Don Andrés Manuel López Obrador, en más de una ocasión y en diversos foros, ha afirmado que no tienen precedentes las tareas de rescate arqueológico que se llevan en los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, y que forman casi toda la ruta del Tren Maya en el sureste del país.
Incluso en la mañanera de este jueves se ha insistido en el sentido de estar haciendo un rescate arqueológico cuidadoso y muy profundo. Y debe reconocerse que se ha hecho y mucho en este sexenio, pues se dejó de hacer por muchísimo tiempo.
Y también han dicho -el Presidente y el titular del INAH- que es el rescate de toda una gran área, “una nación”, algo espléndido y son un número importante de arqueólogos y antropólogos que en ese sentido trabajan a toda velocidad.
De seguir así, no estaría nada mal que en Veracruz se le dedicará tiempo, esfuerzo y dinero en ese sentido pues, alguna vez el antropólogo Felix Báez Jorge y mi paisano arqueólogo Armando Pereyra Quinto -ambos finados- tuvieron la bondad de exponerme que en nuestra entidad, la federación como el estado – no todos los gobernadores – poco le han invertido en ese concepto, y que para los ayuntamientos les resulta casi imposible aportar recursos en ese sentido.
Tengo la impresión que con poco, pero si con la suficiente voluntad, y recursos humanos y materiales se podría conocer de nuevos descubrimientos en Veracruz, y México, pero fundamentalmente en el Golfo de México y no sólo en el sureste.
A veces al hablar del Tren Maya lo relacionamos con lo que implica el transporte en la modernidad – lo que es importante por el significado que nos resulta la comunicación – pero el rescate de testimonios antiguos e incluso de ciudades autóctonas que poblaron Veracruz; Huasteca, Totonaca y Olmeca no son menos que la Maya para la historia universal.
Nuestras autoridades de Veracruz le han dedicado acertadamente recursos al tema afrodecediente, pero podría esto llevarse a aprovechar revisar la vasta comunidad de pueblos emparentados étnica y culturalmente, y que requieren del sector gobierno también.
Tres culturas autóctonas poblaron al territorio de nuestro querido estado de Veracruz: los huastecos, los totonacas y los olmecas, y las tres fueron una vasta comunidad de pueblos emparentados étnica y culturalmente, y es innegable.
La práctica social e institucional de la arqueología y la antropología en el país está centrada tanto en la investigación como en la salvaguarda de los bienes arqueológicos, entendidos éstos como recursos nacionales, pues posee un profundo sentido patrimonial, y que no se ha sabido explorar, explotar y hasta sacarle provecho en lo turístico, cultural y comercial, sin decir que se vendan los testimonios nuestros. Es importante resaltar que las tareas en el torno al patrimonio arqueológico e histórico deberían enlazarse con obras de carácter institucional – desarrollo urbano, medio ambiente, hidráulicos, entre otros – que generen e impulsen la economía turística y de servicios, pero se requieren incluir en las prioridades de los criterios gubernamentales de política pública de los sexenios local y federal, como en los H. Ayuntamientos y no en la política de partidos que sólo llevan este tema al discurso, y nada más.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El estado de Tabasco fue beneficiado con las tarifas a la baja por la CFE y a Veracruz sólo se le ha ofrecido sin cumplirselo. Ojalá que en materia de rescate arqueólogo- lo que aún no se ofrece- se le pueda incluir como a la región maya.
DE SOBREMESA
El Corredor Interocéanico (CIIT) bien podría favorecer a que se dediquen recursos para temas de antropología e historia y al menos para empezar por la cultura asentada en el sur de Veracruz, tan sólo en el entorno de la Sierra de Soteapan, Acayucan los Tuxtlas hay vestigios suficientes entre escondidos y en medio de ejidos y propiedades privadas.
UN LECHERO LIGHT DIVORCIADO
El sector gobierno -federal y estatal- ya no se diga el nivel municipal, a veces ni sus Casas de Cultura cuidan, conservan y promueven, pero esto es otra historia.
UN CAFÉ PARA LLEVAR
Tan sólo en la región de Los Tuxtlas, al margen de la carretera federal 180, es común observar que se oferten figuras y testimonios históricos como si fueran bolsas con naranjas, frijol, azúcar, totopostes, camote, yuca, tomatito, entre otros productos que nos provee nuestra bendita tierra veracruzana.
CAFÉ CON CANELA Y PANELA
En fechas recientes poco o nada se sabe de trabajos de exploración en zonas arqueológicas en Veracruz que se hayan programado, aunque si se han dado descubrimientos y que muy poco se han difundido, pero por estudiantes de la UV más no por el sector gobierno.
¡ ES CUANTO !