“Y qué? Cuál es el problema?” respondió muy molesto el Peje al cuestionamiento de una reportera sobre los millones de pesos que gastó Cresencio Sandoval en sus vacaciones con su familia y servidumbre. Así responde el sujeto en cuestión con un gran cinismo. La gravedad es que ese dinero- que mitigaría el hambre de miles de mexicanos- es del erario. De quienes pagan impuestos por servicios caros y malos. No se puede derrochar en motivaciones de nuevos ricos. “Al diablo con las instituciones y no me vengan con el cuento de que la ley es la ley” es la orden presidencial para acabar con las instituciones y dejar un preocupante desempleo que se convertirá en delincuencia. Hay dos países: el que sucumbe a diario bajo las balas de arteros asesinos que cometen 80 homicidios dolosos y el de las campañas de las corcholatas que de todos no se hace uno. Monreal traidor y engañoso. Sheinbaum y el adusto Augusto son mala copia del tlatoani hasta en el hablar y presunción pero no son él. Ebrard al igual que los demás gastando muchos miles de millones de pesos en campañas grotescas por ridículas. México sucumbe ante un Estado fallido y una avaricia perniciosa. No es amor al mesías tropical sino al jugoso hueso que no quieren soltar. Pero ya vienen por ellos, pronto más de lo que se espera.