El 25 de enero del 2019, el gobernador Cuitláhuac García recién estrenado en el cargo, presentó la estrategia integral Cero Tolerancia a la Violencia contra las Mujeres y las Niñas en Veracruz, en un rimbombante acto que contó con la presencia de la representante del Alto Comisionado de ONU para los Derechos Humanos, Nira Cárdenas Oliva y el subsecretario Gobernación, Alejandro Encinas.
Cuitláhuac manifestó que durante su mandato los delitos contra las veracruzanas no tendrían cabida y por ello se respondería al compromiso que demandaba la Alerta de Violencia de Genero contra las Mujeres, a través de la agenda legislativa y en la administración y procuración de justicia.
Pero las buenas intenciones se pudrieron al terminar el evento.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública acaba de dar a conocer que del 2018 al 2022 se cometieron en Veracruz 433 feminicidios.
La entidad terminó el 2022 con un total de 85 feminicidios, dos más que en 2021, lo que la volvió a colocar en el tercer puesto a nivel nacional en este delito.
Los municipios con las cifras más altas son Veracruz puerto, Coatzacoalcos, Xalapa, Papantla, Tuxpan y Poza Rica.
El puerto jarocho es el único incluido en el rating de los 100 con mayor número de feminicidios, a pesar de que la alcaldesa Patricia Lobeira dice que su ciudad es segura.
La tasa de feminicidios por cada 100 mil mujeres a nivel nacional fue de 0.33 por ciento y Veracruz la superó con 0.43 puntos porcentuales.
¿Así o quieren más peor el panorama?
Se cuentan por decenas si no es que por cientos, los casos de mujeres que han sido abandonadas a su suerte por las autoridades a pesar de que han denunciado acoso, hostigamiento e intento de violación. Y las autoridades no se vuelven a acordar de ellas hasta que amanecen salvajemente golpeadas o cruelmente asesinadas. Es entonces cuando Cuitláhuac García saca el viejo disco y lo pone en la descontinuada tornamesa para que se escuche su tartajeada voz: “Daremos con los responsables, no habrá impunidad, cero tolerancia, ni una más”.
Ni una más y este miércoles fueron reportadas como desaparecidas dos mujeres en Xalapa, otra en Veracruz y otra en Río Blanco. Ni una más y el martes asesinaron a dos. Pero ni una más.
Son tan ineptos que quieren acabar con la violencia a base de discursos, clichés y verborrea barata. Pero las matanzas de mujeres no se detienen así, porque 433 feminicidios son una matanza ¿verdad? Así como es una irresponsable barbaridad que el 93 por ciento de los feminicidas anden sueltos.
Y a los feminicidios hay que sumar los crímenes de odio.
La organización Letra Ese dio a conocer que también en el periodo 2018-2022 se cometieron en Veracruz 95 homicidios contra miembros de la comunidad gay.
Leonardo Ruiz Moreno, presidente de Orgullo Xalapa denunció que en lo que va de este año se han perpetrado al menos 20 crímenes de odio y lamentó que las autoridades no les pongan interés. “No ha habido reuniones con la Fiscalía estatal; se han pedido estas reuniones, seguimos siendo ignorados por las autoridades que no están interesadas, no quieren participar en las mesas de diálogo, incluso hemos pedido el apoyo de diputados y tampoco hemos tenido respuesta”, dijo.
Las mujeres han denunciado, la comunidad LGBTTT ha denunciado, las madres de los desaparecidos han denunciado, la sociedad en pleno ha denunciado y nadie les hace caso. Veracruz está colapsado en seguridad (en salud, en vías de comunicación, en empleo, etc.) pero la prioridad de este gobierno es entronizar en el poder a una zacatecana para que nos siga cargando el payaso.
Pobre Veracruz lector, está bien fregado.