Luto entre la comunidad cultural de Veracruz. Muere Aracely Friscione promotora cultural, fundadora de Veracruz por el Arte
Con gran pesar me entero de la muerte de mi amiga Aracely Friscione. Todavía no lo puedo asimilar. Siempre he sabido que la muerte es muy descarada, imprudente y a veces improvisada. Ella, como los heraldos negros, toca la puerta de tu casa sin ser invitada, te escupe en la cara y se va. Cierro la puerta, cuelgo el teléfono, abro las ventanas; la veo alejarse. Una leve tos que tuvo consideración en mis horas de dormir, me ataca como un síntoma del dolor que siento. No quiero caer en los lugares comunes, Aracely nunca me lo perdonaría, pero qué repentina tu muerte amiga, que precipitada; que prisa con eso de morir; teníamos pendiente ese sorteo de una litografía de tu fundación. Muere mi amiga Aracely Friscione y si a mí me está doliendo no me quiero imaginar el dolor de tu familia, de tus hermanas, sobrinas y nietos. No me quiero imaginar el dolor de Arturo Benjamín, de Ricardo, de Silvia, Estrella, de Juan Arenas, de Alfredo y de Vicente. Me quedé con las ganas de decirte Aracely que hay una foto que a cada rato veo cuando me gana la nostalgia, una foto que me gusta mucho porque seguramente en ese momento engañé a la cámara. Esa tarde habíamos ido al cumpleaños de la madre de mi amigo Jorge Duarte. Recuerdas que quedamos de llegar juntos con la poeta Silvia Tomasa Rivera y David Ernesto (tu Antínoo). Ahora que vuelvo a ver la foto entiendo por qué me gusta tanto. Es que sin pretenderlo me veo guapo, también entiendo que me veo guapo no porque lo fuera, sino porque estaba contigo Aracely, con Silvia y con David, seres a quienes quiero tanto. Busco más fotos contigo y en todas, que son pocas, me veo guapo. Siempre sacaste lo mejor de mí; Libertad bajo Palabra, el programa de fomento a la lectura, surge a partir de tu iniciativa. Mujer de cultura, poderosa y emprendedora, siempre buscando cómo hacer el bien. Ahora que no estás menos me voy a querer sacar fotos. Te voy a extrañar querida amiga, te voy a seguir queriendo. Aracely, tú, como la rosa de Sor Juana, con docta muerte y necia vida, “viviendo engañas y muriendo enseñas”. No te voy a llorar todos los días, mejor me voy a ir a la playa, a mirar el mar y a pensar en ti. Descansa en paz amiga.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra