Platicando con un buen amigo que siempre ha estado en favor de la 4T, a quien respeto pero no estoy de acuerdo con él, con quien analizaba un video del presidente, en el que comenta con alguien textualmente lo siguiente: – “Sigue siendo un país muy atractivo para la inversión; hay estado de derecho, que antes no había; se respetan las leyes; no hay autoritarismo; el ejecutivo no es el poder de los poderes como era antes; tú sabes que el que mandaba en todo México era el presidente, ahora no; somos respetuosos de la autonomía del poder legislativo y del poder judicial”.
Al analizar el video, le indicaba a mi amigo, que se trataba de una persona que estaba fuera de sus cabales o de un hipócrita, porque precisamente, ha hecho todo lo contrario que dice en el video y en grado superlativo.
Ni los mismos mexicanos desean invertir en este país, mucho menos los extranjeros.
Por supuesto que no hay Estado de Derecho y hasta en los Estados, en donde gobierna Morena, lo están violando, como en Veracruz, en donde en forma gansteril, le fincan delitos que no cometió a una jueza, quien acataba una orden superior, pero no le gustó al gobernador, por supuesto ignorando el Estado de Derecho.
Mi amigo se molestó bastante, indicando que por supuesto sí había Estado de Derecho y que su presidente sabía qué era el Estado de Derecho. Entonces le pregunte que, si él sabía que era, respondiéndome, que desde luego que sí. Le pregunté que era, pero no me contestó porque dijo que yo sabía que era y él también.
Le indico que, si el presidente conoce el Estado de Derecho, por qué el 16 de abril de 2019, solicitó mediante un memorándum a sus secretarios de Gobernación, Hacienda y Educación, ignoraran la reforma educativa del gobierno pasado, además, violentando la autonomía de la fiscalía general de la República y por supuesto, como siempre ha querido, pasar por encima de la autoridad del Poder Judicial,
De tal manera que, si el Estado de Derecho es la filosofía política, por el cual la población mexicana debe cumplir las leyes y el Estado debe hacerlas acatar por igual, garantizando así un ambiente de legalidad e igualdad; por qué el presidente solicita su violación, como lo hizo desde la fecha antes mencionada y, como lo sigue haciendo en repetidas ocasiones, sin respetar las normas establecidas y, aun así, reclama a quien le subraya que, “La Ley es la Ley”. Pues entonces desconoce el Estado de Derecho.
Mi buen amigo me responde que, las leyes están mal hechas y por eso su presidente pedía que no las acataran.
Le aclaro que, primero tiene que reformarlas ya que el poder legislativo está de su lado, siempre y cuando dichas reformas sean congruentes y apegadas a la Carta Magna, para que no se incurra violaciones flagrantes a la ley, pues las normas deben ser obedecidas, pues se hicieron para ser acatadas, porque lo que en ellas se manda debe ser lo justo y busca la equidad en la ciudadanía y, sin Estado de Derecho se pierde la confianza en su gobierno.
La respuesta de mi buen amigo fue que, el presidente cada día se gana más la confianza del pueblo.
Le menciono que, el indicarles a sus legisladores que aprueben determinadas leyes sin cambiarles ni una coma, es autoritarismo, así como la realización de determinadas obras que por capricho se hacen, aunque no tengan recuperación y sean inservibles. También, sus ataques en contra de la SCJN, “poder independiente” que está para conocer de las violaciones a las leyes, y a quien difama incasablemente el presidente. A lo que responde mi amigo textualmente: – “Mi presidente sabe por qué hace sus leyes, las que es necesario “obradorizar” y, es indispensable que lo que indique mi presidente, se apruebe sin el cambio de una coma. Y todas las obras que está realizando serán para el bienestar del pueblo y lo harán el mejor presidente que haya tenido nuestro país”.
¿Y usted estimado lector, cuál es su opinión?