para operar— dejan el proyecto de Claudia Sheinbaum Pardo, la engañada en el juego de la sucesión. Por meses, quizá un año, se tapizaron las calles con la leyenda “Es Claudia”. Seguían la línea de la secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García. El 15 de abril de 2023 se les vio en sincronía. Nahle, la anfitriona; Sheinbaum, la invitada dando una miniconferencia de buen gobierno, como si el suyo, en la Ciudad de México, no estuviera marcado por la tragedia, por los 23 muertos por el accidente en la Línea 12 del Metro; por la joven fallecida en el choque de vagones en la Línea 9; por la violencia desatada por los cárteles y los grupos delincuenciales en toda la ciudad. Ahí, Nahle seguía marcando la línea a favor de Claudia Sheinbaum. Hoy, el alcalde Amado Cruz Malpica hace llegar mensajes para un viraje de 180 grados. Van con el ex canciller, Marcelo Ebrard Casaubón. A menos, claro, que Morena en Coatzacoalcos se esté partiendo. O que Amado Cruz le vea tanta debilidad a Rocío Nahle por el fracaso de Dos Bocas, que esté tomando el cetro y ciñéndose la corona como el nuevo rey. Y en el nuevo firmamento sólo se perciba a Ebrard. A menos, también, que Amado Cruz le haya vuelto a morder la mano a Nahle, quien le allanó el camino y lo hizo presidente municipal. No sería la primera vez. Mientras, hay confusión entre los morenistas que vieron clara y directa la línea de Nahle hacia Sheinbaum y ahora les hacen llegar el mensaje de Amado para trabajar en el proyecto de Ebrard… No disminuye la extorsión. Se mantiene en alto. Y Cuitláhuac García no se inmuta. Lanza la alerta Renato Riverol Rivera, presidente del Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos, advirtiendo que el cobro de piso, la presión al comerciante, al empresario, no amaina. Y menos cuando al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, se le entera y ofrece implementar una estrategia, pero no cumple. Hará un mes, Cuitláhuac conoció los niveles en que se halla la extorsión. Se le alertó. Lo vio con preocupación. Ofreció actuar pero los dejó en “visto”. En política, todo se acuerda en corto. Se reclama, se exige, se construye, se repara, todo en corto. Pero cuando los conflictos afloran, y se hacen públicos, es porque la tirantez está en su mayor nivel. La ignorancia del porro-gobernador es sobradamente sabida. No distingue quién previene la delincuencia, quién procura justicia, quién imparte la justicia. Cuitláhuac está en el limbo. Vive ajeno a los problemas de Veracruz, a la delincuencia, a la zozobra, a la angustia de la población. Lo enteran del crecimiento del delito de extorsión y ofrece una estrategia para enfrentarlo, pero no cumple. Se desentiende. Le importa un carajo si el veracruzano vive o muere, si el veracruzano sufre por el asedio, si el veracruzano pierde todo, esquilmado por los criminales. Un mes y el porro-gobernador nada hace por enfrentar la extorsión en Coatzacoalcos… Tino Bolaños le puso el cascabel al alcalde. Lo acusa de nepotismo por la designación de Ricardo Ordóñez como secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos. Agustín Bolaños interpuso su denuncia en la Contraloría Municipal. Se la encuadra al presidente municipal, Amado Cruz Malpica, y a la síndica Bertha Hernández, uno por promover y la otra por no oponerse al nombramiento de Ricardo Ordóñez Malpica, siendo su primo. El caso está sustentado legalmente y no hay vuelta de hoja. Tino Bolaños invoca la Ley Orgánica del Municipio Libre, donde expresamente se señala que el alcalde no puede favorecer a ningún familiar ni propiciar el otorgamiento de un cargo público. La síndica Bertha Hernández, como representante de los intereses del municipio, debió alertar y oponerse, debió esgrimirlo en el cabildo, pero lo permitió. Ricardo Ordóñez es alcalde suplente. Lleva 30 años acompañando a Amado Cruz en diversos proyectos políticos. Es su primo pero, sobre todo, es su hombre de confianza. Tenerlo como suplente, le permitió a Amado Cruz garantizarse esa posición, así tuviera que solicitar licencia y retirarse. Ricardo Ordóñez ya antes había aparecía como coordinador de asesores del alcalde y luego director Municipal de Deportes. O sea, nepotismo por triplicado. Lo que le toca a Tino Bolaños, que tiene lo suyo, es ejercer presión sobre el contralor Mario Pintos Guillén, quien suele empantanar los casos que le queman las manos al alcalde y al final encubrir a los corruptazos que llegaron al ayuntamiento de Coatzacoalcos a hacer de las suyas con la venia de Amado Cruz Malpica…
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