Si algo hay que aplaudirle a Enrique Peña Nieto (uno de los presidentes más corruptos en la historia de este país), es que nunca metió las manos en el proceso electoral del 2018 que terminó tumbando a su partido de la Presidencia de la República. Y se abstuvo de entrometerse en las elecciones de los estados.
Sabiendo como sabía que Andrés Manuel López Obrador llevaba una ventaja imposible de alcanzar, pudo usar el aparato del Estado para zancadillar al tabasqueño, u ordenar un megafraude que le hubiera dado el triunfo a su candidato José Antonio Meade y sin embargo no lo hizo.
Ernesto Zedillo fue otro presidente priista que se mantuvo al margen del proceso electoral del 2000 y abrió la puerta a la alternancia encabezada por el panista Vicente Fox. Salvo esas dos excepciones y la del blanquiazul Felipe Calderón, todos los mandatarios metieron las manos en las elecciones.
Aunque sin pretender justificarlos siempre lo hicieron a la callada, por debajo del agua, en lo oscurito. Y cuando los agarraban en la maroma no se tentaban el corazón para inmolar a uno de los suyos. “Ni modo compañero, le tocó perder porque lo grabaron repartiendo despensas a cambio de credenciales de elector. Pero usted tranquilo; váyase un rato a la sombrita, baje su perfil y cuando ganemos sabremos corresponder a sus servicios”.
En la 4T las habas se cocinan de otra manera porque no son iguales. Tan no lo son que los apoyos a sus candidatos son en abierto y a la vista de todos, principiando por el presidente López Obrador que convertido en destacado panfletero de su partido, llamó a votar por los candidatos de Morena.
“Hay que votar, hay que votar, no solo por el candidato a presidente, hay que votar por los legisladores, por los candidatos a diputados y a senadores para que la transformación cuente con mayoría calificada”, dijo en su mañanera de hace seis días.
De manera sutil pero bastante evidente agregó: “¿Quieres que continúen las pensiones para adultos mayores? Ya sabes por quien vas a votar. ¿Quieres que continúe la transformación o no? Ya sabes por quién vas a votar. ¿Quieres que siga el clasismo, el racismo y continúe la discriminación? Ya sabes por quién vas a votar. ¿Quieres que por el bien de todos primero los pobres? Ya sabes también por quién vas a votar”.
Y sus esbirros pusieron manos a la obra en el Estado de México hasta donde llegaron camiones del DIF atascados de servidores públicos de Guerrero, Michoacán, Hidalgo, Ciudad de México y muy destacadamente de Veracruz, encabezados por el Secretario de Gobierno Eric Cisneros, que de inmediato se puso a pegar pegotes casa por casa a favor de Delfina Gómez utilizando recursos públicos de los veracruzanos.
“En Toluca, por invitación de la maestra Delfina Gómez, candidata a gobernadora del Estado de México, me sumé a las brigadas de la transformación. Con ese ánimo, caminamos en sus calles y colonias, para dar a conocer las propuestas sociales del programa de gobierno que pretende instrumentar de ganar el próximo 4 de junio… Como nos instruye nuestro gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la fortaleza de la 4T está en sus ciudadanos, con los que transformamos a México y al Veracruz que #NosLlenaDeOrgullo”, escribió en sus redes.
¿Qué esto no es un delito? Sí, y está penado con cárcel de acuerdo con la Ley Electoral aprobada por Morena. Además, de comprobarse lo evidente, puede ser motivo para que se anule la elección.
Pero esto difícilmente va a suceder porque el INE no es ni la sobra de lo que fue con Lorenzo Córdova.
Su nueva presidenta, Guadalupe Taddei Zavala (fiel a López Obrador), se ha visto blandengue, dubitativa y hasta temerosa. Ha sido incapaz de llamar a cuentas a los morenos de cinco entidades que tienen metidas las manos hasta los codos en el Estado de México y están violando flagrantemente la ley. Y ni pensar que le pase las pruebas de los chanchuyos al Tribunal Electoral para que anule la elección.
El Estado de México está convertido en un laboratorio de lo que sucederá en el 2024 principalmente en Veracruz.
Si el candidato de la oposición es José Francisco Yunes Zorrilla, López Obrador enviará toda la batería de Morena compuesta por políticos, politicastros y delincuentes de otras entidades que junto con los servidores de la nación, recorrerán hasta las comunidades más apartadas prometiendo, regalando dádivas, soltando billetes y amenazando.
El Estado de México nos está diciendo que en Veracruz habrá una elección de Estado que apoyará con descaro y a la vista de todo mundo al candidato o candidata de Morena. Y a ver quién es la guapa o el guapo del INE que se le pone al brinco a López Obrador.
De corazón quisiera equivocarme lector, pero no creo porque en efecto, los morenos no son iguales. Y a veces pienso que no son de este mundo porque son más cínicos, más desvergonzados, más corruptos, más perversos, más bandidos y más delincuentes electorales que sus antecesores. Principiando por su dios, el presidente.